Los jóvenes son los que más invierten en criptomonedas. En España, el 12% de la población adulta posee criptoactivos, según el índice de Adopción de Criptoactivos de Finder recogido por el Banco de España. Y la banda de edad entre los 18 y los 24 años es la que tiene mayor porcentaje de adopción. Un riesgo para muchos de ellos, ya que según los expertos no poseen la educación financiera necesaria para poder invertir en este mercado.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores advierte que lo primero que hay que saber es que la inversión en criptoactivos es “muy arriesgada para inversores de cualquier edad”, ya que, según apuntan, es un producto muy complicado de entender con mercados volátiles y poco líquidos. Además, recuerda que la regulación está todavía en proceso: “No hay un control de las entidades que lo ofrecen, ni de los depositarios ni de los mercados y estas inversiones no están respaldadas por ningún sistema de indemnización”.

Fuentes del organismo explican que el riesgo no es tan por la edad, “si no por falta de conocimiento”. El problema llega, tal y como añaden, porque muchas de las ofertas “fraudulentas” que utilizan desde el mercado de los criptoactivos están dirigidas a los jóvenes porque se difunden por internet y redes sociales, que son canales por los que es más fácil llegar a los jóvenes. Muchas de esas ofertas no citan los riesgos y prometen grandes rentabilidades que no pueden asegurar de ninguna forma. “Con conocimientos financieros es más fácil detectar y evitar esos fraudes”, señalan desde la CNMV.

Elisabet Ruiz-Dotras, profesora del área de finanzas y directora del Máster en Instrumentos y Mercados Financieros de la UOC, puntualiza que el riesgo más grave que tienen los jóvenes es que pueden perder todo: “Los criptoactivos son muy volátiles y ofrecen ganancias a corto plazo, pero también pérdidas elevadas”. Y es un riesgo, explica, porque los jóvenes “no suelen conocer muy bien el proyecto”

Ruiz Dotras explica que los jóvenes son los que más invierten en este mercado porque no suelen tener responsabilidades económicas “y son estos pequeños importes los que mueven el mercado”. A la falta de conocimientos financieros se le suma el tipo de información que circula por las redes y que está al alcance de un ‘clic’ de los jóvenes. “En muchos de estos vídeos aparecen otros jóvenes que minimizan los riesgos y prometen rentabilidades fuera de lo razonable que dan mensajes poco aconsejables como que se puede vivir sin trabajar, cosa que sabemos que no es cierta”, lamentan las fuentes del supervisor.

“Los criptoactivos son muy volátiles y ofrecen ganancias a corto plazo, pero también pérdidas elevadas”

En el caso de los influencers están obligados a cumplir las normas de publicidad de criptoactivos, así como las normas de abuso de mercado en el caso de las recomendaciones. Con todo esto, la CNMV insiste en que los jóvenes no deben informarse a través de influencers de “escasa credibilidad” y recomienda iniciativas como la de CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Asuntos Económicos. “Es muy importante también que cuando quieran invertir, antes de hacerlo recaben toda la información sobre el producto que le están ofreciendo y lo valoren”, apuntan.

“Los jóvenes ven que juntan 500 euros de propinas y en un día pueden triplicar su valor, sin ningún esfuerzo”, explica Alejandro San Nicolás, profesor de la UDIMA y experto en criptomonedas, pero alerta que se puede perder con la misma facilidad. “Hay mucha gente hablando en las redes sociales de que tienen la varita mágica para que siempre se tripliquen las ganancias, lo que hace que haya adicción, que sea como las tragaperras”. añade e insiste en que esas varitas no las tienen, pero consiguen crear un mundo de adictos.

“Por desgracia mucha gente compra y vende y no tiene ni idea del producto: un día puede subir un 100% y al siguiente cae y pierdes todo lo que has invertido”, apunta. El problema, insiste San Nicolás, es el enganche para poder recuperar por creer que es dinero fácil “el joven ya no espera a la propina, sino que pide el dinero o puede que lo robe y así es como se crea una adicción brutal”.

La profesora de la UOC comenta que en EEUU mucha gente comenzó en las criptomonedas por las ayudas que se dieron en el confinamiento de la pandemia: “Dinero fácil, obtener mucho con poco esfuerzo y es lo que parece mover a los jóvenes”. Además, “están tranquilos en el mundo digital porque lo conocen y lo saben manejar bien”, por lo que no les da miedo. Sin embargo, insiste en que no saben en qué invierten, ni saben que hay detrás: “Cualquier movimiento en el mercado tradicional puede hacerles perder todo y eso no lo saben porque no se informan”.