El aceite de oliva amenaza con nuevas subidas de precio por el desplome de la producción

El precio del aceite de oliva es un 59,6% más caro en origen que en la anterior campaña. Y la histórica caída de la producción motivada por la sequía amenaza con seguir presionando los precios al alza. La subida se ha repercutido en el precio final al consumidor (+30,5% interanual), pero parece que se ha hecho en menor medida que la subida registrada entre el campo y la industria.

La rebaja del IVA decretada por el Gobierno ha ayudado a amortiguar la subida de precios, con una reducción del gravamen que pasa del 10% al 5%. Aunque al sector en su conjunto le hubiese gustado que se suprimiese por completo, lo cierto es que ha ayudado a amortiguar en parte el incremento de precios que paga el cliente en los lineales de los supermercados.

Este lunes, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, reúne al Observatorio de la Cadena Alimentaria, para analizar con todos los actores el impacto real que ha tenido la reducción del IVA en el precio de los alimentos. Y el aceite de oliva será uno de los elementos sobre la mesa.

El Ministerio se encuentra también analizando las cifras de una muy mala campaña, marcada por la falta de agua. Actualmente, de departamento de Planas está analizando con los diferentes subsectores del aceite la cifra de estimación de la producción de la campaña. Fuentes del sector se muestran convencidas de que la revisión implicará una cifra mucho menor de las 780.842 toneladas aforadas. Se trata de una "caída alarmante" frente a las 1,48 millones de toneladas del año anterior.

Según alertan desde la organización agraria COAG, la producción de aceite de oliva en Andalucía presenta una merma del 58% con respecto a la pasada campaña, mientras que en la provincia de Jaén la reducción es aún peor, del 66%. A nivel nacional, la merma se sitúa en 614.331 toneladas de aceite, un 55% menos que la producción de la pasada campaña, que fue de 1.389.970 toneladas de aceite.

Desde la industria envasadora defienden su posición. "Cualquiera que conozca el sector, sabe que hemos reducido nuestros márgenes de manera significativa en el último año, pero hay factores que escapan a nuestro control y que inciden en el precio final del producto", explica Primitivo Fernández, director de Anierac. Son muy críticos también con la decisión del Gobierno de imponer un impuesto al plástico no reutilizable en estos momentos.

La preocupación ante esta bajada está ahora en saber si la cantidad del aceite virgen extra será suficiente para atender al mercado interior y a los habituales mercados donde España es el principal exportador. "Va a ser un año muy complicado, pero las marcas van a intentar no perder cuota de mercado en los mercados internacionales", añade el director general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) Rafael Pico.

En los últimos meses, las exportaciones españolas han ido reduciéndose y de manera muy clara en el mes de diciembre de 2022, habiendo disminuido su volumen hasta un 30%, según los datos registrados en el Ministerio de Agricultura. Y las previsiones para los próximos meses no mejoran. "No podemos permitirnos una pérdida de competitividad del sector de los Aceite de Oliva españoles y debemos trabajar para seguir manteniendo el liderazgo mundial", remata Pico.

Adelanto de las exportaciones

Cuando el precio sube en origen España, otros países productores que no están en la UE tratan de entrar a nuestros mercados, sobre todo en los graneles (Túnez, Turquía, Marruecos, Siria...). Por eso, las empresas españolas han incrementado las exportaciones a unos precios más bajos de los que se preveía que iba a haber. Es decir, han exportado anticipadamente a los distribuidores en los países para que la subida prevista no les dejase fuera de mercado.

En Estados Unidos ha habido récord histórico de las importaciones con 412.000 toneladas, cuando el récord histórico se logró hace tres años con 403.000. Sin embargo, el consumo no ha crecido en el país norteamericano.

"Si las precipitaciones se normalizan a partir de primavera, los precios pueden bajar", explican las fuentes consultadas. Eso sí, no lo harían hasta que empiece a haber producción a partir del mes de octubre. Hasta entonces, debido a la escasez, "los precios al consumidor terminarán por subir porque no hay aceite", concluyen.