En los últimos tiempos se están viviendo situaciones que jamás se habían imaginado. Hace algunas semanas, los inversores contemplaban atónitos cómo el petróleo cotizaba en negativo, algo que jamás había ocurrido hasta el momento, pero una situación tan insólita como esta puede tener su reflejo en el sector bancario.

Hace cuatro años y ocho meses, el Euríbor, el índice al que está referenciada la mayoría de las hipotecas, entró en terreno negativo y desde entonces no ha vuelto a subir de cero. En su último registro diario, el del pasado jueves, el índice se situaba en el -0,467%, por lo que va camino de cerrar octubre en el mínimo histórico del -0,463%.

Por el momento, esta evolución está permitiendo a los hipotecados reducir sus cuotas mensuales en algunas decenas de euros (al nivel actual, en octubre podrían ahorrarse unos 10 euros al mes para hipotecas a Euríbor +1% con un capital de unos 150.000 euros), pero podría tener unas consecuencias aún más positivas para los clientes.

En el momento en el que el diferencial sea equivalente al valor del Euríbor la cuota sería cero, por lo que si el nivel del Euríbor supera al diferencial el banco debería pagar al cliente por esa hipoteca. Esta situación se daría, por ejemplo, en una hipoteca firmada a Euríbor +0,69% (como la que comercializa de MyInvestor) en el momento en que el índice cayera hasta el 0,69%. Al menos teóricamente.

No creo que sea factible que una persona que pide una hipoteca al banco reciba dinero. No tiene ni pies ni cabeza"

María Dolores Dancausa

En la práctica, la historia no es tan sencilla. Esta situación afectaría, principalmente, a muchas hipotecas firmadas en los años del boom inmobiliario y la crisis económica con diferenciales cercanos al 0,15%, aunque cabe la posibilidad de que algunas estén ya amortizadas.

Además, todas las hipotecas que estén firmadas desde el 16 de junio del año pasado están sometidas a la ley hipotecaria, que entró en vigor ese día y que prohíbe expresamente que los bancos paguen por estos créditos. "El interés remuneratorio en dichas operaciones no podrá ser negativo", reza la normativa.

El fantasma de la cláusula suelo

Es por eso que, como confirman varias fuentes financieras, las entidades están incluyendo en los últimos meses una cláusula en los contratos hipotecarios que recuerda esta prohibición. Con anterioridad a la ley, algunos bancos también incluían una indicación similar para evitar llegar a esta situación que para el sector financiero no tiene ninguna lógica.

La historia no es del todo desconocida. Hace algunos años, las cláusulas suelo eran más que habituales en los contratos hipotecarios, pero su polémico uso, aderezado con altas dosis de litigiosidad, ha sido prácticamente desterrado de los contratos.

En todo caso, las entidades sí podrían verse en la tesitura de tener que pagar a los clientes por sus hipotecas en el caso de los contratos hipotecarios que no lleven este tipo de cláusulas y que estén firmados con anterioridad a la entrada en vigor de la ley.

Así lo considera, al menos, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, el máximo supervisor del sector en Europa.

Hace algunos días afirmó en el Parlamento Europeo que "si no hay restricciones legales en ningún país o autoridad nacional el contrato debe realizarse como se espera". Es decir, que "si [los tipos de interés] van a territorio negativo, eso es lo que el contrato establece y debe ser respetado".

El respaldo de Campa es una gran noticia para Asufin. "Llevamos denunciando que los bancos no están aplicando el Euríbor negativo desde hace años, desde 2016 más o menos empezó esta tendencia. Seguiremos defendiendo que las entidades tienen que devolver este dinero y no pueden aplicar una cláusula suelo porque carecen totalmente de cobertura legal", explica su presidenta, Patricia Suárez.

Sin embargo, no parece que los bancos españoles estén por la labor de poner en marcha algo que consideran "ilógico", aunque es cierto que la práctica está amparada en países como Dinamarca o Países Bajos, como recordaba el eurodiputado Luis Garicano.

María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, consideraba el jueves que pagar a un cliente que ha pedido un préstamo para comprar una casa "no tiene ni pies ni cabeza".

El petróleo duró cotizando en negativo tan solo unas horas, pero el periplo del Euríbor por el terreno que se aposenta debajo del cero lleva años siendo una realidad y la situación puede terminar derivando en otra guerra judicial para la banca. ¿Veremos al Supremo pronunciarse sobre esto dentro de algunos años?