1.057,6%, 107,4% y 50,1%. Esta es la dimensión del crecimiento que han experimentado los cultivos de pistacho, soja y aguacate en España entre 2011 y 2020. Los que han sido los frutos que que mayor espacio han ganado en la última década en el territorio nacional se expanden por el país gracias a las crecientes tendencias de alimentación saludable a nivel internacional y, especialmente, en Europa.

Tal y como recoge el 'Informe 2023 Cocampo sobre la Evolución de los Cultivos en España', el pistacho, la soja y el aguacate han sido los frutos del período mencionado, ya que son los que más han ampliado su superficie, algo que se achaca a su condición de 'superalimentos', aquellos "alineados con tendencias de consumo saludable".

El caso del pistacho, el más destacado con un incremento superior al 1.000%, se sostiene en su condición de cultivo de secano y su rentabilidad económica. Pese a que la inversión inicial requerida para la explotación del pistacho es elevada debido al precio de la planta, el árbol tiene unas necesidades hídricas escasas, lo que concuerda con la tendencia global hacia la sostenibilidad.

Las prácticas agrícolas se encaminan hacia métodos cada vez más respetuosos con el medio ambiente, lo cual ha favorecido el desarrollo y expansión de cultivos compatibles con estos principios. Una muestra de ello es la inclusión de ecoregímenes en la nueva PAC, unas prácticas voluntarias medioambientales que suponen una remuneración extra para el dueño de la explotación.

"Los agricultores españoles han respondido al cambio climático adaptando sus cultivos y prácticas a las nuevas condiciones climáticas, lo que ha permitido la expansión de ciertos tipos de cultivos que son más resistentes o adecuados a las condiciones cambiantes", apunta el informe.

El 'boom' de la soja y del aguacate

La proliferación de soja y aguacate en España responde a diferentes motivos. Mientras que el aguacate ha pasado de ser un cultivo alternativo a convertirse en uno del los grandes negocios del campo en España por su alta demanda achacada al reconocimiento de sus propiedades nutricionales; la soja ha ganado relevancia por su uso en la industria de la alimentación animal y la producción de aceite.

Según el informe 'Datos básicos del aguacate Campaña 21/22' de la Junta de Andalucía, en el periodo 2017-2021 el consumo per cápita de aguacate en España se ha incrementado un 106%. Además, el informe sobre 'Perspectivas Agrícolas 2021-2030 de la OCDE y la FAO', el aguacate se convertirá en la fruta tropical más comercializada en el 2030, por lo que su desarrollo en el campo español continuará aunque el conocido como 'oro verde' necesite una importante cantidad de agua para su producción.

El aguacate ha dejado de ser considerado como un cultivo exótico en España, ya que su consumo ha crecido más de un 1.000% en la última década, con un promedio de 1,5 kg por persona y año.

A diferencia de la fruta tropical, el interés en la plantación de soja se justifica en el aumento de la demanda de proteínas vegetales para la generación de piensos y otros productos industriales, como leches vegetales o salsas para consumo humano, indica el documento de Cocampo.

"La soja se ha convertido en un sustituto de alimentos de origen animal para quienes buscan reducir el consumo de carne. Dada la variedad de beneficios que ofrece, la soja se plantea como una alternativa de cultivo para los agricultores. Este cultivo requiere menos agua en comparación con la remolacha o la patata",

Este cultivo dispone de una superficie de 1.450 de hectáreas, de las que un 98,2% son en regadío y un 1,8% en secano. Durante la última década de datos disponibles (2011-2020), la superficie destinada al cultivo de soja se ha disparado, con un aumento del 107,4%, ganando 751 hectáreas. Si se observan los últimos cinco años, el incremento ha sido del 45,7% (+455 ha), con un aumento del regadío (47,4%) en detrimento del secano (-10,3%).

Cocampo destaca que España es uno de los principales productores ecológicos en términos de superficie de la Unión Europea y del mundo, con 23,9 millones de hectáreas destinadas a la producción ecológica, lo que representa el 10,8% de la Superficie Agrícola Utilizada (SAU).

"La creciente preferencia por alimentos orgánicos, naturales y de origen local ha influenciado positivamente el desarrollo de este tipo de cultivos en España", concluye el informe de Cocampo.