El Gobierno ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un nuevo catálogo de ocupaciones de difícil cobertura. Se trata de una actualización del anterior listado de perfiles profesionales que las empresas españolas necesitan y no encuentran hasta tal punto que se les autoriza a contratar a personal fuera del país. El catálogo no incluía nuevas profesiones desde la crisis de 2008, y mientras que hasta el momento solo se permitía buscar fuera de España a deportistas de élite y puestos ligados a la marina, la actualización abre la posibilidad de contratar a empleados para cubrir perfiles muy concretos del sector de la construcción.

Ni albañiles, ni capataces, sino tan solo siete perfiles muy específicos. En concreto, la novedad es que ahora el catálogo permite que las empresas de todas las provincias contraten en sus países de origen a carpinteros de aluminio, metálico y pvc; montadores de carpintería metálica, aluminio y pvc; instaladores electricistas de edificios y viviendas; instaladores electricistas en general; conductores-operadores de grúa en camión; conductores-operadores de grúa fija -también "en general"-, y conductores-operadores de grúa móvil.

Estas profesiones concretas se añaden a todas las relacionadas con el mar -de camareros de barco a cocineros de los mismos, marineros, mecánicos y maquinistas navales, entre muchos otros- y las del deporte profesional -que en este caso se limitan a deportistas y entrenadores profesionales- que ya incluía el catálogo, por lo que ya estaba permitido contratar personal de estos perfiles "en origen", esto es, fuera de España. La lista completa puede consultarse aquí.

Los cambios llegan tras pugna entre Seguridad Social y Trabajo

Los cambios que han llegado al catálogo el día de la Asunción, festivo nacional, no son baladíes puesto que se han producido tras meses de importante tensión al respecto entre los ministerios de Seguridad Social -que también incluye la cartera de Migraciones- y de Trabajo. Mientras que el primero, el de Escrivá, se ha mantenido a favor de buscar trabajadores fuera del país para aquellos sectores donde las empresas están notando escasez, el de Yolanda Díaz ha rechazado con fuerza la contratación en origen porque los puestos de trabajo vacantes ni son tantos como parece, ni son difíciles de cubrir. Se trataría, más bien, de un problema de condiciones laborales y remediarlo estaría en mano de los empresarios.

Es la razón por la que en Trabajo creen que ir a otros países a buscar empleados para cubrir puestos libres "podría tener una repercusión negativa en términos de las condiciones de trabajo" en un momento en el que España aún cuenta con 2,7 millones de parados. Para Yolanda Díaz se estaba cruzando una línea roja al abrir la puerta a que las empresas contratasen trabajadores en peores condiciones, al aumentar la oferta de mano de obra, en lugar de forzarlas a "que paguen más" a los parados ya presentes en España que están buscando un trabajo.

"Paguen más y no les faltarán trabajadores. Ofrézcanles [a los empleados] mejores condiciones de trabajo; denles más motivos para trabajar en sus empresas", dijo en el Congreso. Sin embargo, poco a poco la cartera de Yolanda Díaz ha matizado su posición, y este miércoles expresaban que, si bien no hay un problema generalizado de vacantes, sí existe "voluntad de atender cuestiones puntuales, concretas, tanto territoriales como de perfiles profesionales que se pudiesen plantear por parte de los agentes sociales".

La construcción cree que faltan 700.000 trabajadores

Como resultado, este listado, firmado por el director del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Gerardo Gutiérrez Ardoy. La sorpresa en este sentido ha sido que su publicación se haya llevado a cabo en silencio, sin la publicación de una sola nota de prensa o comunicado por parte de ninguno de los dos ministerios implicados, aunque es lo habitual cuando se producen novedades de este tipo.

Pese a que la decisión no se ha comunicado, Trabajo se muestra satisfecho con el resultado de la negociación. La pretensión de Escrivá era abrir al exterior 31 perfiles en los que decía haber detectado falta de mano de obra pese al paro nacional, según publicó entonces El País, y finalmente el catálogo recoge una ampliación muy inferior, de siete perfiles. Además, el punto medio que se ha encontrado apacigua también a los sindicatos, que habían protestado por los mismos motivos: no hay falta de mano de obra, sino de condiciones de trabajo dignas.

De su lado, Seguridad Social defiende que la determinación de los perfiles que faltan se ha hecho en consulta con los agentes sociales "a partir de las necesidades constatadas por los servicios de empleo públicos y en consulta con los diferentes ministerios". Por este lado no existen datos oficiales de puestos de trabajo difíciles de cubrir, sino tan solo la encuesta del INE de vacantes. Según esta fuente, en el primer trimestre (últimos datos disponibles) había 6.200 vacantes en el sector de la construcción. La estadística no profundiza más, tan solo evidencia que son significativamente inferiores a las manos que se necesitan en la industria (casi 10.000) y en los servicios (más de 133.000).

Lo que está por ver es si la decisión será suficiente para los empresarios, quienes aseguraban que no eran capaces de retirar los carteles de "se busca personal". Entre las patronales que más alertaban de estas dificultades, estaba la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que estimaba una falta de 700.000 trabajadores. Estos empleados, argumento que también utilizaba Seguridad Social para reforzar su posición, serían también necesarios para conseguir cubrir los 250.000 puestos de trabajo que se espera que genere en la construcción el Plan de Recuperación, el proyecto a cambio del que España recibirá 140.000 millones de euros de fondos europeos.