Las restricciones de los gobiernos para frenar la expansión de la nueva variante Ómicron están cubriendo de incertidumbre la recuperación del sector turístico que empezaba a coger impulso. Las recomendaciones y limitaciones a la movilidad vuelven a suponer un golpe para los viajes internacionales que ganaban potencia mes a mes. La campaña navideña y las buenas expectativas que manejaba el sector pueden verse ahora menguadas, aunque desde el sector piden prudencia y no caer en el alarmismo.

Pese a ello, los hoteleros españoles han constatado que en las últimas semanas se están produciendo cancelaciones y ha habido un frenazo del ritmo de reservas, sobre todo en destinos cuya temporada alta llega con el invierno como Canarias.

Los hoteleros ven con preocupación el hecho de estar "sometidos a un avatar continuo de aumento y eliminación de restricciones" que hace fluctuar la curva de demanda de clientes de manera directa. "No es buena noticia que haya aparecido esta nueva variante ni el pánico que ha calado entre los diversos países a la hora de tomar medidas", explica el presidente de la patronal hotelera Cehat, Jorge Marichal.

En octubre superó a la de septiembre y se aproximó a las cifras de agosto, un extremo que nunca antes se había producido. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España recibió más de 5,1 millones de turistas internacionales en octubre, frente al millón de visitantes del mismo mes de 2020. La clave está en ver qué capacidad tiene de modificar esa tendencia.

El vicepresidente de la Alianza por la Excelencia Turística (Exceltur), confiesa que Ómicron "ha echado un poco más de sombras" a la recuperación aunque remarca que "todavía no ha tenido unos impactos muy significativos en las cancelaciones". En este sentido, asegura que los niveles "no son preocupantes" aunque sí ha provocado es una ralentización en ritmo de las reservas de último minuto.

Desde el Gobierno también se muestran cautos sobre la eventual repercusión que puede tener la nueva variante en el sector. Durante la celebración en Madrid de la 24ª Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la ministra Reyes Maroto se limitaba a defender la seguridad que ofrece España como destino y pedía prudencia a la hora de estimar un posible impacto en la actividad turística.

Sin embargo, el Ejecutivo se esfuerza por mostrar la confianza internacional en nuestro país. Según los datos publicados el viernes por Turespaña, los asientos que las compañías aéreas ofrecen para volar este mes de diciembre superan los 5,7 millones y alcanzan ya el 81% de las capacidades aéreas del mismo mes de 2019. Sin embargo, eso dista de la ocupación real que puedan tener los vuelos.

En octubre, Reino Unido fue por primera vez desde el inicio de la pandemia el principal mercado emisor de turistas hacia España, seguido de Alemania y Francia. Pero las nuevas restricciones decretadas por el Gobierno de Boris Jonhson para frenar la ola de contagios preocupan por la dificultad y el encarecimiento que supone para los turistas los desplazamientos. Desde hace unos días, Reino Unido pide a todos los viajeros que entren al país un test negativo de Covid-19, aunque estén vacunados con la pauta completa. "Esto, para una familia con dos hijos, puede encarecer el viaje en 400 euros", remarca Zoreda.

Por su parte, Austria está estableciendo medidas muy duras y en Alemania se aconseja a los ciudadanos no viajar en las navidades. Aunque todas esas recomendaciones -no prohibiciones- de los diferentes Gobiernos pueden incrementar el miedo a viajar, "muchos alemanes se sienten más seguros viniendo a Mallorca o a su casa de Gandía, que quedándose en Frankfurt", explica el vicepresidente de Exceltur.

Desde el sector de las agencias de viajes también llaman a la calma, aunque reconocen que la clave está en ver la evolución durante los próximos meses. "Creo que en términos de impacto económico esto no va a tener unas consecuencias demasiado graves por cómo y cuándo se está produciendo", dice Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

Sin embargo, sí muestra preocupación por la inestabilidad que se pueda crear en enero de cara al inicio de la temporada. No en vano, en ese mes se celebra en Madrid la Feria Internacional de Turismo (FITUR). "Las consecuencias todavía no son muy graves, pero son preocupantes por si se pudiera alargar", abunda, pues en "Semana Santa y verano nos jugamos todo".

Tráfico aéreo

El sector aéreo sitúa la recuperación en 2023 o 2024. “La recuperación total de los tráficos internacionales y del segmento de viajes de negocios será clave para consolidar el sector y volver a la velocidad de crucero de antes de la pandemia”, señalaba hace algunas semanas Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Hasta finales de septiembre se habían reactivado el 51% de vuelos comerciales respecto al mismo periodo de 2019, mientras que tan sólo se había recuperado el 36% de pasajeros.

Para no poner más palos en las ruedas a la recuperación, desde esta asociación reclaman al Gobierno que incremente la dotación de efectivos de la Policía Nacional en los controles de pasaportes de los aeropuertos, donde se están produciendo aglomeraciones.

En concreto, piden al Ministerio de Interior para que incremente el número de agentes en los aeropuertos con mayor densidad de tráfico internacional, como Málaga, Sevilla, Ibiza, Tenerife Sur, Alicante o Madrid. Solamente en este último, las colas han supuesto la perdida de sus vuelos a 5.000 pasajeros en el periodo entre el 25 de octubre y el 25 de noviembre.