Grifols tiene ante sí varios retos para recuperar la confianza del mercado tras la crisis bursátil abierta por el informe del bajista Gotham donde le acusa de manipular sus cuentas. La compañía catalana debe responder a los requerimientos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acerca de las relaciones cruzadas con la sociedad Scranton Enterpises, un vehículo inversor donde hay varios miembros de la familia fundadora y que es el segundo mayor accionista de la empresa con un 8,6%.

La compañía ha arrancado la semana con un respiro en bolsa, liderando las subidas del Ibex-35, tras el millonario batacazo sufrido la semana pasada que hundió su cotización y el valor de la compañía en bolsa, con un desplome acumulado del 40%. Las acciones de Grifols cerraron la sesión del lunes con un alza del 0,25% tras dispararse más de un 7%.

El repunte se producía un día después de que la compañía catalana asegurara que la china Haier Group Corporation ha confirmado que le comprará el 20% que posee en Shanghai RAAS Blood Products (SRAAS). Llevar a cabo esta operación con éxito es para los analistas uno de los primeros retos que deberá superar la empresa ante el panorama de incertidumbre desatado por las acusaciones de Gotham Research.

La operación anunciada antes del informe parece que se mantiene en pie. Desde la empresa han explicado que el Acuerdo de Alianza Estratégica y Compra de Acciones suscrito con Haier el 29 de diciembre de 2023 es vinculante y ambas partes están obligadas contractualmente a cumplir sus obligaciones. De lo contrario, daría pie a reclamaciones legales.

Pero los analistas señalan otros puntos clave que deberá afrontar el gigante sanitario especializado en derivados del plasma sanguíneo. El principal es el asunto de la abultada deuda que arrastra la empresa por su agresivo plan de expansión a base de adquisiciones realizado durante la última década. Y los fondos buitre parecen estar posicionándose.

"Los vencimientos de la deuda pueden convertirse en un problema", dicen los analistas de Bankinter. "El riesgo está en que, si no lograse refinanciar los siguientes vencimientos o no generase cash flow positivo (de hecho, en 2021, 2022 y 9M 2023 el cash flow libre fue negativo), la compañía podría verse obligada a vender algunos negocios (o participaciones en los mismos o activos) para repagar su deuda", apuntan.

De momento, la venta de su 20% en SRAAS podría estar cerrada en la primera mitad del año 2024. La operación tiene un valor cercano a los 1.800 millones de dólares estadounidenses (casi 1.630 millones de euros). Y la intención de la empresa multinacional de hemoderivados es usar esos fondos a reducir el pasivo.

Así lo trasladó la semana pasada a los inversores el presidente y consejero delgado de la empresa, Thomas Glanzmann, en una conferencia convocada el pasado jueves para tratar de calmar las aguas y en la que reconoció que había margen para mejorar en la gobernanza de la empresa. No en vano, alrededor del 30% de las acciones de la empresa está en manos de la familia fundadora, cercana al independentismo catalán.

La dirección de la compañía, adelantó este martes El Confidencial, estaría estudiando la idea de adelantar la presentación de resultados del ejercicio 2023, previstos inicialmente para el próximo 29 de febrero. Confían en que unos datos especialmente buenos pueden servir para detener la sangría. Para los expertos, que cumpla con unas buenas cifras de negocio puede ser clave para mantener la confianza sobre un negocio que en realidad no está puesto en cuestión.

Relación de deuda neta/Ebitda

Al margen de eso, los analistas creen también que el tercer reto es cumplir con la promesa anunciada de alcanzar una relación de deuda neta/Ebitda de 4 veces para finales de 2024. Este parámetro es clave en la contabilidad empresarial de cara a los inversores.

Y es una de las cosas que el informe de Gotham ha puesto en cuestión debido a la forma de consolidar dos empresas (Biotest y Haema) que fueron compradas y vendidas acto seguido a la sociedad con sede en Holanda Scranton. Aunque no posee ni una sola acción de las mismas, la empresa argumenta que conserva una opción de compra. Gotham, conocida en España por haber arrastrado al fango hace una década a Gowex, cree que debido a esto, el apalancamiento de la empresa no equivale a 6 veces el Ebitda como declara la compañía, sino que "está más cerca de 10 ó 13 veces".

En la sesión de este martes, Grifols fue el valor que más subió (0,99%) y uno de los cinco del Ibex 35 que cerraron la jornada en verde, aunque cayó por debajo de los 9 euros por acción. El indicador cerró con una caída del 0,82%, hasta situarse en los 9.994,1 puntos. A Grifols le siguieron los laboratorios Rovi (0,81%) y Repsol (0,26%).

El sube y baja bursátil de la empresa podría mantenerse en los próximos días, a la espera de las aclaraciones que aporte al supervisor que preside Rodrigo Buenaventura. Mientras tanto, una docena de bufetes de Estados Unidos y de España estarían preparando, según El Economista, demandas ante los tribunales para defender a los accionistas de Grifols.

Precisamente, este lunes la patronal Foment del Treball pedía a la CNMV que "regule y limite las posiciones especulativas en operaciones bajistas" para evitar que puedan afectar a la economía productiva. "Si no se actúa de esta forma se afecta sobre un valor irreal con unos intereses a corto plazo", explicaron.