Es de sobra conocido que Mercadona es la empresa que más vende de toda España. También que tiene en nómina a la segunda plantilla más grande. Pero su amplia presencia en todo el territorio español y su modelo único –cimentado en las marcas propias- han servido para crear una legión de fieles.

Existen los fans de Mercadona, que defienden las bondades de Hacendado, Bosque Verde o Deliplus. Como existen los detractores de sus marcas blancas, que desmontan los mitos sobre la supuesta elevada calidad a menor precio.

El popular dúo cómico Pantomima Full -formado por Alberto Casado y Rober Bodegas- publicó en febrero de 2017 un sketch cargado de ironía sobre esos fans que devienen en frikis. El vídeo arrasó en las redes y ya lleva acumulado casi un millón de visitas en YouTube.

Estas son algunas de las anécdotas y curiosidades que rodean a una empresa que ha logrado ganar glamour a base de presumir de sencillez.

Un nombre italiano para una empresa valenciana

Mercadona es una empresa valenciana hasta la médula. Valencianos fueron sus padres fundadores (Francisco Roig y Trinidad Alfonso), como lo es Juan Roig, el empresario que la ha llevado a lo alto del Olimpo empresarial.

Durante años se especuló con la tesis de que el nombre de los supermercados procedía –cómo no- del valenciano. En concreto, de un juego de palabras: mercat (mercado) y dona (mujer).

Trinidad Alfonso y Francisco Roig. MERCADONA

Fue el propio Juan Roig quien se encargó de desmentir el bulo. Resolvió la incógnita hace un par de años, durante una conferencia. Su familia se fijó en el nombre de una marca italiana de pasta de la época, Mercadonna.

Suprimieron una n y solicitaron su inscripción el Registro de Patentes y Marcas. Concretamente, el 15 de marzo de 1977. Ese día se puso la primera piedra de la empresa que hoy se estudia hasta en Harvard.

La tienda que vio nacer el milagro

La ubicación de la tienda madre es otra de las preguntas que alguna vez se han hecho los fans. Buceando en lo mucho y variado que se ha escrito sobre la empresa, aflora un pueblo: Tavernes Blanques.

En realidad, no hubo un primer local sino varios. Mercadona nació como una escisión del boyante negocio que gestionaban los padres de Juan Roig. Se llamaba Cárnicas Roig. Fundada a mediados del siglo pasado, la empresa suministraba carne a tiendas de Valencia y alrededores.

Lo que nació como matadero derivó con el tiempo en locales que combinaban el corte y almacenamiento de la carne con mostradores de venta al público.

Imagen de una de las tiendas de Cárnicas Roig, el establecimiento precursor de Mercadona. MERCADONA

Francisco Roig y Trinidad Alfonso pensaron que el negocio de los ultramarinos era interesante por sí mismo. Ya tenían locales, por lo que decidieron transformar algunos en tiendas de productos de alimentación. Abrieron en 1977, rebautizados como Mercadona.

La referencia habitual a Tavernes Blanques como el pueblo que albergó el primer local tiene su lógica. La localidad valenciana, situada a escasos kilómetros de la playa de la Malvarrosa, era conocida por la concentración de factorías cárnicas.

Entre ellas estaba la de la familia Roig, una de sus tiendas más antiguas y más boyantes. La familia Roig echó raíces en Tavernes Blanques. De hecho, allí domiciliaron la sede social de Mercadona. Y allí sigue.

La primera innovación: un bote de tomate

Algo tan aparentemente sencillo hoy día como un bote de tomate fue recibido como una innovación a principios de los años 70. Los clientes de Cárnicas Roig fueron los primeros en acceder a un producto novedoso.

Hace años, en una conferencia, Juan Roig puso como ejemplo los antiguos botes de tomate en conserva como ejemplo del afán innovador de la saga familiar. Pero la verdadera primera gran innovación que introdujo en España Mercadona fue el escáner para leer el código de barras de los productos.

La apuesta tecnológica sirvió para acelerar el cobro en las cajas, reduciendo el tiempo de espera. Este sistema fue adoptado posteriormente por el resto de competidores en el mercado español.

