La cadena de hamburgueserías Burger King lleva unas semanas cobrando a sus clientes por los sobres de kétchup que suelen acompañar a cada consumición en sus restaurantes. La compañía de origen estadounidense continúa entregando una bolsa por cada producto caliente, pero ha implantado un recargo de 5 céntimos por cada sobre adicional de la popular salsa roja fabricada a base de tomate, azúcar, vinagre, sal y especias.

"En nuestros restaurantes servimos la cantidad de salsa que consideramos idónea para resaltar el sabor de nuestros productos, de tal forma que, si un cliente pide un menú, recibe gratuitamente un sobre de kétchup para su hamburguesa y otro para sus patatas", explican fuentes de Restaurant Brands Iberia, la sociedad que gestiona las marcas Burger King, Tim Horton's y Popeyes en España y Portugal.

Pero al mismo tiempo, detallan que la medida se ha tomado como forma de "contribuir a la lucha contra el desperdicio alimentario". "El kétchup ilimitado no tenía sentido porque se acababa desperdiciando mucho producto, es algo que hemos comprobado y que teníamos que atajar", aducen las citadas fuentes.

En todo caso, "si el cliente desea más cantidad de kétchup puede solicitarlo a un precio muy bajo, fomentando así una compra consciente del producto", rematan desde la firma adquirida por el fondo Cinven en el verano de 2021 por 1.000 millones de euros. 

El cobro por las bolsas adicionales de kétchup coincide, eso sí, con un fuerte aumento del precio de varios de sus ingredientes en los últimos meses. Según la información nutricional del producto que fabrica Heinz, por cada 100 gramos de salsa, 22,8 gramos corresponden a azúcares.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de este producto se había disparado un 50% con respecto a hace un año. También se ha visto especialmente afectado el precio de su ingrediente principal del kétchup, el tomate. Por contra, los sobres de mostaza siguen siendo gratuitos sin límite de cantidad.

45 años en España

Burger King celebró en 2020 los 45 años de llegada a España. La cadena arrancó con su primer local en Madrid su aventura en Europa. En 1975 abrió el primer restaurante en la madrileña plaza de los Cubos y ahora mismo, es la mayor cadena de restauración organizada con más de 900 restaurantes, y con cerca de 30.000 empleados entre personal de oficina y de restaurante.

Restaurant Brands Iberia (RBI), presidida por Gregorio Jiménez, cerró el año 2021 con una facturación de 637 millones en sus 584 restaurantes propios, lo que le supuso un crecimiento del 33% frente a 2020 y de un 20% respecto a 2019. Si se suma el negocio franquiciado, recuperó los 1.000 millones de ventas, con niveles previos a la llegada de crisis sanitaria.

El pasado mes de agosto compró a la compañía Ibersol los casi 160 restaurantes de Burger King que ésta tenía en España y Portugal por 260 millones de euros. En total, 121 están ubicados en suelo luso y otros 38 en nuestro país. 

En 2020, la empresa anunció un acuerdo para la adquisición de KAM Food Service, el mayor franquiciado de Burger King en España por número de restaurantes para integrar como propios 70 establecimientos que hasta entonces eran franquiciados.

Dos años antes, en 2018, había adquirido por 100 millones de euros Megafood, otro de sus mayores franquiciados de la marca en España por número de restaurantes (80 repartidos en Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla). La ambición para los próximos años es poseer una red de 1.500 restaurantes en nuestro país.