Las memorias anuales publicadas por Renfe y CAF como balance del ejercicio 2021 no contenían ninguna referencia a los retrasos en el proyecto para construir 31 trenes de ancho métrico destinados principalmente a las líneas de Cantabria y Asturias. La constructora vasca alertó en marzo de 2021 a la compañía pública de que las referencias a las medidas que le había suministrado eran erróneas y podían provocar que los nuevos trenes no cupiesen por los túneles de los trazados.

La empresa que dirige Isaías Táboas explica en el informe de 2021 el esfuerzo inversor destinado a renovar su flota de trenes y detalla los contratos de construcción de 30 nuevos trenes de la Serie 106 y de transformación de material Talgo VII en 13 composiciones de la Serie 107, incluyendo el de adquisición de 26 cabezas tractoras para los mismos, todos de alta velocidad.

También habla de la construcción de 211 trenes de gran capacidad para servicios de cercanías y de 12 locomotoras eléctricas de gran potencia. Renfe cita específicamente los 31 trenes de ancho métrico ahora en cuestión, que en el contrato iban acompañados de otros 6 transalpinos para la línea de Navacerrada.

"Todos ellos en proceso de fabricación (aún no se ha realizado la recepción de ninguna unidad de este material, con excepción de dos composiciones de material Talgo VII a las que ya se ha realizado la primera fase de la transformación a Serie 107)", se limita a señalar al respecto la operadora, pese a que durante 2021 se había constituido un grupo de trabajo a cuatro bandas con Adif, CAF y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria -dependiente del ministerio de Transportes- para buscar una fórmula de fabricación que evitase los problemas con los gálibos.

Por su parte, la cotizada CAF tampoco detalló ningún retraso en las entregas de sus pedidos en el informe anual de gestión del ejercicio 2021 ni en las respuestas que las empresas envían a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre los riesgos que afrontan. El pliego del contrato con Renfe es confidencial, por lo que las cláusulas del mismo se desconocen. Y desde la empresa vasca mantienen una exhaustiva política de discreción sobre los contratos con sus clientes. El Ministerio de Transportes quiere que los trenes de cercanías para Cantabria y Asturias lleguen en 2026 y ha pedido a la empresa adjudicataria un calendario para "saber si se pueden ajustar los plazos".

Fuentes de la empresa han declinado hacer ningún comentario sobre las razones que provocaron que se tardase dos años en acordar entre las partes que el sistema que se usará para diseñar los nuevos convoyes será el "método comparativo", es decir, usar como base trenes de Renfe que ya circulan por los trazados de vía estrecha actualmente.

En la información remitida a la CNMV, la firma vasca sí reconocía problemas con la cadena de suministro y conversaciones con sus clientes para amortiguar los retrasos originados como consecuencia de la pandemia de coronavirus. "Como consecuencia de las constantes comunicaciones con los clientes, se han acordado ampliaciones en los hitos de entrega acorde al retraso que se derivó de las limitaciones iniciales en la gestión de la pandemia en cada uno de los países, evitando incurrir en penalidades asociadas a retrasos por la pandemia", reconoce la empresa sobre la Covid-19.

La firma cita, eso sí, un gran monto pendiente de cobro por un litigio que mantiene con un cliente por una obra en la que existen reclamaciones cruzadas por retrasos en el cumplimiento de los hitos contractuales firmados por el consorcio al que CAF pertenece.

En el apartado que la CNMV pide que la empresa indique "qué riesgos, financieros y no financieros, incluidos los fiscales, se han materializado durante el ejercicio", CAF no detalla ningún retraso de entregas aunque sí subraya que "el ejercicio 2021 ha venido marcado por la crisis mundial de las materias primas que ha desencadenado la pandemia".

"Esta crisis ha generado retrasos y encarecimientos en los precios de las materias primas, productos y servicios de la cadena de suministro", dice la empresa. Con el objetivo de paliar los impactos relativos a los problemas de suministro, el Grupo CAF afirma haber puesto en marcha varias iniciativas como "monitorizar y amortiguar el impacto en precios y plazos de suministro; controlar y gestionar la cadena de suministro para evitar rupturas; y compartir, en la medida de lo posible, el riesgo con los clientes".

