Los bodegueros y viticultores españoles tiemblan ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles del 200% a los vinos europeos y otras bebidas alcohólicas. Si el dirigente norteamericano cumpliese con su promesa de gravar los caldos si Bruselas no retira "de inmediato" el gravamen anunciado del 50% sobre el whisky estadounidense, el sector podría sufrir un golpe millonario.

España es el cuarto proveedor de vino de EEUU en términos de valor, con 360 millones de euros tras una subida del 7,4% interanual. En volumen, es el séptimo proveedor, con 67,3 millones de litros y un incremento del 7,2% respecto a un año antes.

Según datos de la aduana estadounidense analizados por la Organización Interprofesional del vino de España (OIVE), el precio medio del vino español que llega a EEUU es de 5,81 dólares por litro, lo que se sitúa por encima de la media del mercado, que fue de 5,54 USD/litro.

Las bodegas europeas integradas en el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV), al que también pertenece la Federación Española del Vino (FEV), han exigido que se mantenga al vino fuera del actual conflicto comercial entre la Unión Europea y EE.UU., tras la respuesta comunitaria a los aranceles al acero y al aluminio.

"Solicitamos también al Gobierno de España, a la secretaría de Estado de Comercio, en particular, y a todos los ministerios implicados que apoyen que esta postura se defienda en la Unión Europea, porque no se trata de poner los aranceles más grandes, se trata de llegar a un acuerdo que no dañe a un montón de sectores, de familias y de personas", ha asegurado el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez.

En términos globales, las importaciones estadounidenses de vino se situaron en los 1.226,5 millones de litros y los 6.541 millones de euros. En el mes de diciembre se dispararon un 23% en valor y un 29,5% en volumen). Algo que para el sector podría responder a una reacción de adelanto de compras por parte de los importadores americanos, ante la posible adopción de aranceles por parte de la Administración Trump.

"Creemos que es una posición negociadora, es un amenaza. Nosotros tenemos la sensación de que en Europa no se nos está protegiendo como se debería. Nos vemos como moneda de cambio en una guerra comercial y esto perjudica a todo el mundo”, asegura a El Independiente, Borja Eguizabal, CEO de Bodegas Franco-Españolas. "Si lleva a la práctica esta amenaza supondría la eliminación de los vinos europeos en Estado Unidos, no sería una bajada de ventas. No habría exportaciones a este país, bajarían a cero", añade el responsable de esta bodega riojana con 134 años de historia.

En total, EEUU se surte de 73 proveedores mundiales de vino. Pero en términos de valor, las compras están muy concentradas en Francia, con 2.506,3 millones de dólares (+0,3%) e Italia, con 2.253,2 millones de dólares (+6,5%). Entre ambos países suman el 70% del gasto de las importaciones de vino de EE.UU. En términos de volumen, Italia es el principal proveedor de vino a Estados Unidos, con 353,9 millones de litros (+6,1%) en 2024. Le siguen Canadá, con 203,8 millones de litros (-9,4%) y Francia, con 171,9 millones de litros (+7,2%).

El golpe para España podría venir del efecto indirecto del vino por el castigo que sufrirían también esos países. Y porque se trata de un mercado al alza. En términos
absolutos, Estados Unidos importó de España 4,5 millones de litros de vino más y
gastó 27,1 millones de dólares más.

Vino espumoso, cerveza y bebidas espirituosas

Otro de los posibles afectados por la amenaza de Trump es el vino espumoso. Italia, Francia y España representan más del 98% de las importaciones estadounidenses de este tipo de bebida.

Según los datos de OIVE, los tres aumentaron en volumen y solo Francia cayó en valor (-6,6%). Italia es líder en términos volumen, con 122,6 millones de litros (+13,7%), frente a los 38,1 millones de litros de Francia (+4,4%) y de los 23,5 millones de litros de España (+12,1%). Asimismo, nuestro país es el noveno proveedor de vino a granel a Estados Unidos, con 2,6 millones de dólares (+22,7%) y 1,7 millones de litros (+14,3%).

Aunque el vino no es el único posible damnificado. También lo es la cerveza. "Los aranceles no benefician a nadie y lo único que hacen es empobrecer a un país y al consumidor, porque al final quien lo paga es el consumidor", ha asegurado el director general de la patronal Cerveceros de España, Jacobo Olalla.  

"El tiempo apremia, por lo que instamos a la UE y a EE.UU. a bajar la escalada y el nivel de tensión. Es necesario que se abstengan de involucrar en el conflicto a sectores no relacionadas, mientras trabajan para resolver sus diferencias y volver al acuerdo recíproco de cero por cero de 1997, que eliminó los aranceles sobre las bebidas espirituosas, generando un notable crecimiento del 450% en el comercio transatlántico", agrega Bosco Torremocha, director de Espirituosos España.

Según cálculos de los Técnicos de Aduanas dependientes del Ministerio de Hacienda a partir de las estadísticas de comercio exterior, las exportaciones del resto de bebidas alcohólicas que no son vino a EEUU suponen 53 millones de euros y representan el 3,6% del total de las que se exportan al mundo.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha lamentado este jueves la amenaza de Trump. "Nuestra voluntad, como siempre, es la de hablar, negociar y entendernos, pero tampoco nos va a temblar el pulso en la defensa de nuestros productores", ha dicho.