El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha dejado caer este miércoles en una entrevista en Onda Cero que el nuevo máximo de la horquilla para desincentivar la jubilación anticipada rondará el 20%, frente al 16% actual, en base a la reforma de las pensiones que se está negociando con agentes sociales. Es decir, que quien cuente con la pensión máxima y desee jubilarse dos años antes debería tener en cuenta ese porcentaje que se le recortaría a lo que le correspondería cobrar para "disuadirlo".

Escrivá ha sido preguntado por hasta cuánto podría subir la penalización máxima. "Ahora es del 16%, pues un poquito por encima, pero no muy lejos del actual", ha contestado. "¿Un 20%, ministro?", ha preguntado el periodista Carlos Alsina. "Por ahí", ha respondido Escrivá. "Pero eso a los dos años, después en seguida estamos mejor del actual. Lo fundamental está en regularizar la situación de los que están en base máxima. Lo que estamos discutiendo ya con los agentes sociales son los artículos", ha añadido.

El titular de la cartera de Seguridad Social ha recordado que ya existen desincentivos a las prejubilaciones (prefiere llamarlo así en lugar de "penalizaciones") y ha remarcado que aunque ese desincentivo sea un poco más alto en los primeros meses, después las penalizaciones serán más bajas que las actuales, aunque no ha concretado nada más.

Asimismo, preguntado sobre la afección de los ERE del sector financiero a las prejubilaciones, Escrivá ha negado que los datos muestren un aumento o cambio de patrón.

ERTE

Sobre la negociación para la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el 30 de septiembre, Escrivá ha asegurado que el Gobierno está siendo "extraordinariamente generoso" con las exoneraciones que ha propuesto, ya que se están planteando exenciones para los trabajadores que se queden en ERTE de hasta el 60%, frente al 35% de mayo y junio de 2020.

Asimismo ha confirmado que se ha puesto el énfasis en la reactivación de los trabajadores en ERTE con un esquema de exoneraciones a la Seguridad Social "más favorable" que el que se puso en marcha el verano pasado y que sí apoyó en su momento la CEOE. "Nos quedan unos 400.000 trabajadores en ERTE y en la vida los incentivos son fundamentales", ha defendido.

Es más, el ministro ha hecho notar que en la actual negociación de la prórroga de los ERTE, la patronal no ha puesto el foco sobre la eliminación de la cláusula de mantenimiento del empleo, como sí hizo en la negociación de las prórrogas anteriores. "La cláusula de despido no ha estado esta vez sobre la mesa, pero en las cuatro negociaciones anteriores fue un tema de fricción. La patronal puso el énfasis en eso, no en lo que lo está poniendo ahora: intentar prorrogar el sistema actual de exoneraciones y mantenerlo tal cual ha estado vigente en otoño y en invierno", ha explicado.

No obstante, Escrivá ha insistido en que las condiciones actuales no son las mismas que en los meses pasados y se parecen más a las del verano pasado, razón por la que se ha planteado un esquema similar e incluso "más favorable" al de entonces.

"El acuerdo no es el fin"

En todo caso, el ministro ha subrayado que el Gobierno está haciendo un "esfuerzo de aproximación" con las posiciones de los agentes sociales, sobre todo con la patronal, pero ha dejado claro que la postura del Ejecutivo "es la que es", sin distinciones dentro del Gobierno, y que, aunque intentará convencer a los agentes sociales en los próximos días, el fin último de la prórroga de los ERTE no es el acuerdo social.

"Lo que está claro es que el acuerdo no es el fin, sino diseñar las políticas adecuadas y si se consigue con el mayor acuerdo, mejor. Pero en ningún caso y en ningún ámbito el acuerdo es el fin. Lo que voy a hacer es intentar convencer el otro lado de cuál es el interés general y de todos", ha afirmado.

Y el interés general, según Escrivá, es el de incentivar la reactivación de trabajadores del ERTE para que se incorporen al empleo en un entorno en el que se está constatando "una clara recuperación", con datos de reservas turísticas "muy favorables" y un nivel de afiliación a la Seguridad Social que ya está por encima del que se tenía antes de la pandemia.

Sin embargo, Escrivá ha advertido de que, a pesar de que se está creando ahora muchos puestos de trabajo en sectores como la hostelería, la salida de los trabajadores de ERTE está produciéndose a un ritmo "mucho más lento" del que está generando empleo, por lo que "hay que tener cuidado de que esto no se nos enquiste". "Esto nos convence de que hay que seguir impulsando la reactivación de trabajadores en ERTE", ha añadido.

Asimismo, Escrivá ha subrayado que al tratarse de una negociación que trata de repartir subvenciones y ayudas a empresas y trabajadores, "de forma natural e inevitable" existe una "cierta coalición" entre los agentes sociales para maximizar las ayudas. "Pero quienes tienen la restricción presupuestaria somos nosotros, no ellos, y hay límites donde no se puede llegar", ha explicado.