Euskadi endurecerá a partir de este sábado sus restricciones para detener la propagación del coronavirus. El Gobierno vasco ha aprobado esta tarde una modificación del decreto 36/2020 del pasado 26 de octubre que ya establecía las primeras medidas de restricción de la actividad y la movilidad relativas a esta segunda ola de la pandemia. Ahora, según ha informado el lehendakari Iñigo Urkullu, se acuerda el cierre de toda la hostelería y restauración al menos durante todo este mes de noviembre. Tan sólo se autorizará el funcionamiento de servicios a domicilio, servicios de hoteles para sus alojados o los referidos a comedores escolares, hospitales o residencias.

Además, desde este sábado el País Vasco ampliará el horario del 'toque de queda' a partir del cual estará prohibido circular por la calle. El decreto adelanta la limitación a las 22.00 horas de la noche, frente a las 23.00 horas que se aplica hasta ahora, y mantiene la prohibición de circulación -salvo por causas justificadas- hasta las 06.00 horas.

Junto a ello, se decreta la limitación de toda la actividad comercial y cultural hasta las 21.00 horas de la noche. Sólo quedan exluídas de esta medida las farmacias y las estaciones de servicio.

En cuanto a los aforos, se reduce hasta el 35% la capacidad autorizada de fieles en los espacios de culto. En lo relativo a la actividad deportiva, se suspende toda aquella que no sea profesional o semiprofesional o se realice de forma programada, con mascarilla y en grupos inferiores a seis personas.

"Cuidémonos todos"

Por último, la batería de medidas acordadas por el Consejo Asesor del Gobierno vasco establece que el transporte público tendrá que fijar su último servicio no más tarde de las 22.30 horas.

Urkullu ha trasladado su máxima procupación por la situación y ha llamado a la ciudadanía a asumir de modo responsable el cumplimiento de las restricciones y la movilidad. "Cuidémonos para cuidarnos todos", ha proclamado al finalizar su comparecencia.

El decreto será publicado mañana en el Boletín Oficial y entrará en vigor desde este sábado día 7. La situación se revisará cada quince días y de acuerdo a los resultados se optará por su mantenimiento, suspensión o reforzamiento. El lehendakari ha reconocido que "no quiero llegar a tener que decretar el confinamiento domiciliario" pero no ha descartado que se pueda establecer si todas las medidas anteriores no logran aplacar la curva de contagios que no hace sino crecer en el País Vasco. Los últimos datos aportados hoy por el servicio vasco de salud ha situado en el 10% la tasas de contagios. Ayer se confirmaron 1.461 nuevos casos.

Urkullu ha solicitado "máximo rigor y corresponsabilidad social" a los ciudadanos para poder reconducir la situación antes de Navidad. Ha defendido que desde el mes de junio se han establecido medidas "proporcionadas" a la situación en cada momento y que se continuará actuando con la misma premisa, "me resisto a que las medidas sean las mismas que en marzo, abril y mayo".

"Preservar la presión sanitaria"

Ha subrayado que la limitación de la actividad y la movilidad sólo busca "preservar la presión sanitaria" y proteger la salud pública: "Lo hacemos por las personas que tienen el virus y por los profesionales sanitarios, ésta es nuestra mayor preocupación, proteger el ámbito sociosanitario.

El Gobierno vasco ha reiterado que trabaja ya en un reforzamiento de las ayudas a los sectores de actividad que más padecerán las restricciones. Todas las instituciones se han comprometido a elaborar planes conjuntos para reforzar el apoyo al comercio, la hostelería y la restauración: "Ya veníamos aplicando planes de ayuda. Esta semana hemos ampliado en 15 millones la partida para subvenciones con las que hacer frente a gastos corrientes y fijos. También hay ayudas para complementar los ERTE y ahora vamos a estudiar nuevas ayudas".

El lehendakari ha reconocido que han evaluado la posibilidad de optar por medidas menos restrictivas para no tener que suspender la actividad de bares y restaurantes. Sin embargo ha señalado que es en estos ámbitos donde se producen el mayor número de contagios. Ha excluido de cualquier responsabilidad al sector por los contagios, "es nuestra responsabilidad". Por último, ha defendido que se aplique una misma medida de suspensión de actividad en el conjunto de Euskadi, "no podemos regular de acuerdo a la casuística interminable".