La empresa hará públicos los resultados de 2022 en apenas dos semanas. El fabricante vasco ha visto cómo la guerra de Ucrania y la inflación ha impactado en sus negocios durante todo el pasado ejercicio. Pese a ello, el consejero delegado de CAF, Javier Martínez Ojinaga, aseguró esta misma semana que la firma guipuzcoana mantiene su previsión de crecer un 10% anual con el objetivo de llegar hasta los 4.800 millones en ventas en 2026. Según ha expuesto la empresa, pese a que la inversión en movilidad no se ha visto resentida, "el contexto macro está afectando a la ejecución a los resultados del grupo a corto plazo", aunque tiene protegidas de las subidas de precios dos tercios de su cartera de pedidos.

La compañía fundada en 1917 cotiza en el mercado continuo. El Gobierno Vasco posee un 3% de las acciones a través del Fondo Finkatuz, diseñado para fomentar y fortalecer el arraigo de las grandes empresas vascas. La empresa ha elevado su plantilla durante los últimos años y ha pasado de 7.500 trabajadores en 2016 a 14.300 empleados a finales de 2022. De ellos, 4.701 trabajan en el País Vasco y más de la mitad de la plantilla trabaja en sedes fuera de España.

La implantación de la compañía en el extranjero es amplia, aunque el 87% del negocio se concentraba en Europa en 2021 y el 11% en España, donde ve un "mercado en disminución" tras Plan de Inversiones de Renfe. De hecho, es el único en el que bajan su previsiones de negocio hasta 2027.

En el negocio ferroviario tiene presencia en 40 países, cuenta con ocho fábricas y opera más de 100 centros dedicados al mantenimiento del material rodante. En 2022 adquirió activos relevantes a Alstom en Francia y Alemania y cuenta con implantación industrial en España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México.

En cuanto a las ventas en su línea de negocio más importante, mejoró un 9% hasta los 1.697 millones a cierre del tercer trimestre. La compañía reconoce en su informe trimestral que un incremento de la factura energética del 300% frente al mismo período de 2021 y cita el incremento de los costes salariales y de los materiales.

El 58% de la estructura de costes del grupo está representado por los materiales y equipos. La compañía reconoce un "incremento sustancial" desde septiembre de 2021, aunque ha notado una relajación del coste de materias primas como cobre, aluminio, acero y níquel en el tercer trimestre del pasado año.

En el ámbito ferroviario, la compañía asegura tener un menor impacto, aunque más prolongado (2022-2024) y prevé impactos futuros en costes. En este sentido, la firma vasca prevé "un inicio de normalización de la rentabilidad" para el año 2024.

Asimismo, también manifiesta un incremento del gasto financiero derivado de la subida de tipos de interés y del incremento del valor de algunas de las divisas en las que está denominada la deuda del grupo, en particular el real brasileño y el dólar estadounidense.

En cualquier caso, la cartera de pedidos se encuentra en niveles altos. En el último trimestre de 2022, por ejemplo, sumó varios pedidos en el ámbito ferroviario. En concreto, el suministro de tranvías para las ciudades francesas de Montpellier y Marsella; tranvías para Sevilla; trenes regionales para el operador sueco SJ AB; y trenes ligeros para la ciudad alemana de Hannover. Además, logró hacerse con el suministro y mantenimiento de tranvías para Canberra (Australia), así como la rehabilitación de flotas ya entregadas para su circulación sin catenaria.

Para diversificar su negocio al margen del ferroviario, la compañía adquirió la firma polaca Solaris para adentrarse en el negocio de los autobuses. En este sentido, la firma presume en su plan estratégico a 2026 de haber pasado de ser un fabricante ferroviario con capacidades integrales a consolidar su posición como proveedor de soluciones de movilidad en el ámbito ferroviario y de autobuses urbanos.