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Cómo el 'gaming' y la Fórmula 1 salvaron a los fabricantes de ordenadores

Cómo el 'gaming' y la Fórmula 1 salvaron a los fabricantes de ordenadores
Un HP Omen X.

Puede que vivan en mundos casi opuestos, pero los fabricantes de ordenadores de mesa, los clásicos PC, tienen mucho que agradecer a la Fórmula 1. Y eso les ha salvado de una crisis en la que llevaban inmersos durante cuatro años.

Las ventas de estos dispositivos estaban en continúo desplome. Durante 11 trimestre seguidos, casi tres años, los descensos fueron continuados, con caídas de hasta cinco puntos porcentuales que, encadenándose, provocaron fuertes impactos en las cuentas de los gigantes. El número de unidades despachadas se situó, el año pasado, en niveles de 2007, previos a la fuerte crisis económica que hemos vivido.

Por suerte para ellos, el gaming les ha salvado el cuello y ha saneado sus cuentas. Y, sabiendo aprovechar la ola de este fenómeno llamado eSports, han copiado la estrategia del campeonato de velocidad más exigente del mundo.

Siguiendo dicho modelo han instalado una marcha en dos velocidades muy claras, en la que la primera está al servicio de la segunda. A la cabeza están los ordenadores más potentes, con cifras de ventas muy bajas por su alto precio, pero que sirven para testar cómo se adapta el mercado, y la tecnología, a unas prestaciones muy altas. Esos dispositivos serían el coche de Fernando Alonso o Carlos Sainz.

Con lo que los fabricantes aprenden de estos PC pueden desarrollar componentes y herramientas para los ordenadores que de verdad marcan la diferencia en sus balances anuales, pues las ventas son masivas dado que cuentan con precios más accesibles para todos los bolsillos.

Así, al igual que Renault prueba elementos y dispositivos en sus Fórmula 1 para luego trasladar lo aprendido al Megane o el Clio de turno, fabricantes como HP hacen lo propio con ordenadores de muy alta gama, para luego trasladarlo todo a otros con prestaciones más modestas.

Un ejemplo de eso es el HP Omen X, una de las bestias que pululan en el universo de los ordenadores de alta gama. Tiene todo lo necesario para disfrutar del gaming, con un procesador Intel i7 6700K (esa K es decisiva para exprimirle toda la potencia con el overclocking) y una RAM de 32GB. Además, la tarjeta gráfica GTX 1080 puede mover cualquier juego, incluidas las últimas novedades en realidad virtual que cada vez son más numerosas en los contenedores de títulos como Steam.

El Omen X es un dispositivo de altísimo nivel y rendimiento, aunque su precio esa a esa misma altura. Rondando los 3.000 euros, que podrían ser menos con configuraciones algo más sencillas en la tarjeta gráfica, no es accesible para todos los bolsillos, como no lo es un Fórmula 1. En HP saben que no es un ordenador enfocado a las ventas masivas, pero que sí es un banco de pruebas perfecto.

Y uno de los grandes beneficiados es el Omen 880, la verdadera apuesta del fabricante con sede en Palo Alto para conquistar el mercado. La gran virtud de este ordenador de sobremesa, cuyos precios empiezan en el entorno de los 700 euros, es que existe una gran variedad de configuraciones para hacer asumible la inversión.

Los que decidan afrontarla, sea cual sea la potencia que se lleven a casa, no quedarán decepcionados porque el rendimiento es más que bueno. También a nivel estético cumple con los cánones del gaming, con un cristal que ocupa todo el lateral y que permite ver el iluminado interior.

La fuerte popularización de los eSports ha sido un soplo de aire fresco para los fabricantes de ordenadores, un salvavidas en momentos de zozobra financiera. Los gamers, y la Fórmula 1, han salvado, quieran ellos admitirlo o no, a los fabricantes de ordenadores. Quién se lo iba a decir.

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