Mercadona sí abre los domingos

Juan Roig suele sacar pecho cuando enumera los atributos de Mercadona. Y por encima de todos destaca el compromiso con la plantilla: contratos indefinidos para todos, sueldos de entrada por encima de la media, medidas de conciliación... y descanso todos los domingos y festivos.

Pese a la enorme presión de la competencia, Mercadona ha resistido cerrando sus tiendas cuando sus rivales las tienen abiertas. Una decisión que adoptó el Comité de Dirección en 2004. Sin embargo, la empresa se ha visto obligada recientemente a cambiar su política de aperturas.

Los empleados de la cadena en Portugal sí trabajan los domingos. Se da la circunstancia de que en el país vecino está muy asentada la costumbre de comprar el último día de la semana. De hecho, es uno de los días con más recaudación para el sector de la distribución.

Para evitar especulaciones en la plantilla española, Roig justificó rápidamente la decisión. Aseguró que Mercadona no ha querido desembarcar en Portugal siendo “rupturista” y prometió que en España mantendrá la política de descanso vigente hasta ahora.

El útimo territorio conquistado

Mercadona no siempre ha tenido éxito y su fórmula no es infalible. Una prueba de ello es el tiempo que le ha costado expandirse a todas las comunidades autónomas.

La empresa tardó casi 40 años en ampliar su presencia a todo el suelo nacional. Pese al éxito cosechado en otras zonas, Roig no se atrevió a desembarcar en País Vasco hasta 2014. Había dudas sobre su encaje en un territorio dominado tradicionalmente por operadores locales (con el grupo Eroski a la cabeza). La primera tienda vasca de Mercadona se ubicó en Vitoria, en octubre de ese año.

El círculo se cerraba en la Península, pero no en España: a Roig aún le faltaba poner picas en Ceuta y Melilla. El primer súper ceutí se abrió en septiembre de 2018. Y tres meses más tarde se inauguró la tienda de Melilla.

Una empresa con dialecto propio

El universo de Mercadona está plagado de términos propios. Entre otras funciones, el uso de palabras acuñadas en la casa sirve para hacer sentir a los empleados que forman parte de un proyecto único.

El propio Juan Roig las usa con fluidez, incluso cuando comparece –una vez al año- ante los medios de comunicación para exponer los resultados.

La más conocida es “el Jefe” (con mayúsculas). Así se refieren a los clientes todos los trabajadores, desde el director financiero hasta el más joven de los charcuteros. Pero hay muchos términos más.

Una de las últimas en incorporarse al peculiar diccionario es “colmena”. Se usa para nombrar las plantas logísticas desde que las que Mercadona organiza y distribuye los pedidos a domicilio.

La diferencia entre estos centros y los de la competencia es que la cadena valenciana los usa exclusivamente para la distribución de las ventas por internet. “No es un centro logístico, sino un laboratorio”, especificaba Sara García, una de las responsables de la colmena de Valencia, la primera vez que la abrieron a la prensa.

Mercadona también llama “totalers” a los proveedores que le suministran productos en exclusiva. Este término es la actualización de otro marca de la casa: “interproveedores”. La empresa cuenta con 1.400 totalers y 2.387 proveedores comerciales.

El último en incorporarse al diccionario es la denominación ‘Listo para Comer’. Con él se identifica el servicio de comida recién preparada con el que Mercadona pretende abrir una nueva e importante vía de ingresos. De hecho, ya está robando clientes a bares y restaurantes, sobre todo a los de comida rápida. Un dato anecdótico más: Lidl acaba de estrenar un servicio similar y usa exactamente el mismo nombre.

Locos por Hacendado

Uno de los méritos de la empresa valenciana es haber logrado que sus marcas propias tengan tanto –o casi tanto- prestigio como las de los fabricantes. Hacendado, Deliplus o Bosque Verde son más populares que las de ningún otro distribuidor.

Los frikis de Mercadona saben de sobra cuál fue el primer producto etiquetado como Hacendado: un brick de litro de leche entera. La marca se inscribió en el registro oficial en 1987 ligada a una botella de vino que nunca llegó a ver la luz.

No fue hasta 1992 cuando la empresa la sacó al público, pero impresa en un cartón de leche. Ese mismo año nacieron otras dos enseñas estrella de la casa: Deliplus (para los productos de perfumería ) y Bosque Verde (droguería).