Los últimos avances de Pfizer, Moderna y Oxford con sus vacunas contra el Covid-19 han despertado los ánimos de las compañías aéreas. La aerolínea australiana Qantas estudia obligar a los pasajeros de los vuelos internacionales a que se vacunen antes de subir a sus aviones. Aunque el sector sigue centrado en la realización de test como un primer paso para reactivar el tráfico aéreo.

La IATA, que representa a 290 aerolíneas, pide que se considere a los viajeros como grupo prioritario para recibir la vacuna

El sector aéreo ha sido uno de los más golpeados desde el inicio de la crisis sanitaria. Si en 2019 volaron en avión 4.500 millones de pasajeros, este año terminará con 1.500 millones de viajeros, un 60,5% menos. Las cifras las anunció ayer la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que vaticinó una caída del 90% de los viajes internacionales. Las aerolíneas perderán 99.850 millones de euros en 2020 por el hundimiento del tráfico aéreo. Por si fuera poco, el organismo empeoró las previsiones para 2021, un año en el que las compañías podrían acumular 38.700 millones de números rojos.

Después de los cuarentenas de la primera ola y un verano "desastroso", las industria aérea ha sufrido en noviembre los confinamientos y restricciones de la segunda ola en Europa. La sorpresa la dio el lunes la australiana Qantas. Mientras en Europa aún se debate el uso de los test de antígenos en origen, esta compañía ya estudia cómo verificará la salud de sus pasajeros cuando se lancen las vacunas. "Estamos estudiando la posibilidad de cambiar nuestros términos y condiciones para decir a los viajeros internacionales que pediremos a la gente que se vacune antes de subir al avión", dijo su director ejecutivo.

Korean Air, la compañía más importante de Corea del Sur, cree que es una posibilidad real que las aerolíneas terminen exigiendo a los pasajeros que estén vacunados. Air New Zealand y AirAsia también estudiarán esta vía cuando esté disponible la vacuna. La IATA no ha apoyado expresamente la medida. Pero ni mucho menos la ha rechazado. El lobby, que representa a más de 290 compañías de todo el mundo, defiende que hay una "posibilidad muy fuerte" de que en las áreas con baja incidencia del virus, como Australia, se acabe exigiendo pruebas del estado de salud de los viajeros.

Después de los sanitarios y la población vulnerable, la patronal considera que las tripulaciones y los viajeros internacionales deberían tener prioridad para ser vacunados. Otras compañías, como IAG, Virgin Atlantic o easyJet no han querido valorar el anuncio de Qantas, según The Financial Times.

Por ahora no están claras las fechas de las diferentes campañas de vacunación. Las aerolíneas, los organismos y los países trabajan en otras alternativas que sí están al alcance de sus manos. Por ejemplo, en Europa, el debate está en la realización de los test de antígenos en origen. De momento, Bruselas anima a que se estudie la realización de test rápidos a viajeros, pero no lo ha recomendado de forma oficial. La IATA sí que trabaja en una plataforma digital común, la Travel Pass, para que los pasajeros puedan compartir los resultados de sus pruebas y la de sus vacunas de forma segura.

En España se exige desde el lunes a los viajeros internacionales una prueba PCR negativa para poder entrar en el país en avión o en barco. La norma ha desatado el malestar de las aerolíneas y los empresarios turísticos, que piden al Gobierno que rectifique y permita también la prueba de antígenos, más económica para los pasajeros.