La actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se ha adelantado a PSOE y PP a la hora de anunciar cuáles serán sus principales propuestas en materia económica de cara a las elecciones. La también líder de Sumar, formación que aglutinará a un buen conjunto de partidos a la izquierda del PSOE, aprovechó la noticia del fichaje del economista de CCOO Carlos Martín para hablar de una reforma empresarial y de la necesidad de mejorar la productividad en España.

"Ha llegado el momento de abordar la gran asignatura pendiente en nuestro país: la reforma empresarial. Necesitamos empresas con mayor tamaño y participación de las personas trabajadoras", escribió Díaz en Twitter. Al mismo tiempo, apostó por implementar de forma permanente el impuesto de solidaridad que el Gobierno ha aprobado este año para los patrimonios superiores a los tres millones de euros, entre otros cambios tributarios también ligados a las empresas.

"No puede ser que una peluquería tribute al 17,5% y una gran empresa lo haga al 3,9%. España necesita una reforma integral del sistema fiscal, con un Impuesto permanente a las Grandes Fortunas y una gran reforma del Impuesto de Sociedades. Debe contribuir más quien más tiene", afirmó. Para completar los anuncios, aseguró que Sumar implicará "a los agentes sociales para controlar la inflación y requilibrar el poder de negociación entre empresarios y trabajadores" y la creación de un "consejo de la productividad", puesto que ahora este indicador está "25 puntos por debajo de la media europea".

Por el momento Sumar no ha hecho públicas más que esas ideas, pero ya dan una idea de por dónde enfocará la coalición su programa de cara al 23 de julio. Algunas son ideas que ahondan en iniciativas en las que Díaz ya se había posicionado, pero otras son totalmente nuevas. Las analizamos.

La reforma empresarial

La "reforma empresarial" está en el lado de las medidas más novedosas que ahora Sumar ha puesto sobre la mesa. Es bien sabido que en España el pequeño tamaño de las empresas lastra al tejido productivo y a la productividad. Las pymes son más vulnerables ante posibles crisis, sufren más la inflación, tienen peores condiciones a la hora de acceder a financiación, y les afecta más la morosidad. Además, en ellas los salarios son más bajos, el empleo es de peor calidad y los trabajadores están peor representados. También son menos competitivas en términos de formación.

En España, las empresas micro -de menos de 10 trabajadores- representan el 94% del tejido productivo. ¿Cómo solucionarlo? En repetidas ocasiones los economistas han reclamado que las compañías de menor tamaño deberían poder acceder a financiación en mejores condiciones, lo que les permitiría crecer. Pero en esta ocasión deberá ser Díaz quien concrete la manera de alcanzar este objetivo que tantos gobiernos se han planteado.

El Consejo de Productividad

La baja productividad es otro de los grandes problemas de la economía española, que en este aspecto está a la cola de la OCDE. En España se produce menos por hora trabajada, y por eso también se gana menos. Remediarlo puede pasar por tocas las horas de trabajo -y eso que Díaz viene defendiendo trabajar menos para vivir mejor, en línea con el planteamiento de Más Madrid y su jornada laboral de cuatro días-, por cambiar el tejido productivo a actividades más eficientes o por fomentar el uso de tecnologías, aunque esto último está en duda -los últimos avances tecnológicos no parecen haber ensanchado en gran medida la productividad-.

No está claro cómo un Consejo de la Productividad como el que propone la ministra podría ayudar a impulsar la productividad, pero los economistas -incluso del otro lado del espectro ideológico- han acogido de forma favorable la medida. "Es una buena noticia que Sumar ponga el foco donde ha de estar: en incrementar la productividad como única vía para aumentar la prosperidad de todos. Ni en redistribuir una magnitud fija de riqueza ni en locuras decrecentistas", ha tuiteado Juan Ramón Rallo.

Controlar la inflación y los márgenes

Aquí Díaz retoma una línea que ya venía manteniendo desde el Ministerio, y que también defiende CCOO. Es un hecho que durante los últimos años los trabajadores se han llevado la peor parte de la crisis inflacionista, al no aumentar sus salarios en línea con los precios, mientras que los márgenes de muchas empresas sí han crecido incluso más que antes de la pandemia, como ha constatado hasta el Banco de España.

Por el momento la iniciativa del Ejecutivo es aceptar la creación de un observatorio de márgenes empresariales que propuso Comisiones Obreras, y que en teoría estará en marcha a finales de mes. En base a los datos que proporcionará, los negociadores de convenios podrán utilizar la información sobre el avance económico de cada sector empresarial en la negociación de los convenios colectivos. Lo complicado es ir más allá, es decir, limitar los márgenes o beneficios que pueden registrar las empresas en una crisis de inflación, como también han pedido desde Podemos en diferentes ocasiones.

El impuesto a las grandes fortunas y la reforma de sociedades

En materia impositiva las propuestas por el momento son mantener de forma permanente el impuesto, ahora temporal, a las fortunas con más de tres millones de patrimonio. Los más ricos tendrán que abonar este julio y el próximo este nuevo tributo y también deberán pagarlo los contribuyentes que viven en comunidades autónomas donde el impuesto sobre el patrimonio está bonificado al 100%. Pero desde el ala morada del Gobierno ya habían manifestado que el impuesto debería hacerse fijo y que lucharían por ello.

Del lado del impuesto de sociedades, Sumar ya había manifestado su intención de fijarlo en el 15% y de obligar a las grandes empresas que ahora se aprovechan de deducciones a aportar una contribución mínima, es decir, recortando deducciones y exenciones. Asimismo, de cara a la reforma fiscal Podemos había propuesto incrementar un 10% Sociedades a las eléctricas como forma de abaratar los recibos de la luz, algo que el ala socialista del Gobierno descartó.