Durante el primer estado de alarma, los aeropuertos españoles se vaciaron de pasajeros. Apenas se programaron vuelos y la mayoría eran de mercancías o para servicios esenciales. Llegó la apertura de fronteras y el turismo de verano. Pero nada hizo levantar a uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Y las cifras del mes de octubre no reflejan una situación más optimista para el transporte aéreo. Desde que comenzó el año, los aeropuertos españoles han perdido más de un millón de vuelos y 169,3 millones de pasajeros.

Los datos que publicó ayer Aena recogen la actividad de nuestros aeropuertos entre enero y octubre. Si uno rescata los informes de enero y febrero no notará nada muy diferente a los meses anteriores. Pero a partir de marzo el sector aéreo cayó en picado. Por los aeropuertos españoles han pasado sólo 69,33 millones de viajeros en lo que va de 2020. Un 70,9% menos que en los mismos meses de 2019, cuando acogieron a más de 238 millones de pasajeros. Hay que tener en cuenta que en las estadísticas de Aena los pasajeros domésticos se cuentan por dos, tanto en el aeropuerto de despegue como en el de aterrizaje.

El desplome del número de vuelos está siendo catastrófico. Entre enero y octubre del año pasado se registraron 2,06 millones de operaciones. En los diez primeros meses de 2020, solo 953.153. Esto significa que por el camino se han perdido 1.080.074 vuelos. En octubre, la red de aeropuertos de Aena sólo registró 93.859 viajes, un 55,4% menos que el mismo mes de 2019, y 4,4 millones de pasajeros (81,9% menos).

Por Madrid-Barajas pasaron en octubre más pasajeros que por ningún otro aeropuerto de España: 736.113 viajeros, lo que supone una caída de viajeros del 86,6% respecto a hace un año. Le siguió el aeropuerto de Barcelona-El Prat, con 712.283 (84,7% menos); Palma de Mallorca, con 395.906 (86,5% menos); Málaga-Costa del Sol, con 329.337 (82,4% menos); Gran Canaria, con 303.575 (72,1% menos); Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna, con 249.498 (50,7% menos); y Alicante-Elche, con 241.178 (83,1% menos).

Si los datos de Aena reflejan los estragos en el transporte aéreo en lo que va de año, las previsiones de Turespaña vaticinan un duro final para 2020. En un mes, las aerolíneas han pasado de programar 12,6 millones de asientos en rutas internacionales a España para noviembre y diciembre a sólo 4,8 millones. Un recorte de más de 7 millones de plazas que coincide con un empeoramiento de la pandemia en Europa, los confinamientos y restricciones en varios de sus países y el estado de alarma y los toques de queda en España.

 A partir del 23 de noviembre, eso sí, el transporte aéreo contará con una nueva herramienta para controlar los casos importados y de la que se desconoce el impacto que tendrá sobre el número de operaciones. España exigirá una PCR negativa a todos los viajeros de países en riesgo que quieran entrar al país en avión o en barco. Se trata de una medida que venían exigiendo las empresas del turismo y las aerolíneas desde hace semanas. Aunque desde el sector prefieren el uso de pruebas más rápidas, como las de antígenos.