La crisis del coronavirus ha agravado de forma significativa la situación económica de los más jóvenes. La destrucción de empleo ha tenido mayor incidencia sobre el colectivo con más contratos temporales, sueldos más bajos y en definitiva menor estabilidad. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro de los menores de 25 años ya es del 39,6%.

La tasa media en la Unión Europea es del 15,7%, es decir que el paro juvenil en España multiplica por 2,5 la media europea. Además, a falta de conocer el dato de Grecia de los últimos meses, la de nuestro país es la cifra más elevada, según los datos mensuales de Eurostat.

La situación no mejora si se compara con los países de la OCDE. Teniendo en cuenta la cifra que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) y comparándolo con los que recopila la OCDE, nuestro país también es líder en paro juvenil. Cabe destacar, que algunos de los países de la organización no han actualizado sus datos a junio de 2020 y las cifras se corresponden con cifras anteriores. Pese a todo, España ocupa los primeros puestos desde hace años.

Tomando como referencia los datos de paro juvenil en 2019 recopilados por el Banco Mundial, la tasa reflejada en la EPA sitúa a España en una cifra parecida a la de países como Botswana (37,3% en 2019) o Túnez (36,3%).

En un año -y con una pandemia de por medio- la tasa de desempleo de los menores de 25 años en España ha crecido en más de seis puntos porcentuales, desde el 33,14% en el segundo trimestre de 2019. Con todo, estas cifras están por debajo de las alcanzadas durante la crisis financiera de hace una década. En el primer trimestre de 2013, se llegó a superar el 56%, según los datos del INE.

Aunque la diferencia no es muy significativa entre hombres y mujeres, ellas están ligeramente por encima. La tasa de paro femenino para las menores de 25 años es del 41,23%, para ellos es del 38,34%.

30.000 parados más

Si se observan los datos de parados y ocupados menores de 25 años, los datos también son negativos. El número de jóvenes de entre 20 y 24 años en paro aumentó en más de 30.000 personas entre abril y junio de este año. Igual que en términos generales, este dato no es muy relevante si se tiene en cuenta el aumento de la inactividad y a los trabajadores incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Sin embargo, en los datos de ocupación se percibe cuál es es la situación de los trabajadores más jóvenes. Entre el primer y el segundo trimestre del año, se han perdido 1,5 millones de ocupados menores de 25 años.

Recuperación más lenta y frágil

Tal como publicó este periódico, la desescalada no ha servido para que los más jóvenes hayan recuperado tasas de ocupación similares a las de antes de la pandemia. Los afiliados a la Seguridad Social a finales de febrero eran más de un millón. El último día de abril, el peor momento para el empleo durante la crisis del coronavirus, el número de cotizantes menores de 25 años era de 875.593, 176.000 menos que en febrero.

A finales de junio, con el estado de alarma finalizado y muchos sectores recuperando su actividad, el número de afiliados a la Seguridad Social de menos de 25 años era de 909.431, todavía por debajo de las cifras de febrero pese a encontrarnos al inicio del verano.

En definitiva, llevará meses recuperar el nivel de empleo anterior a la crisis, y según los expertos, los sectores que sigan contratando volverán a optar por los contratos temporales ante la incertidumbre económica.