El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha descartado de momento el confinamiento domiciliario de la población y ha pedido a las comunidades autónomas esperar un plazo de al menos "dos o tres semanas" para valorar "con rigor" los efectos de las medidas que han ido adoptando los diferentes territorios para frenar la curva de contagios y, sólo entonces, decidir si es necesario decretar restricciones más estrictas.

En el marco de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles, varias comunidades autónomas, como Castilla y León y País Vasco, han solicitado al Ministerio de Sanidad que modifique el decreto de estado de alarma para permitir que los presidentes regionales puedan ordenar confinamientos domiciliarios, un extremo para el que el ministro de Sanidad ha pedido paciencia a los los líderes autonómicos y ha defendido que aún "hay margen" para que las regiones sigan tomando medidas con el marco legal vigente.

Illa ha recordado además que, con carácter general, las medidas que adopten las comunidades deberán tener una vigencia mínima de siete días, aunque las excepciones, como ha sido el caso de la Comunidad de Madrid al solicitar cerrar únicamente durante los dos puentes del mes de noviembre, se discutirán de manera bilateral con aquellas autoridades interesadas. Ha reconocido el ministro en este punto la "fiabilidad" de los datos aportados por todas las comunidades autónomas, incluidos los de Madrid, que resiste como uno de los territorios con menor tasa de incidencia a nivel nacional. El objetivo, en todo caso, es llegar al "umbral de los 25 casos por cada 100.000 habitantes", aunque la media nacional se sitúa en estos momentos por encima de los 500.

Durante la cita de este miércoles, todas las comunidades autónomas han suscrito un acuerdo para condenar de manera "rotunda" y "unánime" los actos violentos acaecidos en las calles de varias ciudades españolas durante el pasado fin de semana.

Además, el Gobierno ha agradecido a los mandatarios autonómicos sanitarios las "medidas drásticas" adoptadas en cada uno de los territorios y ha hecho una llamada a la "templanza" y a la "resistencia" al menos durante los próximos seis meses, el horizonte que ha dibujado el Ejecutivo para poner punto y final al estado de alarma.

Los gobiernos regionales continúan decretando medidas autónomas para contener la evolución de la segunda ola del coronavirus, y cinco de ellos (Asturias, Castilla y León, Navarra, Murcia y Galicia) han anunciado ya el cierre de actividades económicas no esenciales tales como la hostelería y la restauración. Por su parte, Cantabria ha avanzado que confinará perimetralmente todos sus municipios.