El desplome bursátil de Grifols continúa más de una semana después de que el fondo bajista Gotham publicase un informe en el que le acusaba de manipular su contabilidad para simular menos deuda y mayor resultado operativo. La farmacéutica catalana desmintió las afirmaciones del texto y aseguró que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le había hecho un requerimiento de información respecto a las relaciones cruzadas con el vehículo inversor Scranton Enterpreises, donde hay miembros de la familia fundadora y controla el 8,4% del capital, como segundo mayor accionista de la empresa.

El plazo del supervisor era de diez días y concluye el próximo miércoles 24 de enero. Mientras tanto, el precio de la acción y la cotización de la empresa sigue sufriendo y el valor ha perdido ya casi un 42% en bolsa desde que estalló el caso. En total, casi 3.600 millones de desplome de uno de los componentes del Ibex 35. Ante este escenario, los despachos trabajan ya en una eventual demanda para exigir responsabilidades a los gestores de la empresa por prácticas que aún están por aclarar al organismo que preside Rodrigo Buenaventura.

La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), representada por el despacho Cremades & Calvo Sotelo, está estudiando ya las posibles consecuencias del caso. "Todavía no tenemos información suficiente para tomar una decisión. Estamos recopilando toda la información y no descartamos dirigirnos a la CNVM para solicitar que nos den acceso al requerimiento que han abierto a Grifols", explican fuentes de la asociación.

En caso de que una respuesta negativa, pedirán al supervisor "que haga pública aquella información que sea relevante para el mercado de las conclusiones que extraiga de la información que ha solicitado", añaden. Fuentes de la CNMV evitan dar detalles sobre el estado del procedimiento. En todo caso, el plazo era fijo y termina la semana que viene.

A partir de entonces, no hay un proceso tasado, por lo que el organismo deberá estudiar la documentación remitida por la empresa catalana. En función del volumen de información, de lo que los técnicos aprecien y de si deciden requerir más datos, el proceso podría dilatarse más o menos tiempo, pero no hay un límite temporal. "Creemos que si hay información que debe ser de conocimiento de los inversores en general, es importante que la CNMV lo comunique, lo difunda y lo podamos conocer todos", añaden las fuentes de Aemec.

El foco está puesto principalmente en las operaciones vinculadas con Scranton. Según apuntó el presidente y consejero delegado de la firma especialista en hemoderivados, Thomas Glanzmann, durante una conferencia con analistas e inversores para intentar aplacar las aguas, en dicha empresa solo un 20% del capital está compuesto por miembros de la familia fundadora. Pero se desconoce quién más forma parte del accionariado. El primer ejecutivo dijo que se trata de un vehículo "inversor a largo plazo" en el que participan "22 inversores de los que solo tres son de la familia Grífols".

La firma está en el foco porque el grupo consolida en sus cuentas los resultados de esta empresa, a quien la matriz vendió en 2018 dos empresas que surten de materia prima a la compañía. La práctica contable permitiría, según la acusación de Gotham, reducir el apalancamiento, que estaría muy por encima de lo declarado por la farmacéutica.

A la luz de lo que comunique o no la CNMV, los minoritarios tendrían dónde agarrarse para armar sus demandas contra la compañía por el perjuicio causado. Una posibilidad es que la compañía haya incurrido en prácticas de naturaleza penal, en cuyo caso sería el propio supervisor el que daría traslado a la Fiscalía. Por contra, si todo queda en prácticas que pudieran tener una vertiente civil, serían los minoritarios los encargados de demandar a la firma sobre la que el fondo de inversión Millenium International Management abrió el miércoles una posición corta equivalente al 0,53% de su capital.

"Si hay algo, veremos cómo lo enfocamos", dicen desde Aemec. La organización dice centrar los esfuerzos en hacer una "defensa de las reglas del juego". "Intentamos que las cosas malas que pasan no vuelvan a pasar y favorecer un sistema donde el accionista minoritario se pueda sentir protegido", añaden las citadas fuentes. "Estamos en un sistema de confianza y no podemos pedir a los ahorradores españoles que compren acciones e inviertan en bolsa si las sociedades que están no son transparentes, honestas y aplican rigurosamente las reglas del juego", rematan.

Al margen de eso, la otra vertiente es la reparación de los eventuales daños que estas prácticas hayan podido producir a los accionistas por el presunto incumplimiento de las reglas. A diferencia de Estados Unidos, donde también hay despachos trabajando en posibles demandas, en España no se puede ejercer la acción colectiva en este ámbito inversor. Por tanto, habrá que presentar demandas una a una.

Si hay un posible ilícito civil, añaden desde Aemec, "nos plantearemos algún tipo de acción de resarcimiento de daños a los accionistas" ante los tribunales ordinarios. La CNMV, como órgano administrativo, se limitaría a sancionar a la empresa por sus prácticas. Los accionistas podrían reclamar todo el daño causado. Para ello, deben cuantificarlo y probar que ha sido por una conducta ilícita de la compañía. La caída de la cotización, por ejemplo, es un buen referente.

El BCE pide información a los bancos

Este jueves se conoció que el Banco Central Europeo (BCE) se habría puesto en contacto con varias entidades prestamistas de Grifols para recabar datos sobre su exposición a la compañía farmacéutica. El Banco Santander, CaixaBank y BBVA se encuentran entre las entidades con exposición a la compañía, además del francés BNP Paribas o Bank of America.

Para intentar que la tormenta amaine, la dirección de la empresa se estaría planteando avanzar la presentación de resultados correspondientes al ejercicio 2023, que estaban previstos para el 29 de febrero. Creen, según adelantó El Confidencial, que unas cifras especialmente buenas en términos de negocio podrían servir para detener la sangría en Bolsa.

Pero pese a las explicaciones de la dirección de la empresa, que defiende que las prácticas están aprobadas por la auditoría realizada por KPMG, las dudas siguen latentes en el mercado.

"La preocupación de cualquier persona que invierte en la bolsa española es que cada año y pico se encuentra con algo con lo que debería encontrarse", enfatizan desde Aemec. En este sentido, dicen que "con lo que te tienes que encontrar con el riesgo de mercado, pero no con falta de transparencia". "En lo que se basa el funcionamiento del mercado de valores es en la información veraz y completa a todos los inversores sin discriminación a ninguno de ellos", concluyen.