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Repsol lanza un plan de choque de 2.150 millones por el virus y el desplome del crudo

La petrolera recorta sus inversiones y prepara ajustes de costes millonarios, pero no contempla despidos masivos. Mantiene el pago del dividendo pero renuncia a la retribución extra prometida mediante una reducción de capital.

Oficinas de Repsol.

Oficinas de Repsol. EFE

Repsol lanza un plan de choque de urgencia para hacer frente al doble impacto en sus cuentas de la epidemia de coronavirus y del desplome de los precios del petróleo y del gas natural. Un plan de contingencia con medidas drásticas que suponen ajustes por 2.150 millones de euros para sanear su balance y evitar un aumento de la deuda.

El Plan de Resiliencia 2020, que así se llama la iniciativa aprobada por la compañía, busca sostener los resortes financieros de la compañía ante el zarpazo que supone la caída de los precios de las materias primas. La petrolera maneja un escenario con un barril Brent de crudo en 35 dólarres y el gas Henry Hub a 1,8 dólares por MBtu.

Repsol se coloca en modo economía de guerra y anticipa recortes de gastos operativos de 350 millones de euros, una reducción de 1.000 millones de euros de inversiones previstas (un 26% menos de la guía que mantenía hasta ahora) y optimizaciones del capital circulante por otros 800 millones de euros frente a lo presupuestado inicialmente. La compañía asegura que busca evitar ajustes de plantilla masivos con estas medidas.

La petrolera comandada por Josu Jon Imaz mantiene su compromiso de pagar un dividendo de un euro por acción este año a pesar de los recortes. Sin embargo, la compañía sí que renuncia la retribución extra prometida a sus accionistas mediante una reducción de capital del 5% y que, cuando fue anunciada, suponía una operación de unos 1.000 millones de euros. Tras el desplome bursátil de las últimas semanas, esa participación tiene una valoración de apenas 570 millones.

Repsol también ha decidido posponer sine díe la presentación del Plan Estratégico 2020-2025, prevista para el próximo 5 de mayo, hasta el momento en que se vislumbre “una mayor estabilidad social y de negocios”.

Incluso en este escenario,  Repsol asegura que su deuda no se incrementará en 2020 respecto a la del cierre del ejercicio. La compañía presume de contar con una holgada liquidez que le permite cubrir sus vencimientos de deuda a corto plazo y más allá, hasta el año 2024, sin necesidad de refinanciación.

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