Telefónica y Liberty Global acuerdan la fusión de sus negocios en Reino Unido y crean un nuevo gigante de las telecomunicaciones que sacude el mercado británico. La unión a partes iguales sirve para fusionar Virgin Media, que aporta servicios de fijo y banda ancha, y a O2, la filial de Telefónica que ofrece móvil.

La combinación de ambas compañías dará lugar a un grupo integrado de servicios convergentes que reta a BT, el único gran grupo del mercado británico con fijo y móvil, y que supone un desafío para Vodafone y Hutchinson, que siguen volcados en servicios de móvil.

La unión de Virgin Media y O2 da lugar a la mayor teleco británica con más de 46 millones de suscriptores de vídeo, banda ancha y conectividad móvil y unos ingresos de 11.000 millones de libras (12.600 millones de euros). "Somos tremendamente complementarios. Creamos un campeón de la conectividad en Reino Unido", sentencia el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

La fusión de O2 y Virgin Media alumbra la mayor operadora de Reino Unido por número de clientes, con 46,5 millones de suscriptores de vídeo, banda ancha y conectividad móvil, frente a los 46,3 millones del antiguo monopolio BT, con cifras a cierre de 2019. Por facturación, las 11.000 millones de libras de ingresos conjuntos del nuevo grupo aún se quedan por detrás, no obstante, de los 13.500 millones de libras obtenidos por BT.

Las compañías anticipan que la fusión, que esperan cerrar formalmente a mediados de 2021, generará "sustanciales sinergias" valoradas en 6.200 millones de libras (7.079 millones de euros). Y preparan inversiones de 10.000 millones de libras (11.400 millones de euros) en los próximos cinco años.

"Esta es la mayor operación corporativa de la historia de Telefónica", subraya Pallete

La operación otorga un valor de empresa a O2 de 12.700 millones de libras (14.500 millones de euros) y a Virgin Media de 18.700 millones de libras (21.350. millones de euros). Con ello, el valor de la empresa resultante de la fusión alcanza los 38.000 millones de libras (43.600 millones de euros), incluidas las sinergias.

El negocio de Telefónica se aportará libre de deuda, mientras que Virgin Media se aportará con 11.300 millones de libras (12.902 millones de euros) de deuda neta y similares. Ambas partes prevén recibir fondos totales netos en metálico al cierre de la operación y tras ejecutar una serie de recapitalizaciones que generarán ingresos por valor de 5.700 millones de libras (6.509 millones de euros) para Telefónica y 1.400 millones de libras (1599 millones de euros) para Liberty Global, tras descontar un pago compensatorio a Telefónica por valor de 2.500 millones de libras (2.855 millones de euros).

"Esta es la mayor operación corporativa de la historia de Telefónica. Y con ella ganamos liquidez y reducimos deuda", ha subrayado el presidente de la teleco española. Hasta ahora la mayor operación de la historia de Telefónica era precisamente la compra de O2 y sus filiales en 2015, en un movimiento de 26.000 millones de libras. La compañía española percibirá con la fusión en torno a 6.500 millones de euros que "servirán para reducir la deuda de Telefónica en la misma cantidad", ha anticipado Álvarez-Pallete.

La joint venture ha fijado un objetivo de deuda neta de entre cuatro y cinco veces y los fondos procedentes de la generación de caja libre y financiación a futuro se distribuirán a partes iguales entre Telefónica y Liberty Global. No obstante, ninguna de las dos compañías consolidarán los resultados de la empresa conjunta en sus respectivas cuentas tras el cierre de la operación.

Compromisos de permanencia

El nuevo gigante tiene la intención de distribuir, periódicamente, el efectivo disponible a sus socios, así como realizar nuevas recapitalizaciones también de manera periódica, para mantener su ratio de apalancamiento neto dentro del referido objetivo.

Telefónica recibirá con la fusión 6.500 millones que íntegramente irá a reducir deuda

La dirección ejecutiva de la unión de O2 y Virgin Media será nombrada por sus socios con anterioridad al cierre de la operación, mientras que el consejo de administración estará compuesto por ocho miembros, cuatro representantes de cada uno de sus socios. Mike Fries, presidente ejecutivo de Liberty Global, y José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, serán miembros de dicho consejo. El cargo de presidente del consejo de administración rotará cada dos años, entre Liberty Global y Telefónica, empezando por Liberty Global.

Cada socio se reserva el derecho de iniciar una oferta pública de venta acciones (OPV) de la empresa conjunta tres años después del cierre de la operación. Las partes han acordado distintos mecanismos de restricción a la transmisión de las acciones hasta pasados cinco años desde el cierre de la operación, momento a partir del cual cualquiera de los socios podrá iniciar la venta a un tercero, sujeto a un derecho de adquisición preferente otorgado a favor del otro socio.

La operación aún debe superar el escrutinio de las autoridades de competencia antes de poder cerrarse. Telefónica da por hecho que será la Comisión Europea la que estudiará la operación, aunque Bruselas puede disponer remitir la fusión a las autoridades de Reino Unido. En una u otra circunstancia, la operación "tiene muchas posibilidades de ser aprobada sin condiciones", según Telefónica.