Si bien desde el Gobierno van sumando medidas para ayudar a los más afectados por la crisis del Covid-19, como son las pymes y los autónomos, aún queda trabajo a juicio de organizaciones que defienden los intereses de estos colectivos. Desde estos grupos, continúan haciendo peticiones para tratar de salvar a muchos negocios que se encuentran en una situación crítica.

Dos de estas demandas son: la prohibición de las rebajas online, de la mano de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y la extensión del cese de actividad extraordinario por coronavirus hasta julio, propuesto por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE).

En el primer caso, UPTA se refiere a la puerta abierta que deja el BOE del pasado 9 de mayo con respecto a las rebajas a través de internet y, además, sin fecha determinada. Una situación que podría terminar de hundir a muchos pequeños negocios o tiendas que no tienen la opción de ofrecer esos precios tan rebajados, como los pueden mantener grandes compañías.

Para esta asociación es fundamental que desde el Ejecutivo tengan en cuenta el efecto que puede producir esto en los autónomos y pymes afectados. De esta forma proponen que las rebajas de esta primavera-verano no puedan aparecer hasta, al menos, la segunda quincena de agosto. Asimismo instan a que quede reflejado en el BOE el tiempo o fecha en que se puedan llevar a cabo.

De momento, lo que sí ha permitido el Gobierno al pequeño comercio es el lanzamiento de promociones y ofertas. Siempre y cuando se asegure la distancia social y se eviten aglomeraciones en esos comercios.

Cese de actividad hasta junio

En cuanto al cese de actividad, desde UATAE ven la modificación de los ERTEs como un espejo en el que mirarse. Es decir, en primer lugar, solicitan su desvinculación del estado de alarma para, así, poder continuar con la prestación aunque éste dejase de estar vigente.

En segundo lugar creen que se debería extender el cobro del mismo, como mínimo, hasta el 30 de junio, tal y como ocurre con los expedientes temporales de regulación de empleo. De esta forma, aquellos negocios que han tenido que mantenerse cerrados podrán continuar después su actividad y no se verán abocados al cierre definitivo. Además, ven conveniente que, si se diese el caso y así lo requiriese la situación económica o sanitaria, la fecha volviese a extenderse.