El tema está en todas partes. Da igual que a usted no le guste el fútbol, que no haya visto un partido en su vida o que sea el mayor enamorado de la redonda y recite de memoria la alineación del Madrid de la Quinta del Buitre. El caso Rubiales y los efectos posteriores del acto cometido por el ex presidente de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) sobre la futbolista Jennifer Hermoso han dado la vuelta al mundo.

El fútbol femenino ha acaparado gran parte del protagonismo informativo nacional desde que España se alzó como campeona del mundo en Australia; aunque no por el histórico logro, sino por la guerra desatada entre la RFEF y unas futbolistas que no se conforman con los cambios acometidos en el organismo tras el beso de Rubiales a Hermoso.

El interés generado entre la sociedad, que se ha plantado y ha condenado mayoritariamente la actitud de Luis Rubiales y los procedimientos de la RFEF, contrasta con el pobre seguimiento que ha tenido en los campos de fútbol el inicio de la Liga F, máxima categoría del fútbol femenino en España.

El tirón del fútbol femenino en España

6.322 espectadores. Ese ha sido el total de personas que han presenciado en directo la jornada inaugural de la Liga F; es decir, una media que no llega a un público de 800 personas por partido. El dato choca con la reacción en masa del público a la polémica que sacude a la Federación: tanto RFEF como Montse Tomé, seleccionadora de la Selección Española de Fútbol Femenino e incluso alguna de las habituales en el combinado nacional com han ocupado posiciones de privilegio en las tendencias de la red social X en la convulsa semana para el futbol femenino español.

La cascada de manifestaciones sobre uno de los temas del año multiplica el calado del fútbol femenino en la sociedad, que pese a que en los últimos tiempos ha ganado relevancia, no termina por encandilar al público general. El Valencia-Real Madrid del viernes 16 de septiembre dio el pistoletazo de salida de la Liga F y, pese a ser uno de los partidos de la jornada, solo congregó a 1.166 personas en la Ciudad Deportiva de Valencia.

La segunda jornada de la Liga F 2023-2024, la primera que se disputó tras suspenderse la inicial por la huelga de las futbolistas, batió récords en DAZN al convertirse en la más seguida por número de usuarios únicos en la plataforma de streaming, superando a todas las jornadas del curso 22/23. Según indicó DAZN, la OTT gozó de un incremento del 127% de audiencia respecto a la media del último año en el torneo doméstico.

El evento con más tirón del estreno de la temporada en la Liga F fue el Atlético de Madrid-Athletic Club de Bilbao, con 1.232 personas. Pese a que es la cifra más positiva del inicio del campeonato, evidencia la falta debilidad del negocio del fútbol femenino en España, ya que esas 1.232 personas suponen el 45% de la capacidad del Centro Deportivo Cívitas Alcalá de Henares donde disputa el Atlético de Madrid Femenino sus citas.

Solo otros dos encuentros -el Madrid CFF-FC Barcelona y el Granada-Real Sociedad- superaron la barrera de los 1.000 aficionados en directo. Al Estadio Fernando Torres (Fuenlabrada), hogar del Madrid CFF, acudieron 1.073 personas para el choque contra el todopoderoso FC Barcelona, actual campeón de Europa, mientras que la vuelta del Granada a primera división 10 años después reunió únicamente a 1.200 personas en Los Cármenes.

Los cuatro enfrentamientos restantes evidencian la flaqueza del fútbol femenino en España: la ausencia de masa social. El Eibar-Levante Las Planas se quedo en 738 entradas, el Levante-Sevilla en 397, el Granadilla-Sporting Huelva en 267 y el Betis-Villareal en 250.

Los números de la Liga F

Los problemas del fútbol femenino en España van más allá del bochorno legal que empaña las fortalezas del deporte. El inicio de la Liga F fue retrasado una semana tras la suspensión de la primera fecha por la huelga conovocada por las futbolistas. La protesta, convocada por FUTPRO, la Asociaciación de Futbolistas Españoles (AFE), Futbolistas ON, CCOO y UGT, surgió en busca de una mejora en el salario mínimo para las futbolistas que hasta ahora estaba fijado en 16.000 euros anuales.

Para la temporada 2023/2024 se ha fijado un salario mínimo de 21.000 euros que podrá aumentar hasta los 23.000€ en función del crecimiento de los ingresos comerciales de la liga. Este mínimo crecerá con el paso de los años: para la temporada 2024/2025 el sueldo de las jugadoras subirá hasta los 22.500 euros y podrá ampliarse hasta los 25.000€ en función de los ingresos de la competición; para la temporada 2025/2026 el salario mínimo será de 23.500 euros. Y, al igual que las dos anteriores, podrá elevarse hasta los 28.000€ si los ingresos comerciales de la liga van en aumento. 

La reticencia de la patronal a la subida salarial parten de las costuras del negocio del fútbol femenino en España. Al término de la temporada 2021/2022, primer año de profesionalización, la Liga F sufrió pérdidas por valor de 20 millones de euros, con 18 millones de euros ingresos y 38 millones de euros en gastos.

La principal fuente de ingresos fue la publicidad y patrocinios, un 39,5% del total. Un 26,6% de los ingresos provino principalmente de subvenciones. Un solo club, el FC Barcelona, acumuló el 46% de los ingresos ordinarios totales de la competición. En ingresos televisivos o por publicidad y comercialización, ese mismo conjunto acaparó el 60,8% y el 56,9% del total.