Lo que iba a ser una crisis energética pasajera está cerca de convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno. Tanto la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, como el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, han insistido durante meses que los precios de la electricidad iban a bajar considerablemente y que tras la primavera la situación se iba a normalizar.

Pero los expertos del sector ya avisaron hace un meses que esta situación podría alargarse hasta el verano. Ahora, Naturgy ya avisa que el precio del megavatio será a finales del 2022 superior al de 2021. Concretamente, casi un 40%. De acuerdo a los datos aportados en el informe financiero de 2021 tras presentar resultados, la gasista prevé que el coste por megavatio a la hora sea de 152 euros frente a los 111,4 con los que concluyó en 2021. No será hasta 2023 cuando el precio vuelva a recobrar precios de antes de la crisis y la compañía calcula que para 2023 el MW/h sea de 80,9 euros.

Al igual que durante 2021, el precio de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera como el del gas serán los culpables del encarecimiento de la electricidad. La empresa vaticina que el millón de unidades térmicas tendrá un coste de 3,9 dólares por los 3,8 dólares con los que acabó el año anterior. Los vertidos de CO2 volverán a estar tensionados y la gasista cree que el coste se disparará hasta los 77,1 euros la tonelada frente a los 53 de 2021. 

Estas previsiones, señala Naturgy, “se han calculado con los modelos que cruzan la demanda esperada con las previsiones de la oferta, considerando la evolución previsible del parque de generación en España, en base a las previsiones sectoriales, a la evolución del escenario energético en base a las curvas de futuros y a previsiones de analistas”.

Las cifras con las que trabaja Naturgy son, incluso, menores a los futuros que se están pagando estos días por la energía de finales de 2022. De acuerdo al MEFF (Mercado Español de Derivados Financieros), el magavatio a la hora tiene un coste de 198 euros para el último trimestre de 2022.

El Gobierno da marcha atrás

Las previsiones de Naturgy, por tanto, dibujan un escenario sombrío en el terreno energético y que ya lo comparte el Gobierno. Teresa Ribera, en una entrevista concedida a El Periódico no quiso dar una fecha exacta para el final de los altos precios en la energía. 

"Me preocupa el impacto en el ámbito doméstico en España y ahí seguiremos trabajando sobre todo en la parte fiscal. No hay que prejuzgar hasta cuándo. Lo que hay que pensar es si se necesitan más medidas para el consumidor industrial", relató.

Además, cuenta que las medidas que estudia el Gobierno están para cubrir costes fijos del sistema, como los cargos, que aparecen en la factura de la luz. "Ya rebajamos los cargos, pero es legítimo plantearse si hay que reducirlos más", sostiene en la entrevista.

Con el problema de la gasolina

Si el coste del recibo eléctrico se ha disparado, el precio de los carburantes ha entrado en una nueva espiral alcista provocando que llenar el depósito del coche se encuentre en máximos históricos. 

Según los datos publicados en el Boletín Petrolero de la Comisión Europea, donde se registran semanalmente los precios del diésel y la gasolina en todos los países pertenecientes a la Unión Europea, el precio medio de la gasolina en España durante esta semana ha sido de 1,538 euros por litro. Con el diésel ocurre lo mismo, y aunque no llega a su récord, el coste del litro de este derivado del petróleo es de 1,422 euros el litro.

Los analistas de Naturgy, no obstante, apuestan porque el barril del petróleo reducirá su valor hasta los 66 euros frente a los 83 en los que se mueve actualmente. La revisión de la gasista dista mucho de lo que considera el Gobierno ya que el Ejecutivo de Pedro Sánchez recalca en el Libro Amarillo de los Presupuestos Generales del Estado que el barril de Brent finalizará el próximo año en torno a los 60,4 euros por barril.