El 55,6% de las empresas españolas se vio obligada a realizar despidos en los últimos tres meses. Así se desprende del estudio de Adecco e Infoempleo sobre la Oferta y Demanda de Empleo en España en el que han participado más de 15.000 empresas y candidatos.

De los despidos realizados, el 42,9% ha sido procedente. ¿Pero cómo encaja ese dato dentro de la prohibición de realizar despidos del Gobierno? Desde el Ejecutivo se puso en marcha un mecanismo de exención de las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores cuyas empresas aplicaran un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Esta ha sido la herramienta elegida por más de un 60% de las empresas, según el mismo estudio. De esta forma, las empresas no abonan las cotizaciones sociales y los empleados mantienen su puesto de trabajo y perciben una prestación que paga el Servicio Público de Empleo Estatal. Ante esta situación, el Gobierno reguló que "la fuerza mayor y las causas económicas, técnicas, organizativas y de producción" no podían justificar un despido. Es decir, las empresas no podían justificar un despido cuya causa fuese el coronavirus.

Pero esto no implica que todos los despidos estuvieran prohibidos. Los despidos procedentes que tuvieran como causa un mal comportamiento del trabajador o la falta de adaptación del empleado sí podrían justificar una extinción de contrato.

Además, las empresas que se acogieran a un ERTE deberían comprometerse a mantener el empleo de los trabajadores hasta seis meses después de la reincorporación de estos. Esta condición dejaba de ser válida si la compañía estaba en riesgo de concurso de acreedores. En el caso de los contratos temporales, estos debían interrumpir su duración pero no podían ser liquidados durante el parón de actividad.

Perfil del trabajador en ERTE

La aplicación de los ERTE ha sido desigual por sectores, sin embargo, se han acogido a ellos empresas de todo tipo. El informe realizado por Adecco e Infoempleo dibuja el perfil del trabajador en un expediente de este tipo: trabajador que tiene un empleo en una empresa del sector servicios, concretamente en el área de hostelería y turismo y con un tipo de ERTE de suspensión total.

En cuanto a las contrataciones, sólo el 29,5% de las empresas prevén nuevas contrataciones en lo que queda de año. En febrero, el número de empresas que esperaba aumentar su plantilla era del 75,4%. Estas cifras también explican la caída en la oferta de puestos de trabajo. Según el estudio, el volumen de ofertas publicadas se redujo en un 70%.