Adif da un paso más de cara a una segunda fase de la liberalización ferroviaria. La compañía que preside María Luisa Domínguez ha puesto en marcha un cuestionario dirigido a los potenciales operadores interesados en el proceso con el que pretende conocer la opinión no solo de las empresas que ya operan en el mercado español sino de otras posibles candidatas interesadas en entrar en nuevas rutas abiertas a la competencia.

Tras la primera fase que ha supuesto la entrada junto a Renfe de Ouigo e Iryo, "Adif quiere seguir aprovechando la capacidad de su red, dinamizando la competencia y dando la oportunidad de incorporar al sistema ferroviario a más actores y más líneas ferroviarias, con una nueva oferta de capacidad", explica el administrador.

En base al interés que muestren las compañías, Adif diseñará una nueva fase de apertura del mercado a la competencia. Hasta ahora, tres operadoras compiten con cuatro marcas en los tres corredores principales de alta velocidad. Según la empresa pública, esos ejes "ya superan los niveles de tráfico prepandemia, han incrementado la cuota modal frente a otros modos de transporte y ofrecen a más ciudadanos más servicios y más competitivos".  

El cuestionario plantea cuestiones a los posibles interesados sobre las rutas, frecuencias, paradas, ocupación estimada de los servicios y tiempo de rotación en las terminales. También pregunta específicamente por el uso del túnel Atocha-Chamartín en ancho estándar o los baipases de Madrid, para servicios transversales. Asimismo, invita a compartir información sobre las características del material rodante, número de plazas, su utilización en simple o doble composición y la velocidad máxima

Por otro lado, también se pregunta sobre el modelo de acuerdo marco -incluyendo la posibilidad de ampliar los actuales a otros destinos- y su duración, atendiendo a los plazos de inversión iniciales; la cooperación entre empresas y el uso del sistema de códigos compartidos, al igual que en el sector aéreo; los criterios de prioridad -adicionales al de máximo uso de la infraestructura- cuando no sea posible coordinar diferentes solicitudes; la operativa de mantenimiento, incluyendo la posibilidad de implantar talleres propios; y las necesidades de carácter comercial en las estaciones, incluso compartiendo servicios con otros operadores o proveyéndose de ellos.

Los potenciales candidatos a la segunda fase de la liberalización tendrán de plazo hasta el 15 de septiembre para enviar sus respuestas al administrador ferroviario. Actualmente, la red de alta velocidad española cuenta con 4.000 km de extensión y es la más amplia de Europa y la segunda del mundo tras China.

La empresa defiende que hasta ahora ha conseguido consolidar el lanzamiento de un modelo de liberación único -denominado el 'caso español'- y que es reconocido en Europa. Según explica la compañía, en la primera fase "Adif y Adif AV emprendieron un modelo proactivo, ofreciendo al mercado la capacidad y, por primera vez en Europa, ha conseguido la competencia de tres operadores en un mismo corredor de alta velocidad".  

Ahora, con la segunda fase quiere dinamizar la competencia, dando la oportunidad de incorporar al sistema ferroviario a más actores con una nueva oferta de capacidad. Esta última mantendrá similitudes con el proceso anterior, aunque incluirá hechos diferenciadores, pues según subraya la compañía, la situación de partida es distinta: el mercado español ha dejado de ser monopolístico, con tres empresas en operación. A ello "se suma el elevado interés por explotar otras líneas, tanto de las empresas que ya operan como de posibles nuevos entrantes", remata la empresa.