El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha dado marcha atrás este viernes a las declaraciones que hizo el jueves en una entrevista en TVE, en la que aseguró que los nacidos entre 1950 y 1970 verán recortada su pensión.

En concreto, apuntó que la generación del baby boom deberá asumir «algo del esfuerzo que hay que hacer de moderación del gasto en pensiones durante un periodo concreto de tiempo» y planteó que podrán «elegir entre varias opciones: una puede ser un pequeño ajuste en su pensión, que sería muy moderado, o alternativamente podrían trabajar un poco más», pero no ha concretado más.

"No fue mi mejor día", ha explicado Escrivá este viernes en la presentación de las cifras del paro. "No transmití adecuadamente esa certidumbre", ha dicho, como siempre procura transmitir, y ha admitido que habló "de algo que aún está por definir", porque ese mecanismo intergeneracional está por discutirse.

"Lo importante para todos los pensionistas es que estaba vigente un mecanismo de corrección de pensiones hacia delante que se ha sustituido por su garantía de revalorización", ha expresado, en relación al pacto sí firmado que ahora vincula las pensiones al IPC, es decir, a la subida de los precios.

El Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO y las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme firmaron este jueves un acuerdo para reformar parte de la ley de pensiones vigente, de 2013. Se trata de un pacto que recoge medidas como la vinculación de las pensiones a la subida general de los precios, algo que entrará en vigor en 2022, pero que deja fuera otra gran batería de cambios que Pedro Sánchez se ha comprometido a pactar con los agentes sociales y que serán clave para la jubilación de millones de españoles.

En esta segunda parte se incluirá la creación de un nuevo mecanismo que establezca cómo sustentarán los jóvenes trabajadores las pensiones de los mayores y cómo se calculan esta, pero, de nuevo, deberá debatirse en el seno del diálogo social y aprobarse a lo largo del próximo año.