El libro España a ciencia cierta ha radiografiado las fortalezas y las oportunidades del sistema productivo español y ha identificado las diez tecnologías emergentes que tienen un mayor potencial para mejorar la competitividad de la economía.

La obra, editada por Gestión 2000 del Grupo Planeta, ha sido coordinada por el catedrático de Química Inorgánica y director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante, Javier García, titular además de la Cátedra de Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino, donde se presentó este trabajo.

El libro se ha inspirado en el informe que realizaron un equipo de investigadores para identificar las tecnologías emergentes con un mayor potencial, en el que participaron, entre otros, Andrés Pedreño (catedrático de Economía Aplicada); María Blasco (directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas); la ingeniera en Telecomunicaciones Nuria Oliver; el matemático del CSIC Manuel de León; o Pablo Artal (catedrático de Óptica en la Universidad de Murcia).

El resultado de aquel informe es un decálogo que aúna, según sus autores, el análisis prospectivo y el rigor científico en torno a diez grandes áreas: telemedicina, fotónica, nuevos procesos para la generación de hidrógeno, neurociencias, matemáticas para el procesamiento de datos, realidad aumentada, test rápidos, supercomputación, agricultura de precisión y nanomedicina.

Javier García, coordinador de los trabajos, ha señalado que cada una de las tecnologías seleccionadas tiene la capacidad de mejorar significativamente la competitividad de las empresas y hacerlas avanzar hacia una economía circular, más sostenible y resiliente; pero también más centrada en las personas, su salud y bienestar.

El catedrático ha incidido sin embargo en que para alcanzar todo el potencial de estas tecnologías emergentes es necesario aplicarlas en su conjunto, ya que se apoyan y complementan entre sí, y ha subrayado además la importancia de un trabajo de estas características en un momento marcado por la optimización de los fondos europeos y la creación de empleo de calidad.

“Si utilizamos los fondos para comprar las tecnologías que desarrollan otros jamás saldremos de la posición de dependencia y debilidad que caracteriza a nuestra economía; si los usamos para desarrollar las tecnologías que aquí se describen, podremos construir la economía del conocimiento que nos permita salir de la espiral de desempleo, precarización y baja competitividad que caracteriza nuestro sistema productivo", ha manifestado a EFE Javier García.

A su juicio, es urgente pasar del "Pacto por la Ciencia" a un Plan por la Ciencia. "A estas alturas nadie discute que la ciencia es importante para el futuro de nuestro país; llegar a un consenso sobre este punto es tarea fácil, lo difícil es construir un plan compartido e inspirador que mueva a la acción”, ha adelantado el catedrático, que preside la Academia Joven de España.

El informe que realizaron los científicos, plasmado ahora en esta obra, no identifica tecnologías "prometedoras" sino innovaciones que están ya al alcance de la mano y disponibles para generar nuevas oportunidades y en las que España tiene la posibilidad y los medios necesarios para encontrar sus propios desarrollos y ventajas competitivas.