El Banco Central Europeo ha vuelto a cumplir con lo esperado y ha subido los tipos de interés un 0,25% hasta el 4,25%. De esta manera, el organismo ha encadenado nueve subidas consecutivas para luchar contra la alta inflación y devolverla al 2%.

Hace justo un año, el BCE decidió cambiar el rumbo de política monetaria y hacerla más restrictiva con la primera subida de tipos en once años. En estos 12 meses se han celebrado ocho reuniones más en las que en todas se ha decidido subir el precio del dinero. Nueva subidas consecutivas que sitúan los tipos de interés en el nivel más alto de hace dos décadas.

"La evolución desde la última reunión respalda la expectativa de que la inflación continuará descendiendo durante el resto del año, pero se mantendrá por encima del objetivo durante un período prolongado", señala el BCE en el comunicado.

El consejo del supervisor explica que algunos indicadores muestran signos de moderación, pero la inflación subyacente se mantiene en niveles, en general, elevados. Además, el BCE ha constatado que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza, ya que las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, "lo que es un factor importante para que la inflación vuelva al objetivo".

En el comunicado de esta reunión, hay que resaltar que se ha eliminado la tradicional frase "llevar los tipos a niveles suficientemente restrictivos" y se ha reemplazado por los tipos "se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo necesario" para lograr que la inflación vuelva a situarse pronto en el objetivo del 2 % a medio plazo. De esta frase se puede intuir que los tipos se mantendrán sin subidas en la próxima reunión que se celebrará en septiembre, así como que no habrá una bajada de los tipos.

Ante esto, el Consejo explica que las decisiones de subidas de tipos seguirán dependiendo de los datos que determinarán "el nivel de restricción y su duración apropiados". En particular, sus decisiones sobre los tipos de interés seguirán basándose en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria.

Esta subida de 25 puntos básicos se ha realizado para los tres tipos de interés oficiales del BCE. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 4,25%, el 4,50% y el 3,75%, respectivamente, con efectos a partir del 2 de agosto de 2023.

El Consejo de Gobierno también ha decidido fijar la remuneración de las reservas mínimas en el 0 %. "Esta decisión preservará la efectividad de la política monetaria manteniendo el grado de control actual sobre la orientación de la política monetaria y asegurando la transmisión plena de las decisiones sobre los tipos de interés a los mercados monetarios", explican en el comunicado. Asimismo, según añaden, mejorará la eficiencia de la política monetaria al reducir el importe total de intereses que debe pagarse por las reservas a fin de aplicar la orientación adecuada.

Programa de compras de activos y de emergencia frente a la pandemia

El tamaño de la cartera programa de compras de activos (APP) está descendiendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir íntegramente el principal de los valores que van venciendo.

En lo que se refiere al programa de emergencia frente a la pandemia (PEPP), el Consejo de Gobierno prevé reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco del programa que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024. En todo caso, la futura extinción de la cartera del PEPP se gestionará de forma que se eviten interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria.

El Consejo de Gobierno continuará actuando con flexibilidad en la reinversión del principal de los valores de la cartera del PEPP que vayan venciendo, con el objetivo de contrarrestar los riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria relacionados con la pandemia.