El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, ha anunciado este jueves subidas de impuestos a ciudadanos y empresas para reducir la deuda neta en relación al producto interior bruto (PIB) para 2028, así como recortes de gasto, por un montante conjunto de 63.000 millones de euros (55.000 millones de libras) en los próximos cinco años.

Tras el presupuesto fallido que presentó Liz Truss, este jueves Hunt ha presentado su proyecto. El primer ministro ha rebajado de 171.000 euros (150.000 libras) a 143.240 euros (125.140 libras) el umbral de ingresos a partir del cual se pagará la banda más alta del impuesto sobre la renta, del 45%, mientras que congelará, en lugar de aumentarla, la proporción de ganancias libres de impuestos, a fin de incluir a más contribuyentes en los próximos años.

El ministro conservador también elevará del 25 al 35% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo y gas e impondrá una tasa provisional del 45% sobre esos excedentes a las generadoras de energía.

También congelará en el nivel actual la franja no gravable de las contribuciones a la seguridad social y el impuesto de transmisiones patrimoniales, mientras que se reducirá de 2.291 euros (2.000 libras) a 1.145 euros (1.000 libras) en 2023 y a 572 euros (500 libras) en 2024 la de los dividendos. Hunt anuló la exención del impuesto de circulación a los vehículos eléctricos y aumentará la tasa sobre los locales comerciales.

El ministro planea también recortes del gasto público a fin de equilibrar las finanzas estatales y ofrecer confianza a los mercados financieros, que se desestabilizaron tras el plan fiscal anunciado el 23 de septiembre por el anterior Gobierno conservador de Liz Truss.

Hunt aseguró que la inversión estatal, que incluye ayudas, ahora reducidas, a la factura energética, seguirá creciendo "en términos reales" en los próximos cinco años, "pero a menor ritmo", y aseguró que se priorizarán los servicios públicos básicos.

Los ministerios tendrán que hallar "medidas de eficiencia" para compensar la alta inflación, de más de un 11%, y Defensa tendrá un presupuesto equivalente a un 2% del PIB (frente al 3% prometido anteriormente por los "tories").

El presupuesto para cooperación internacional se mantendrá en el 0,5% del PIB introducido en la pandemia, desde el 0,7% previo, y el Servicio Nacional de Salud (NHS) tendrá que buscar ahorros, aunque obtendrá una inversión de 1.143 millones de euros (1.000 millones de libras) este año, junto a 1.943 millones de euros (1.700 millones de libras) para atención social.

Hunt dijo que los subsidios sociales y las pensiones subirán el año próximo un 10,1 %, en línea con la inflación (medida el pasado septiembre).

Con las subidas impositivas y la reducción del gasto, el Ejecutivo liderado por Rishi Sunak prevé generar unos 63.000 millones de euros (55.000 millones de libras) en los próximos cinco años, un objetivo de consolidación fiscal autoimpuesto.