El viaje ha durado casi dos meses. El barco salió de la ciudad china de Qinhuangdao el pasado 7 de marzo y tras una travesía de 20.000 kilómetros ha atracado esta mañana en el puerto de Bilbao. A bordo, las 42 palas que se instalarán en los molinos eólicos del nuevo parque eólico de Iberdrola en la provincia de Zaragoza y que han tenido que pasar controles sanitarios especiales en plena crisis del coronavirus.

El Zhi Xian Zhi Xing (La estrella hacia la Constitución), que así se llama el barco, partió de China, pasó frente a la costa de Vietnam, atravesó los estrechos de Singapur y Malaca, cruzó el Golfo de Bengala hacia Sri Lanka y el Mar de Laquedivas, subiendo por la costa oeste de la India, para superar el Mar Arábigo hasta el Golfo de Adén y Mar Rojo. Y una vez atravesado el Canal de Suez, se adentró en el Mediterráneo, cruzó el estrecho de Gibraltar, recorriendo la costa de Portugal y después la del Cantábrico, hasta el Puerto de Bilbao.

Iberdrola recibe este componente de los molinos, fabricado por Siemens Gamesa en China, mientras completa la obra civil del parque eólico y se fabrican el resto de elementos de los aerogeneradores -torres, nacelles/hubs, generadores, multiplicadora y trafos- en instalaciones de Asturias, Cantabria, Soria y Burgos.

El futuro parque eólico de Puylobo, ubica do entre los municipios de Borja y Mallén, en Zaragoza,  estará integrado por 14 aerogeneradores del modelo SG 3.4-132,  que cuenta con palas de 64,5 m de longitud. Con una inversión de 50 millones de euros, en su construcción estarán involucrados más de 120 profesionales

 La producción del parque, una vez entre en operación este mismo año, abastecerá de energía limpia a una población equivalente a 20.000 hogares/año y evitará la emisión de 32.000 toneladas de CO2/año, según destaca Iberdrola.

El parque eólico Puylobo se suma a otros doce proyectos renovables que Iberdrola construye en España en la actualidad -entre ellos, una planta fotovoltaica en Teruel, Aragón- y forma parte del plan inversor activado por la compañía, que prevé la instalación de 3.000 megavatios (MW), eólicos y fotovoltaicos a 2022. Hasta 2030, las previsiones apuntan a la instalación de 10.000 MW. Estas actuaciones permitirán la creación de empleo para 20.000 personas en el país.

“Las renovables pueden convertirse en una de las palancas clave para reactivar la actividad económica y el empleo en tiempos marcados por el coronavirus y construir un nuevo modelo en torno a principios ‘verdes”, sostiene Iberdrola en un comunicado. “Convencida de que la electrificación actuará de palanca de cambio en el mundo post-coronavirus, la compañía se prepara para acelerar sus inversiones y contribuir, así, a reactivar la actividad económica y el empleo”. Iberdrola pretende acelerar inversiones este año y alcanzar 10.000 millones de euros en todo el mundo.