El mundo de las telecomunicaciones avanza hacia nuevas integraciones en Europa. En España, en concreto, se están produciendo movimientos importantes entre Vodafone y MásMóvil. 

Desde hace meses, ambas compañías llevan entablando conversaciones para dar creación a una nueva joint venture, pero en las últimas semanas, tal y como adelantó este periódico, Vodafone ha pisado el freno a la operación puesto que entiende que debe tener más protagonismo que su compañera de sector, MásMóvil. 

De hecho, el CEO en España de Vodafone, Colman Deegan, mandó un comunicado a sus empleados en el que pedía que “no se dejaran influenciar por los rumores y especulaciones sobre movimientos de consolidación en el mercado”. A pesar de que no negaba dichas conversaciones, el directivo insistía en “no perder el foco en lo realmente importante”.

Semanas antes, su homólogo en MásMóvil explicaba en un vídeo, al que tuvo acceso El Independiente, que la compañía solamente acometerá operaciones “siempre que lidere la integración”, poniendo en suspense la posible creación de una nueva sociedad.

En este contexto, fuentes del sector explican que la integración entre compañías en el mercado español “es un hecho”. “Hay sobreoferta y unas políticas de captación muy agresivas y todo hace indicar que se producirán movimientos tarde o temprano”. Además, las mismas voces explican a este periódico que hay contactos entre las diferentes compañías. “Se están produciendo contactos y todos quieren conocer la posición del otro porque estamos en un contexto favorable para que se acometan operaciones”, insisten.

Posición de Orange

Por eso, las fuentes consultadas recalcan que no hay que descartar tampoco que Orange ocupe un lugar importante en esta ronda de conversaciones que se están produciendo, si bien es cierto que la política proteccionista que tiene su país de origen hace más complejas las negociaciones. “En Francia no pueden entrar compañías extranjeras en sectores importantes y es un factor a tener en cuenta”, narran.

No obstante, de la ronda de contactos, se mantiene al margen Telefónica. Principalmente, por dos motivos: el primero de ello es que la compañía, por ahora, no busca un socio de viaje en España ya que con su marca Movistar y O2 tiene un mercado más que amplio. El segundo, se deriva del primero ya que la posición dominante en el mercado nacional haría prácticamente imposible que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) diese el visto bueno a una operación de integración con la empresa dirigida por Álvarez-Pallete de por medio. 

De hecho, la propia CNMC advirtió recientemente que “la cuota de Telefónica en el mercado empresarial sigue siendo muy elevada”. La cuota por ingresos de Telefónica en el mercado minorista del segmento empresarial ha pasado de un 69% a un 62,9% en los últimos años. Si bien la cuota de Telefónica ha disminuido desde la revisión anterior, aprobada en 2016, sigue siendo elevada y se sitúa a gran distancia de sus competidores.

“Por este motivo, la propuesta de la CNMC es continuista con la regulación actual, manteniendo la obligación de prestar los dos servicios mayoristas de este mercado, imprescindibles para competir en el mercado empresarial”, señalaba el regulador.

El Gobierno, abierto a operaciones

Por otra parte, fuentes del sector explican a El Independiente que tanto las instituciones europeas como el Gobierno no pondrán demasiadas trabas a la hora de aceptar fusiones o integraciones en el sector de las telecomunicaciones.

Las fuentes consultadas revelan que los entes públicos consideran que se deben acometer importantes inversiones en el sector de las telecomunicaciones, con el 5G como el gran protagonista para el relanzamiento de la economía europea, y que para ello es imprescindible que las compañías del sector unan sus fuerzas. 

Jacques de Greling, analista de Scope Ratings, considera que “las oportunidades para llevar a cabo grandes fusiones y adquisiciones son limitadas, dado que los mercados nacionales ya están concentrados y no hay ventajas en las uniones transfronterizas, aunque los operadores seguirán vendiendo activos de infraestructura, como torres y partes de sus redes de fibra”.

El experto recalca que  dicha situación “dejará la calidad crediticia general del sector sin cambios, a pesar de la probable recuperación económica lenta y desigual”.