Tras meses estancado, el Euríbor se ha despertado de su profundo sueño y ha vivido un verdadero rally en los últimos dos meses, lo que significa que aquellos a quienes les toque revisar su hipoteca variable en mayo sufrirán una subida de la cuota, que será, además, mucho mayor que la de aquellos que la actualizaron en abril.

En los últimos dos meses, el índice al que se vincula la mayoría de las hipotecas ha evolucionado desde el -0,327% hasta el -0,066%, es decir, se ha situado muy cercano a cero, lo que representa una verdadera escalada teniendo en cuenta que durante los meses anteriores se mantuvo prácticamente estancado. De hecho, entre agosto del año pasado (-0,356%) y marzo (-0,266%), el Euríbor solamente avanzó nueve centésimas, pero entre marzo y abril (a falta de que termine el mes, la media actual es -0,11%) ha crecido una décima y media.

Las medidas tomadas por el BCE han ralentizado el mercado interbancario

¿Qué repercusiones tiene esto para los hipotecados? Pues, sin duda alguna, malas noticias, pero solamente para quienes tengan una hipoteca variable. Esta modalidad de préstamos, en los que el tipo de interés no es fijo, están sujetos a una revisión de ese tipo de interés cada año o cada seis meses. La mayoría están vinculadas al Euríbor, que no ha tocado terreno positivo en los últimos cuatro años, por lo que esta modalidad de préstamo se ha ido convirtiendo en una opción más atractiva que la hipoteca fija.

Sin embargo, lo que va a ocurrir este mes, con toda probabilidad, es que el Euríbor será menos negativo que hace un año, por lo que la cuota que pagan cada mes estos hipotecados subirá. Hasta el momento, una hipoteca variable salía, en general, más rentable que una fija debido a que el Euríbor lleva en terreno negativo desde hace más de cuatro años, pero que esa situación se dé la vuelta podría empezar a cambiar en no demasiado tiempo.

¿A qué viene esta subida?

Varios factores explican este rally que va a encarecer las hipotecas que se revisen en mayo. El primero de ellos es la incertidumbre de la actual situación económica, como explica a este periódico Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING.

El vertiginoso avance del Euríbor “se ha debido a la incertidumbre del contexto económico y, en particular, acerca del coste de la reconstrucción en España e Italia, y su capacidad para afrontarla. Sólo la intervención del Banco Central Europeo (BCE) ha evitado que la subida sea más pronunciada”, explica el experto.

Detrás de la incertidumbre y las medidas tomadas por el BCE se esconde también un elemento muy relevante que no llega al conocimiento del ciudadano medio. El Euríbor se calcula a partir de los tipos de interés a los que se prestan dinero los mayores bancos europeos entre ellos, pero esta actividad se ha ralentizado durante la crisis sanitaria del Covid-19.

“Los bancos son más reticentes a prestarse entre ellos. Incluso a sabiendas de que, en estos días de tipos negativos, tener liquidez en su balance supone un coste. Intuyen que, si el mercado se paralizara ante un shock, el coste de acceder a ese dinero sería más alto”, explica Quintana, que añade que la desconfianza es “probablemente mayor con los bancos de la periferia”. Es decir, con los de España e Italia.

Pero el factor que ha sido determinante para esta evolución del Euríbor, según Joaquín Robles, analista de XTB, han sido las emisiones de LTRO y TLTRO, unas subastas de liquidez a tipos favorables que organiza el BCE dirigidas a los bancos europeos. Se organizan para que las entidades tengan más disposición y facilidades a la hora de conceder créditos a hogares y empresas y no se vean obligados a depositar grandes cantidades en las arcas del supervisor, algo que está penalizado con el 0,5% del importe total.

Las TLTRO tienen que destinarse obligatoriamente a financiar a familias y empresas, mientras que la LTRO no. El hecho de que los bancos estén acudiendo a estas operaciones puestas a disposición por el BCE antes que a pedirse dinero entre ellos ha hecho que se reduzca la actividad del mercado interbancario.

Al haber menos operaciones en este mercado, el tipo al que se prestan los bancos entre ellos sube, lo que aumenta automáticamente el Euríbor, de ahí el rally que ha experimentado en las últimas semanas. “Ahora los bancos ya no se prestan tanto dinero entre ellos porque tienen tipos más ventajosos (...) se va endureciendo el tipo”, explica a este periódico Robles. Sin embargo, esta explicación no convence a todos los expertos.

Aún queda tiempo para que baje

Un tercer factor podría estar detrás de esta escalada, de acuerdo con Robles: la expectativa que había en el mercado de que el BCE recortara aún más los tipos para intentar frenar la sangría económica consecuencia de la crisis sanitaria. Sin embargo, ya desde el principio el supervisor enfrió esta posibilidad, aunque siempre ha dejado la puerta abierta a recurrir a cualquier medida que sea necesaria.

Tras verse decepcionada esta expectativa, cabe pensar si con unos tipos que seguirán siendo negativos aunque no se recorten el Euríbor podrá pasar a negativo. La respuesta entre los analistas es rotunda: no hasta que no cambie la política monetaria.

Desde XTB no creen que el índice vaya a pasar a positivo en el corto plazo, o al menos no hasta que los tipos de interés comiencen a subir, lo cual ocurrirá dentro de mucho tiempo, visto que no estaba en el horizonte del BCE antes de la crisis y en estos momentos la posibilidad se aleja aún más.

“Nos parecería muy complicado que cotizara por encima de los tipos de interés, ya que tradicionalmente cotiza por debajo. Pensamos que va a estar en cero muchos meses, aunque se podría aproximar más a cero”, explica Robles. Desde XTB manejan las mismas previsiones que antes del Covid-19, que reflejan que el Euríbor se situará entre el -0,2 y el -0,1% este año y que, en todo caso, hasta que no se suban los tipos y terminen las líneas de liquidez del BCE no se situará en positivo, dado que será entonces cuando se reactive el mercado interbancario.

Para Quintana, aunque el índice pasara a positivo temporalmente durante esta crisis su impacto sobre el precio de las hipotecas “sería relativamente marginal mientras se mantuviera en niveles razonablemente bajos y es muy probable que el BCE no permita que ese coste se dispare”.