El euríbor ha registrado una subida espectacular en algo menos de dos años. En abril de 2022, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas se situó en positivo por primera vez desde 2016. Esta situación hizo que el mercado hipotecario español se transformarse por completo y se empezase a dejar atrás la época de “hipotecas baratas”. El precio de las hipotecas ha subido con fuerza, tanto en fijas como variables, pero al contrario de lo que se pudiera pensar, son las fijas las que más han aumentado su precio. 

Concretamente, el interés medio de las hipotecas fijas se ha duplicado desde que el euríbor está en positivo. Así, el interés inicial se situó en octubre en el 3,57% para los préstamos hipotecarios fijos, lo que supone un 104% más que el 1,75% de abril de 2022. Este aumento en el interés medio se debe, principalmente, a la subida del euríbor, que ha hecho que el precio de las hipotecas haya aumentado con fuerza. 

Sin embargo, en el lado de las hipotecas variables, la subida del interés inicial es menor. El interés ha aumentado en un año y medio un 63%, pasando del 1,85% de abril de 2022 al 3,02% de octubre de este año, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La razón principal de esta diferencia es que los que buscan hipoteca se decantan por las hipotecas fijas, ya que dan mayor tranquilidad ante un escenario de subida del euríbor. Esto hace que los bancos y las entidades aprovechen para encarecer este producto y abaratar las hipotecas variables para atraer a más clientes. 

De hecho, a pesar de que el euríbor en octubre se situó en el 4,16%, el interés de las hipotecas fijas fue mayor que el de las hipotecas variables. En particular, un 18% más caro. Pero cuando el euríbor comenzó a estar en positivo, el interés de las hipotecas variables era más alto que el de las hipotecas fijas. Sin embargo, dos meses después, se dio la vuelta y ya comenzaron a ser las fijas más caras que las variables, de inicio. 

El número de hipotecas constituidas sobre viviendas bajó un 22,3% en octubre respecto al mismo mes de 2022, hasta sumar 31.921 préstamos, con un tipo de interés medio que siguió al alza, alcanzando el 3,32%, su cifra más alta desde diciembre de 2015.

Desde el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España se considera que “la ciudadanía ha cogido miedo al euríbor y prefiere contratar hipotecas a tipo fijo que a tipo variable, aunque sea pagando más”. Los datos así lo muestran, del total de hipotecas el 56,7% se contrató a tipo fijo y el 43,3% a tipo variable.

El Consejo General señala otro dato que es significativo: de los 12.212 casos totales en los que se han realizado cambios en las condiciones de una hipoteca, en el 44,4% se deben a cambios del tipo de interés. Después de esa modificación, el porcentaje de hipotecas a interés fijo aumentó en octubre del 11,6% al 29,4%, mientras que el de hipotecas a interés variable disminuyó del 87,4% al 69,9%.

Desde Tecnomatrit recuerdan que “el periodo en el que hemos disfrutado de tasas negativas del euríbor no debe ser considerado normal, todo lo contrario, la situación era realmente anómala”. “Por definición, cualquier préstamo conlleva una serie de intereses. Que la financiación para adquirir una vivienda, que es la compra más importante de nuestra vida, no tuviera apenas coste hace unos años, no significa que un interés de entre el 3% y el 4% sea algo desproporcionado, aunque es entendible que la demanda así lo perciba debido a que el cambio de tendencia ha sido bastante repentino”, destaca Tecnotramit.

Tradicionalmente, con el euríbor positivo, los hipotecados a tipo fijo han pagado unas cuotas más caras, pero con la tranquilidad de saber cuánto van a pagar cada mes. Los que tienen una hipoteca a tipo variable tienen que revisar su préstamo una vez cada 12 meses, en esa revisión si el euríbor ha subido, su cuota subirá, si ha bajado, bajará la cuantía a pagar. Esto ha sido uno de los problemas del último año, ya que el 70% del saldo hipotecario vivo es variable y muchos han visto cómo su cuota ha subido en 200 euros mensuales. 

La subida de esa cuota depende del año en el que se contrató el préstamo hipotecario. Por ejemplo, CaixaBank calcula que la hipoteca de sus clientes ha subido de media unos 90 euros mensuales, es decir, algo más de 1.000 euros al año, por lo que aleja los más de 200 euros de subida que se apuntan, aunque su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, matizó que habría clientes que sí que les habrá subido ese dinero, pero no son la mayoría.