Marzo estuvo protagonizado por una crisis bancaria que hizo que se despertasen fantasmas del pasado. La quiebra de Silicon Valley Bank en EEUU provocó turbulencias en todo el sistema financiero mundial. A esto se le añadió el colapso y posterior compra de Credit Suisse que terminó de poner todo patas arriba, aunque su rápida resolución y la intervención de los reguladores europeos calmaron la situación. Todo ello desató el miedo de los inversores que comenzaron a vender las acciones de los bancos. En la bolsa española, la negociación se elevó un 50,4% respecto al mes anterior. 

Según los datos publicados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), el volumen de renta variable negociado en la bolsa española en marzo alcanzó los 37.242 millones de euros, lo que supone 12.483 millones de euros más en términos absolutos en comparación a febrero. Sin embargo, el volumen de marzo cayó un 15,0% con respecto a marzo de 2022, cuando en la bolsa española se registraron operaciones con un valor total de 43.860 millones de euros. Además, el volumen negociado en renta variable en los tres primeros meses de 2023 se contrajo un 18,6%, hasta los 89.247 millones de euros.

Además de incrementar la negociación, el número de operaciones también ha subido con fuerza en marzo. Así, se registraron un total de 3,36 millones de operaciones, un 30,9% más respecto a febrero, pero un 36,7% menos que en el mismo mes de 2022. En lo que va de año, el número de operaciones se ha reducido un 33,5%, hasta los 8,76 millones.

Este aumento en las negociaciones se ha traducido en ventas. Los bancos han sido los valores más afectados en el Ibex 35 y los que han registrado mayores caídas. De hecho, en alguna de las entidades se pudieron ver desplomes de hasta un 10% en un día. Banco Sabadell fue la entidad que se vio más afectada por las crisis bancarias. Desde el 9 de marzo, día en el que colapsó Silicon Valley Bank, la entidad se dejó un 25% hasta final de marzo. César González-Bueno, consejero delegado del banco, explicó que este castigó fue porque era el banco que mejor recorrido había tenido y los inversores recogieron beneficios. 

La caída mensual de Sabadell se redujo hasta el 20,3%. Algo superior fue el desplome mensual de Bankinter, que se dejó en marzo un 21,5%, y muy de cerca le sigue Unicaja, que cedió un 19%. En el caso de los grandes bancos, CaixaBank fue el más afectado con una caída del 11,6%; BBVA se dejó en marzo un 10,8% y Banco Santander, un 8%. Todas estas caídas se traducen en que los bancos han perdido en un mes 16.706 millones de euros por las crisis bancarias.

A pesar de un mes de marzo convulso, el Ibex 35 cerró el primer trimestre del año con una revalorización del 12,2%, al situarse en los 9.232,5 puntos. El repunte del selectivo de las bolsas y mercados españoles es más notorio si se tiene en cuenta que en el mes de marzo registró una contracción del 1,7% en el contexto de la volatilidad que se ha registrado en los mercados financieros como consecuencia del colapso de cuatro bancos medianos en Estados Unidos y de Credit Suisse en Europa.

El colapso de Silicon Valley Bank comenzó el 9 de marzo al anunciar una ampliación de capital por 2.250 millones de dólares. La entidad se desplomó un 60% y contagió a todo el sector bancario estadounidense. El ‘crash’ bursátil del banco de Silicon Valley se sumó al colapso del ‘criptobanco’ Silvergate Bank, que anunció la «liquidación voluntaria» de manera ordenada de sus operaciones. 

Al día siguiente, EEUU decidió intervenir el Silicon Valley Bank por insolvencia.  Reguladores financieros de Estados Unidos anunciaron el cierre del banco por falta de liquidez e insolvencia y anunciaron medidas para garantizar la protección de todos sus depósitos asegurados.

Cuando parecía que el sistema bancario de EEUU estaba encarrilado, llegó el colapso de la entidad suiza Credit Suisse. El principal accionista,Ammar al Khudairy, presidente del Banco Nacional Saudí, señaló en una entrevista que no iba a ampliar su participación en el banco. Algo que provocó que Credit Suisse cayese en bolsa un 25% y contagiase, de nuevo, a los bancos europeos. Unas declaraciones que se unieron a la información de que algunos puntos de las cuentas no estaban claras. Esto sucedió el 15 de marzo y todo se solucionó ese fin de semana con la intervención de las entidades suizas y la compra del banco por parte de UBS por 3.000 millones de euros. 

Esta compra provocó que el Banco Central Europeo, la Junta Única de Resolución (JUR) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) se pronunciaran, ya que las autoridades helvéticas acordaron que inversores tenedores de deuda anticrisis por 16.000 millones cubrirán pérdidas de la entidad, frente al trato más benévolo recibido por los accionistas.

A través de un comunicado conjunto, las tres instituciones recordaron que el marco de resolución que se implementó en la Unión Europea tras la crisis financiera de 2008 estableció el orden según el cual los accionistas y acreedores de un banco en problemas deben soportar las pérdidas.

Más movimiento en la renta fija

Por otro lado, el volumen contratado en febrero en los mercados de renta fija alcanzó los 19.569 millones de euros, un 43,2% más que en febrero. En comparación con el mismo mes de 2022, el incremento fue del 113,4%.

De esta forma, el número de negociaciones de renta fija aumentó un 20,8% frente a febrero y aumentó un 91,3% frente a marzo de 2022, hasta situarse en 3.293 operaciones. En el primer trimestre, el número de operaciones alcanzó las 8.883, un 58,7% más que en el mismo periodo de 2022.

Las admisiones a negociación, que incluyen las emisiones de deuda pública y de renta fija privada, ascendieron a 46.219,9 millones de euros, lo que implica un descenso del 1,4% en comparación con febrero, pero un aumento del 10,4% respecto al mismo mes del año anterior.

En el mercado de derivados, la negociación en futuros sobre el índice Ibex 35 se incrementó un 32,4% frente a febrero, pero se redujo un 24,2% en comparación con marzo de 2022; y la de los contratos de futuros del Mini Ibex 35 disminuyó un 49,7% en tasa interanual, pero aumentó un 75,7% frente a febrero.

Por su parte, la negociación en los contratos de futuro sobre acciones se disparó un 5.840,3%, hasta los 5,8 millones de euros por la 'cuádruple hora bruja' que se produce a mediados de marzo e implica el vencimiento de futuros y opciones. Frente a marzo de 2022, la negociación de futuros aumentó un 52,3%.