La decisión del Gobierno de bonificar al 100% los abonos de viajes para Cercanías y Rodalies entre septiembre y diciembre podría tener un efecto limitado en los principales núcleos donde se prestan estos servicios si se atiende a la configuración tradicional de la demanda en función del uso que hacen los viajeros de los títulos de transporte. La mayor parte de los usuarios de Madrid y Barcelona emplean abonos integrados que les permiten combinar varios medios de transporte para realizar sus desplazamientos.
Según los datos del Consorcio Regional de Transportes (CRTM) de la Comunidad de Madrid correspondientes al año 2019, el 73,8% de los viajeros usa el Abono regional de Transporte, que sólo gozará de una bonificación del 30% aprobada hace unas semanas por el Gobierno central. Se trata de un título que da derecho no sólo a usar los servicios de Renfe, sino también el Metro de Madrid, los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) o los interurbanos en función de la tarifa escogida.
La estadística oficial dice que menos de un 15% de los viajeros de Cercanías en la región madrileña utilizaba abonos propios de Renfe, que serán totalmente gratuitos hasta final de año. Los abonos mensuales del operador público están incluidos dentro del concepto 'Otros', que representa un 9,2% del total. Por su parte, los abonos de 10 viajes de Cercanías (Bonotren) apenas suponían un 6,2% del total.
Fuentes del Consorcio Regional confirman que hasta la llegada del coronavirus, la demanda se repartía entre un 75% y un 80% de usuarios con títulos del CRTM y el resto, con títulos propios de Renfe. De esos últimos habría que eliminar al 10,6% de usuarios que se mueve con billetes sencillos y al 0,6% que representan los títulos de transporte infantil (TTI), que no gozarán de la gratuidad anunciada por Pedro Sánchez durante su primera intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación.
La estadística madrileña hace referencia a datos previos a la pandemia, que modificó los patrones de movilidad de los usuarios de Cercanías. Sin embargo, los datos de 2020 reflejan una proporción menor de usuarios que usaron los títulos 'multiviaje' de Renfe que ahora pasarán a ser gratuitos. En el primer año de pandemia, el 74,8% de los usuarios usó el abono regional, y apenas un 6,7%, los bonos de 10 viajes o los títulos propios de Renfe englobados en el citado epígrafe 'Otros'.
Situación similar en Cataluña
En Barcelona, el otro gran núcleo de Cercanías que junto a la capital de España concentra el 80% de la demanda nacional de este tipo de servicio ferroviario, ocurre algo similar. Fuentes de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) consultadas por El Independiente explican que durante los últimos meses, el 63% de los viajeros ha utilizado títulos integrados que permiten combinar varios medios de transporte.
El 37% restante corresponde a títulos propios de Renfe (Rodalies), aunque consultada por este medio, la operadora pública no detalla qué parte corresponde a abonos mensuales o de 10 viajes -susceptibles de ser subvencionados al 100%- y qué parte a billetes sencillos o de ida y vuelta.
Desde la compañía pública que dirige Isaías Táboas señalan, eso sí, que la estimación de viajes para el período antes mencionado es de unos 22 millones de viajes en la zona metropolitana de la capital catalana. Para el núcleo de Madrid, creen que la medida beneficiará a cerca de 26 millones de desplazamientos. En todo caso, añaden que estas son cifras "conservadoras", pues esperan que la medida sirva para fomentar el uso del transporte público frente al coche privado y atraiga a una mayor cantidad de ciudadanos de la estimada.
75 millones de viajes y 250 millones de euros
A nivel nacional y, contando los bonos de Media Distancia también afectados por la gratuidad, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha asegurado que una de las medidas estrella anunciadas por el jefe del Ejecutivo beneficiará a un total de 75 millones de viajes durante los cuatro meses de vigencia de la medida.
Según la última Encuesta de Transporte de Viajeros del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo en el mes de mayo hubo 45 millones de desplazamientos en los servicios de Cercanías y 2,6 millones en Media Distancia.
En cuanto a la financiación de la iniciativa, el coste estimado para el Estado será de 250 millones de euros que se financiarán a través de un crédito extraordinario. Este importe se sumará a los 200 millones que el propio Ministerio de Transportes transferirá a las Comunidades para que rebajen un 30% los abonos transporte de su competencia. Algo que estas últimas pueden ampliar en la cantidad que consideren oportuna.
En todo caso, los diferentes actores del sector consultados coinciden en señalar que la gratuidad de este tipo de servicios producirá un incremento de la demanda que podría llegar a ocasionar problemas. Desde la operadora pública responden que los tráficos prepandemia aún no están recuperados en su totalidad y que todavía tienen margen suficiente para aumentar las frecuencias con la flota actual de trenes.
"El servicio de transporte público está preparado para absorber el incremento de demanda que se producirá gracias a esta medida", insisten las fuentes de Renfe antes citadas. La ministra de Transportes ha reconocido, en todo caso, que durante las próximas semanas tendrá que concretar los detalles de cómo se implantará la bonificación, que pretende que sea lo más "sencilla" posible para el usuario.
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