El problema no es nuevo, simplemente se agrava de año en año. A la crisis demográfica que desde hace décadas arrastra la sociedad vasca se suma la fuga de talento y la falta de vocaciones ‘industriales’. Una situación que complica el proceso de modernización iniciado y que requiere incorporar mano de obra cualificada que no se encuentra y que hay que incorporar con urgencia al tejido empresarial vasco. Los empresarios vienen advirtiéndolo desde hace tiempo y las autoridades siguen buscando soluciones que impidan que dos de los motores de la economía en el País Vasco, la Industria y la Automoción, agraven aún más su dificultad para incorporar profesionales, en algunos casos de alta cualificación, y en otros procedentes de ramas especializadas de la Formación Profesional (FP).

Ahora el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se ha propuesto actualizar la radiografía de la cualificación en Euskadi. Lo hará con un sondeo a gran escala que analizará la situación en al más de 2.000 hogares a los que tomará el pulso sobre la preparación laboral que presentan y que se convertirán en una muestra representativa de la 'fotografía' de formación de la población activa en el País Vasco.

Con los resultados de esta encuesta que ya ha adjudicado el departamento de Trabajo se confía en recabar información valiosa para reorientar las políticas de empleo y de formación de las futuras generaciones. De este modo, se espera compensar, de algún modo, los problemas de incorporación de profesionales de determinados perfiles especialmente escasos en cada vez más sectores de la economía. En muchos sectores hoy existe más oferta de empleo que demanda de ellos. Lo que inquieta aún más es que este escenario no parece que vaya a reconducirse a corto plazo.

El informe ‘Perfiles más demandados en 2023’, elaborado por Adecco, constata que en el caso del País Vasco la mayor dificultad para encontrar mano de obra se detecta en el sector metalúrgico, en el naval y en el ferroviario, además de en el ámbito de la Tecnología de la Información, donde algunos niveles de cualificación son difíciles de cubrir. Otros perfiles con complicaciones para contratar son los dedicados al campo administrativo, fundamentalmente por un insuficiente conocimiento de idiomas. Junto a ellos existen grandes problemas para encontrar profesionales suficientes en algunas áreas del campo industrial así como en determinadas ingenierías. Los sectores con más dificultad, además de los citados, son los relativos al campo de la logística-transporte, la distribución y los servicios.

Un 8,6% de tasa de desempleo

El estudio que llevará a cabo el Gobierno vasco en miles de hogares analizará la formación reglada que poseen cada uno de sus integrantes, así como las actividades formativas complementarias realizadas, entre ellas la formación en idiomas. También se registrará la trayectoria profesional. De este modo se actualizará el último informe similar llevado a cabo y que data de hace cuatro años. Esta información permitirá detectar cuál es la formación profesional media y la capacitación de la población activa en Euskadi, así como los campos en los que las carencias son más relevantes y por tanto habrá que incidir de cara al futuro y a las demandas del mercado actual.

Hace tiempo que el empresariado viene alertando del problema que la progresiva caída de natalidad y fuga de talento supone para la economía vasca. Actualmente Euskadi es una de las regiones con el índice de natalidad más bajo de Europa, una realidad que se detectó hace años y que resiente ya el mercado laboral, en particular en el caso de los empleos de mayor cualificación o especialización, en particular en la Industria y la Automoción, verdaderos motores económicos en el País Vasco. Las sucesivas políticas de apoyo a los jóvenes, así como a las familias, promovidos por el Gobierno vasco han intentado frenar la caída de la natalidad, sin por el momento surtir efecto.

Actualmente el País Vasco tiene la tasa de desempleo más baja de España, tras Navarra, con el 8,6% de la población activa sin trabajo. Supone un porcentaje notablemente inferior al que se había fijado el Gobierno al inicio de la legislatura, que marcó el 10% como objetivo, pero que tras la pandemia ha reorientado la prioridad hacia la cualificación de los profesionales. En este sentido también se han puesto en marcha planes para fomentar las vocaciones más técnicas entre las mujeres, históricamente más reticente a la hora de optar por este tipo de estudios.

Modernizar la Industria

Los desajustes entre necesidad de profesionales y la oferta que de Universidades y Centros de formación salen cada año, se están intentando reducir. Las nuevas generaciones cada vez ven menos atractivos los empleos en los sectores industriales más tradicionales y que en el caso de la economía vasca representan casi el 23% de su PIB, -frente al 16% de España-, según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT).   

A ellos se suma la necesidad de actualizar y modernizar la Industria vasca para mantener y mejorar su nivel competitivo y a la que de modo reiterado apela el Ejecutivo. Los últimos datos señalan que sólo el 5,6% de la industria tiene un nivel tecnológico alto y otro 28% “medio-alto”. El resto, ha iniciado un proceso para elevarlo pero con la dificultad de no encontrar la mano de obra cualificada que requiere.