BBVA está decidido en hacerse con el Banco Sabadell. Tras la oferta rechazada por parte de la entidad catalana, el banco de la Vela se decantó por una opa hostil, es decir, ofrecer su propuesta directamente a los accionistas. La oferta es la misma a la que Sabadell dijo que no, pero que BBVA considera atractiva. Uno de los puntos en los que no están de acuerdo es en el coste de la fusión. BBVA lo estima en unos 2.300 millones (entre la reestructuración y las sinergias), lo que supone un 18,7% de la valoración que hace de la catalana.

La oferta de BBVA es el canje de acciones, 1 nueva por 4,83 de las de Sabadell. Con el precio de cierre del 29 de abril (día previo a la oferta), esta propuesta supone una prima del 30%. En términos absolutos, esta oferta supone valorar al banco presidido por Josep Oliu por unos 12.277 millones de euros. Por otro lado, BBVA estima que el coste de la reestructuración es de 1.450 millones de euros y 850 millones de las sinergías. Una cifra que tendría un impacto negativo en el capital de 30 puntos básicos. 

La entidad presidida por Carlos Torres estima que la ratio de costes de reestructuración y sinergias conseguidas es de 1,8 veces, pero el consejo de Banco Sabadell no cree que esos múltiplos sean correctos. De hecho, César González-Bueno, consejero delegado de la entidad, explicó que el consejo aplicó un factor corrector y concluyó que sería un múltiplo de tres, aunque fuentes de BBVA explican que las cuentas "se han hecho con el máximo rigo". “Nadie está consiguiendo hacer esas sinergias con un coste que no sea tres veces el ahorro que se genera. Es decir, lo que podríamos llamar, en términos sencillos, un 'payback' de tres años", explicó el consejero delegado en el 19 encuentro financiero organizado por el IESE y por FTI Consulting.

Además, recordó que el impacto que BBVA estima no incluye la ruptura por las joint-ventures, especialmente las que Sabadell tiene con Amundi en gestión de activos y con Zurich en bancaseguros. "Esa cifra no la puedo dar porque no es pública, pero es significativa y el consejo también la incluyó", detalló al respecto.

Así, al tener en cuenta estos cálculos, más los ajustes a valor razonable de la cartera a término y de los activos propios de Sabadell, el consejo de administración concluyó que el impacto en capital de la operación sería "significativamente superior" a los 30 puntos básicos que se incluyen en el anuncio de BBVA.

Ante estas declaraciones, fuentes del BBVA explican que “todas las cifras trasladadas por BBVA, incluyendo los costes de reestructuración estimados de 1.450 millones de euros (antes de impuestos) y el impacto estimado en CET1 de -30pbs, han sido calculadas con el máximo rigor, como hacemos en todas las operaciones”. También han querido apuntar que respetan que González-Bueno defienda la decisión del consejo al rechazar la propuesta, pero matizan que “ahora son los accionistas de Banco Sabadell los que se tienen que pronunciar sobre la oferta que BBVA les ha realizado directamente y que consideramos extraordinariamente atractiva".

Sobre las negociaciones, las mismas fuentes insisten en que “tal como dijimos en la rueda de prensa del 9 de mayo, los contactos se iniciaron a mediados de abril”. Y es que sobre este punto, González-Bueno en el encuentro del IESE aseguró que no hubo negociaciones, si no que la oferta les llegó el 30 de abril y que se convocó el consejo para el 6 de mayo y el 5 de mayo recibieron el correo de Carlos Torres, presidente de BBVA. 

"El consejo expresó una preocupación sobre la caída del valor de la cotización de las acciones con las que, en principio, se pagará a Banco Sabadell", señaló González-Bueno. Además, el órgano de gobierno de la entidad también tuvo en cuenta la "cuestión social", que es el impacto sobre empleados y clientes.

Al respecto, el consejero delegado de Banco Sabadell explicó que está en contacto con los trabajadores y ha expresado la "preocupación" que existe. "Es evidente que cuando hay una oferta encima de la mesa que plantea que hay que hacer una reducción del 41% de los costes, racionalmente la gente piensa que les va a afectar más a ellos que a los demás. Evidentemente, eso genera una preocupación", afirmó.