San Blas, Vallecas, Fuencarral, Hortaleza… Las calles del extrarradio de Madrid eran en febrero el lugar de miles de patinetes eléctricos de alquiler. Hoy tan solo el distrito Centro conserva el mismo número de ‘scooters’ de entonces. Los problemas que este sector sufre en la capital, con una quincena de empresas repartiéndose el pastel, han dejado a los barrios del anillo exterior a la M-30 sin gran parte de sus patinetes.

Fue Lime la primera firma en desplegar sus patinetes por las aceras de la capital. Le siguieron otras como Voi o Wind. La entonces alcaldesa Manuela Carmena se mostró a favor de estos vehículos, más sostenibles, y sacó adelante en octubre de 2018 una ordenanza de movilidad para acabar con el vacío legal en el sector. Sin embargo, el Gobierno municipal ordenó a las pocas semanas que las empresas retirasen sus ‘scooters’ de la calle porque no fijaban correctamente en sus aplicaciones las zonas donde los clientes podían empezar y terminar los viajes.

De 100.000 solicitudes a 5.500 patinetes

Con la idea de no saturar las calles de la capital con estos aparatos ni concentrarlos sólo en el distrito Centro, Carmena autorizó en febrero 8.610 licencias de los 108.094 solicitadas por 25 empresas, es decir, un 8 % del total de las peticiones que recibieron. Para la distribución de los patinetes se tuvo en cuenta la superficie transitable por distrito. Este sistema dejó un mapa donde los barrios periféricos de Madrid superaban de forma clara en patinetes a las zonas céntricas. Una situación que está cambiando en los últimos meses.

Distritos como Hortaleza, Carabanchel o Barajas se han quedado sin 200 licencias

De aquellas 8.810 licencias sólo quedan hoy 5.566. Esta purga afecta a todos los distritos pero, sin duda, mucho más a los del extrarradio, que aún así continúan acaparando la mayoría de autorizaciones. En concreto, en Fuencarral-El Pardo han pasado de las 823 en febrero a las 532 en diciembre, en Carabanchel de 577 a 328, en Puente de Vallecas de 595 a 312, en Villa de Vallecas de 387 a 129, en San Blas-Canillejas de 526 a 248, en Barajas de 367 a 133… Así en todos los distritos, salvo en Centro, donde la cifra se ha mantenido todos estos meses en los 310 patinetes.

En distritos más céntricos como Arganzuela solo se ha cancelado una licencia desde entonces, 6 en Chamberí, 8 en Retiro, 9 en Salamanca, 22 en Tetuán y 50 en Chamartín. En Moncloa, una zona plagada de universitarios, cuentan con 135 patinetes menos, mientras que en La Latina se han cancelado 208.

¿Dónde está el problema?

Las empresas piden que haya menos firmas en el mercado y un reparto de patinetes que se ajuste a la demanda real de cada distrito. Tal y como está reglado el modelo actual, una persona que quiera moverse en patinete por toda la ciudad deberá tener descargadas en su móvil varias aplicaciones distintas. Según los datos del Ayuntamiento, de las 18 empresas que comenzaron a operar a principios de año en Madrid hoy quedan una quincena, habiendo algunas de ellas dejado de prestar sus servicios sin avisar al Consistorio. “No puedes tener a la gente en un barrio con 20 marcas de patinetes, es ridículo”, reconocían fuentes del sector a este periódico en octubre.

Otro de los problemas es la falta de controles previos. “Hubo gente que se metió para especular con las licencias y hubo gente que se metió pensando que esto se trataba de poner unos patinetes en la calle con un GPS, una app en marcha y ya”, explican a El Confidencial fuentes del sector. Hay firmas que reclaman al Ayuntamiento más licencias, y otras que quieren deshacerse de ellas, sobretodo, en los barrios del anillo exterior a la M-30 por los presuntos actos de vandalismo.

El Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida tomó cartas en el asunto y comenzó a reunirse con las empresas para mejorar el modelo de autorizaciones. Para empezar amenazó a las empresas con retirar las licencias de quienes incumplían con la actual ordenanza, la aprobada durante el mandato de Carmena. También anunció que las nuevas medidas para el patinete se incluirán en el plan anticontaminación del PP y Ciudadanos para reemplazar Madrid Central.