Yolanda Díaz ha aprovechado la reforma de los subsidios de desempleo, una ayuda para quienes han agotado el paro que ahora mismo reciben apenas 800.000 personas, para ir al choque frontal contra Nadia Calviño. La contienda, que comenzó teniendo un tinte más discreto, ya ha saltado a las redes sociales y a la televisión. Este lunes, Díaz fue a La Sexta y ya no hablaba a medias tintas: “La vicepresidenta económica defiende un modelo de recortar derechos en el subsidio por desempleo (…). Solamente ha recortado el desempleo en España el Partido Popular”.

La líder de Sumar está aprovechando la probable salida de Calviño del Gobierno para marcar perfil político frente al PSOE. Esta misma semana la ministra de Economía podría ser elegida como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y es el momento que ha escogido Díaz para hacer públicas las discrepancias entre ambas. Con este movimiento, estaría tratando de dejar atrás semanas complicadas, tras dejar a Podemos totalmente fuera de los ministerios del Gobierno de coalición, y a la vez preparando el terreno para las elecciones que se vienen -las principales, las europeas-, en las que no está nada claro si Sumar concurrirá con la formación morada o sin ella.

Precisamente este martes Podemos oficializó su ruptura con Sumar al pasarse al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados, a pesar de que negaban que fuesen a dar este paso hace solo unos días. La relación entre ambas partes parece muy deteriorada, y eso podría estar animando a Díaz a reforzar sus posicionamientos ideológicos para situar a Sumar como la sustituta natural de los morados. Si es posible una reconciliación de cara es algo que solo saben los integrantes de ambas formaciones y que se decidirá conforme se acerquen los comicios gallegos y vascos, que constituirán el gran examen de la izquierda tras las generales de julio.

Pero no será fácil que Sumar saque adelante la reforma tal y como la ha planteado. El mundo de la academia económica ha criticado unánimemente la propuesta de Trabajo, y los propios sindicatos tampoco la han visto con buenos ojos, pese a Díaz daba por hecho su apoyo -incluso, dando a entender que las medidas ya habían sido pactadas con estas organizaciones-. Este lunes, al terminar la primera reunión del diálogo social sobre el tema de esta nueva legislatura, UGT y CCOO calificaban de insuficiente la reforma y manifestaban su enfado al apreciar que el Ministerio podría no pretender negociarla mucho más.

Trabajo compara las ideas de Economía con las del PP

Sin embargo, en Trabajo preocupa más transmitir que el Ministerio de Economía persigue no solo recortes, sino políticas más propias de la derecha, y que el de Díaz busca mejorar la vida de la gente, y en este caso de aquellos que no consiguen salir del desempleo. En un encuentro con periodistas que tuvo lugar la semana pasada, fuentes de Trabajo hicieron públicas parte de las propuestas que los de Calviño les habían trasladado, remarcando las que tenían un tinte menos progresista: elevar la edad de acceso al actual subsidio para mayores de 52 años hasta los 60, recortar el número de meses que como máximo una persona puede beneficiarse del subsidio de desempleo, o aumentar el control sobre los parados.

Algunas de estas ideas, transmiten desde ambas partes, estuvieron sobre la mesa de negociación entre ambos ministerios tan solo de forma fugaz, pero Trabajo consideró importante transmitir hasta dónde podía llegar Economía -y ocultar algunas de las propuestas del ministerio socialista, como la compatibilización del subsidio con el empleo durante un periodo de un año-. Por otro lado, en el mismo encuentro con periodistas no se trasladó evidencia alguna que respaldase las ideas del equipo de Díaz -aumentar la cuantía de la prestación, los beneficiarios, rebajar el control sobre estos parados y compatibilizar la prestación y el empleo durante 45 días-, sino que se insistió en que este colectivo no va a encontrar un empleo antes por que se le recorte la prestación y que ya es lo suficientemente vulnerable como para precarizarlo más.

Por su parte, el Ministerio de Economía también ha aprovechado la reforma para distanciarse de Trabajo, aunque de manera más velada. En un desayuno informativo celebrado la semana pasada, el secretario de Estado de Economía -y posible sustituto de Calviño al frente del Ministerio-, Gonzalo García Andrés, deslizaba que la reforma del subsidio de desempleo sería una pieza central esta legislatura con la que conseguir el objetivo del pleno empleo -no hay que olvidar que España continúa teniendo la tasa de paro más alta de toda la UE y el doble de la media-. Después, el mismo Ministerio filtró a la prensa cómo creía que debía llevarse a cabo este cambio legislativo, y tras las críticas de Sumar a esta “injerencia”, García Andrés concedió una entrevista a El País donde continuó relatando la visión de Economía sobre la reforma.

La reforma de Trabajo choca con los economistas

Entre los economistas expertos en el mercado de trabajo, las ideas de Trabajo han sido unánimemente criticadas. Entre otros, lamentan que se planee aumentar las prestaciones sin incorporar al mismo tiempo incentivos para el regreso de los beneficiarios al mercado laboral. La compatibilización con el empleo, de solo 45 días, les parece escasa, y en general han transmitido que el planteamiento de Trabajo es demasiado restrictivo al ser más conservador con respecto a la duración del subsidio y los requisitos de acceso, de manera que apenas varía frente a la legislación actual.

En cambio, se han mostrado más favorables a la propuesta de Economía, con la que un individuo podría compatibilizar un trabajo y el subsidio de desempleo durante un año. El profesor de Economía Aplicada Manuel Hidalgo -también es miembro del consejo asesor del ministerio de Economía, ya explicó a este periódico que la propuesta del equipo de Calviño resultaría más beneficiosa para el beneficiario. En concreto, si un individuo encuentra un trabajo donde cobra el salario mínimo, percibiría 18.720 euros, más de un 20% superior al modelo de Trabajo. Del lado de los incentivos a trabajar, en el caso de la propuesta de Economía son de casi el doble.

Otros economistas que han escrito duras críticas hacia la propuesta de Trabajo, también en la línea expresada en los párrafos anteriores, son el doctor en Economía, profesor de la materia en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea José Ignacio Conde-Ruiz, y el catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Complutense Jesús Lahera, quienes han transmitido que la reforma va en la dirección equivocada. Por otro lado, desde los sindicatos también han expresado a este periódico sus reservas con respecto a la propuesta y han pedido que la negociación no se pare aquí, por más que el Gobierno tenga prisa por aprobar los cambios legislativos cuanto antes.