El Gobierno balear, encabezado por la popular Margalida Prohens, ha eliminado el grueso del impuesto de sucesiones y donaciones este martes. "Acabamos hoy con un impuesto injusto, el más injusto de todos los que hay, que grava el esfuerzo y el ahorro de toda una vida de trabajo de la generación de nuestros padres y abuelos. Es urgente bajar impuestos a las familias", ha declarado la nueva líder balear. La reforma también incluye la supresión del de patrimonio para los jóvenes, pero hay que tener en cuenta que la medida no tendrá efectos sobre el contribuyente mientras se mantenga el impuesto de solidaridad sobre las grandes fortunas, en principio en vigor solo este año y el próximo y dependiente del Gobierno central.

Prohens ya había prometido durante la campaña que liquidaría el tributo autonómico, al igual que aseguraron que lo harían un buen número de candidatos del Partido Popular a las elecciones autonómicas. Aunque se habla de eliminación del tributo, no en sentido literal, puesto que realmente las promesas hablan de rebajas de cuotas sobre todo para las sucesiones entre padres e hijos, abuelos y nietos, pero se mantienen -o rebajan, dependiendo de la región- las cuotas en vigor para herencias entre tíos y sobrinos.

En el caso balear, se ha suprimido el impuesto de padres a hijos y de abuelos a nietos y entre cónyuges y se ha rebajado la cuota para herencias entre hermanos y entre tíos y sobrinos un 25% si el fallecido deja descendientes y un 50% si no los hay, todo gracias a los apoyos que Vox prestará al PP en el Parlamento autonómico. Los cálculos del Govern apuntan a que la pérdida de recaudación será de 15 millones de euros, aunque estima que las arcas públicas pueden afrontar dicha merma ya que los ingresos se han disparado gracias a la inflación.

Con esta decisión, los populares arrancan una carrera que se prevé intensa por suprimir casi del todo en la práctica este impuesto a las herencias y a las donaciones, tal y como habían prometido durante la pasada campaña. Como este gravamen se encuentra cedido en su totalidad a las comunidades autónomas, se utiliza habitualmente en una batalla fiscal a la baja que arrancó hace diez años, y que ha llevado a que multitud de autonomías los tengan prácticamente suprimidos.

Ahora, con el triunfo del PP en un buen número de regiones, la idea es continuar adelgazándolo en las que ya gobernaba el partido, y suprimirlo en aquellas en las que acaba de llegar al poder. Lo que suceda dependerá de lo fácil que tengan los populares las investiduras, que solo en algunos lugares ya están resueltas. Así, en La Rioja, la Comunidad Valenciana, Extremadura y en Canarias ya está claro que el impuesto desaparecerá, puesto que han sido investidos presidentes del partido que así lo prometieron, mientras que en Cantabria adelgazará aún más -ya estaba bonificado en su inmensa mayoría- y en Murcia y Aragón dependerá de lo que suceda en las próximas semanas, aunque todo apunta a que los populares gobernarán con unos u otros apoyos.

Las comunidades populares que también han prometido suprimirlo

La idea de bonificar en gran medida el impuesto de sucesiones no es una novedad entre el Partido Popular, en tanto que los gobiernos de Andalucía, Murcia, Madrid, Galicia y Castilla y León ya lo tenían en buena parte rebajado. Pero las últimas elecciones hacen presagiar importantes cambios al respecto, ya que ahora gobierna o todo apunta a que gobernará el PP en regiones donde antes no lo hacía, como la Comunidad Valenciana, La Rioja y Canarias. Estas, junto a Cataluña y Castilla-La Mancha, eran las regiones donde se solía pagar más por estos tributos.

Este lunes el vicepresidente de Canarias Manuel Domínguez (PP) informó de que han decidido eliminar los impuestos a las grandes herencias. "Lo habíamos dicho, que íbamos a plantear un plan de alivio fiscal vivo, dinámico y adaptable a cada uno de los tiempos. Y comenzamos, en primer lugar, con una bonificación del 99% del impuesto de donaciones y sucesiones".

En la Comunidad Valenciana, y de forma similar a lo sucedido en Canarias, aún no han suprimido el impuesto, pero la medida sí está acordada entre PP y Vox, los dos partidos en el Gobierno. En este caso, sería una exención total, que anularía las importantes reducciones y exenciones que ya existen. La merma del ISD supondrá la pérdida de al menos 300 millones de euros, según los datos de recaudación de los últimos años. El pacto también incluye una reducción "drástica" del IRPF que no se ha concretado y la supresión del de patrimonio.

En Cantabria, la popular María José Sáenz de Buruaga fue investida presidenta a principios de julio gracias a la abstención del PRC. La sucesora de Miguel Ángel Revilla ha prometido bajar impuestos a todos los cántabros y extender la bonificación del 100% en sucesiones "para que nadie tenga que pagar por heredar de un familiar directo", aunque la iniciativa aún tiene que concretarse. La suya es una de las medidas que menos efectos tendrá, puesto que ya existía una reducción de entre el 90 y el 99% del impuesto para los descendientes de primer grado.

En Extremadura, que ya era una de las comunidades donde más se bonificaba el citado tributo aunque allí gobernaba Fernández Vara (PSOE), la nueva presidenta popular María Guardiola ha asegurado que las ampliará, prestando especial atención a los casos de herencias a hijastros y a convivientes no casados. Guardiola ha sido investida con los votos del PP y de Vox. Por último, Gonzalo Capellán, también del PP, fue investido presidente de La Rioja gracias a la mayoría absoluta conseguida en las elecciones de mayo. Capellán se ha comprometido a eliminar sucesiones progresivamente, comenzando el primer año de padres a hijos.

Las que aún no tienen presidente claro

La situación parece más complicada en Murcia, donde Vox ha tumbado por segunda vez la investidura de López Miras. El partido de ultraderecha busca un ejecutivo de coalición que el PP rechaza. Pero si consiguen ponerse de acuerdo, el nuevo Gobierno murciano continuará la misma hoja de ruta del resto del partido. La pretensión es que no exista hasta el tercer grado.

En el caso de Aragón, Jorge Azcón (PP) continúa pendiente de las negociaciones y de lograr una mayoría suficiente tras haber ganado las elecciones a Javier Lambán (PSOE). De nuevo, aquí su objetivo es bonificar hasta el 99% las sucesiones entre padres, hijos, abuelos y cónyuges, y rebajas las que se producen entre hermanos, tíos y sobrinos.