Movimiento a tres bandas en el sector bancario español. El Santander se ha colado en la opa de BBVA sobre Sabadell a través de Reino Unido. El banco que preside Ana Botín mueve ficha para hacerse con TSB, la filial británica de la entidad que preside Josep Oliu, por la que también puja Barclays. La valora en 2.700 millones, según informó Reuters este lunes, antes de conocerse que Carlos Torres seguirá adelante con la operación pese a la condicional adicional impuesta por el Gobierno.

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La oferta vinculante por parte de la entidad de Botín para seguir creciendo en Reino Unido condiciona los números de la operación de adquisición diseñada hace más de un año en la sede de Las Tablas (Madrid) y que daría como resultado la segunda entidad más grande de España. La maniobra supone otro capote más para el Sabadell, que ha intentado defenderse de la ofensiva del BBVA por tierra, mar y aire, con la que el banco vasco quiere crecer en cuota en España y reducir el peso de mercados emergentes como México y Turquía.

El Gobierno de Pedro Sánchez -contrario desde el inicio a la compra- salió al rescate del banco vallesano imponiendo que ambas entidades deban funcionar como entidades separadas durante tres años (ampliable a otros dos). Es una condición extra a los compromisos adoptados por el BBVA con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que incluían condiciones para proteger el crédito a las pymes, evitar el cierre de oficinas en zonas con baja población o asegurar las condiciones comerciales donde no abundan los competidores.

Este lunes, Torres logró el respaldo del consejo de administración de la entidad para continuar con la opa. Durante días, el BBVA ha estado analizando los pormenores de las nuevas condiciones tomadas para proteger el interés general, consultando incluso el parecer de sus grandes inversores institucionales, que en ocasiones comparten con Sabadell. "La decisión de seguir adelante tiene el soporte pleno y unánime del Consejo de Administración de BBVA", subrayan fuentes del banco. Nada se dice de la posibilidad de optar por la batalla judicial y recurrir ante el Tribunal Supremo las condiciones del Gobierno, como deslizó Torres antes de conocer la decisión de Moncloa.

El banco reconoce en su comunicación al mercado que el requisito adicional del Ejecutivo "retrasará la materialización de parte de las sinergias estimadas". Eso sí, no da más detalles sobre si también puede mermar los 850 millones de euros calculados por ahorros de personal y oficinas (300 millones), tecnología (450) y costes financieros (100 millones). La decisión del Gobierno impide hacer ajustes de plantilla o de oficinas vinculadas a la compra.

El otro factor, que ni siquiera menciona en el escrito enviado a la CNMV, es cómo puede afectar que el Sabadell se desprenda de la filial que representa aproximadamente un 10% de su negocio. El banco había informado hace dos semanas de que estaba explorando la venta de su negocio allí tras recibir varias manifestaciones de interés (no buscadas). Entre los posibles candidatos estaban no solo el Santander sino también Barclays, HSBC y NatWest. Este último termino retirándose de la carrera.

Ahora, el consejo de administración del Sabadell se reunirá previsiblemente este martes para evaluar la oferta por parte de la entidad de Botín, que cuenta con dinero fresco en el bolsillo tras desinvertir en Polonia. El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, aviso hace unos días que solo la venderían si la operación crea valor para los accionistas. La franquicia aportó el año pasado 253 millones de euros al beneficio del grupo y el consejero delegado auguró unas "perspectivas positivas".

La clave está en que el consejo del Sabadell tiene obligación de cumplir el denominado deber de pasividad, que implica no salir a buscar operaciones corporativas como una venta de este tipo para protegerse del asedio de otra compañía. Pero nada le impide recibirlas.

Con lo que ingresara con una eventual venta podría mejorar la remuneración a sus accionistas y desincentivar que acudan a la opa del BBVA. Presión añadida también para elevar el precio de la oferta, a lo que Torres se ha negado en reiteradas ocasiones pese a que la prima es negativa. O también podría destinarlo a hacer alguna adquisición en España.

Si el consejo del Sabadell acepta la oferta del Santander por TSB, tendrá que convocar una Junta General de Accionistas para aprobar la operación en caso de que en ese momento esté abierto el período de aceptación de la OPA. El BBVA dice que actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga la aprobación del folleto de la oferta pública por parte de la CNMV, previsiblemente en las próximas semanas.

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