El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, aprovechó algunas de sus últimas declaraciones en sede judicial para dejar pistas, para quien las quiera entender, de que aún guarda información relevante para la investigación de la caja B de la formación que llevan a cabo el juez de la Audiencia Nacional José De la Mata y la Fiscalía Anticorrupción y que nunca habría entregado en un juzgado.

Lo hizo en diciembre de 2018, cuando De la Mata le citó en calidad de testigo para que aclarase por qué él y su esposa guardaban hasta 27 documentos que les fueron requisados supuestamente durante la operación Kitchen, operativo investigado también en la Audiencia Nacional por si lo puso en marcha el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Rajoy para hacerse con la documentación comprometedora que guardaba el extesorero contra altos cargos del partido. El instructor preguntó por qué no los entregó al juez Pablo Ruz, que comenzó a investigar sobre las anotaciones de entradas y salidas de dinero de la caja B del extesorero, los denominados papeles de Bárcenas. Él contestó que "entregó toda la documentación relevante para la causa", por lo que dejó caer que hubo más información, que no consideró "relevante", que no puso en manos de la Justicia. Aquél día, cuando acabó su comparecencia, dijo a representantes de la acusación allí presentes: "Buscad los discos duros".

Meses más tarde, en junio de 2019, tuvo lugar el juicio por la destrucción de los discos duros de los ordenadores de Bárcenas en el que el PP fue absuelto de dos delitos de daños informáticos. El juez Eduardo Muñoz Baena concluyó, además, que no existían pruebas de que los dispositivos contuvieran información sobre la financiación irregular del partido. Sin embargo, Bárcenas afirmó durante su declaración como testigo en aquel juicio que los dispositivos guardaban "información relevante", como "recibos que complementaban los apuntes de la caja B desde 1990 a 2008, presupuestos de las campañas electorales o información de donantes". Encuadró la destrucción de esos discos duros en la operación Kitchen.

Si Bárcenas guardó esa información en otros lugares, o puede aportar detalles que ayuden a atar cabos, parece que habría llegado el momento de sacarla a la luz. Según publicó este martes El País, el extesorero popular, a través de sus abogados, se ha dirigido a la Fiscalía Anticorrupción y se ha mostrado dispuesto a abrir una vía de colaboración para avanzar en la investigación de la presunta financiación irregular del PP.

Lo ha hecho cuando su esposa, Rosalía Iglesias, ha ingresado en la prisión madrileña de Alcalá Meco para cumplir con la pena de 12 años de prisión con la que el Tribunal Supremo confirmó su responsabilidad penal en Gürtel.

Éstas son algunas de las incógnitas que el hombre que controló y gestionó las cuentas del PP y su dinero negro entre 199o y 2009 no ha aclarado ni respaldado documentalmente en los últimos años y con las que podría poner en aprietos al Partido Popular una vez Rajoy y Cospedal ya están fuera de éste:

Comisiones de empresarios a cambio de adjudicaciones

Cuando Bárcenas declaró en 2013 sobre las anotaciones que él mismo entregó a la Justicia, y en las que registró las entregas que hicieron al partido empresarios de la construcción, afirmó que no se trataba de donaciones "finalistas". Es decir, negó que las hicieran a cambio de recibir después adjudicaciones públicas por parte de las administraciones al frente de las que estuviera el PP.

Alejó así la posibilidad de que se investigara al partido y a sus responsables por distintos delitos de corrupción. En 2017, la declaración del responsable del Grupo Correa, Francisco Correa, en el juicio de Gürtel Época I, dio motivos al juez De la Mata para reabrir la causa de la caja B. También a principios de 2018, en el juicio de Gürtel Valencia, hasta nueve empresarios admitieron haber financiado actos de campaña del PP en la Comunidad Valenciana a través de las empresas de Correa, fingiendo que éstas les habían prestado trabajos. Llegaron a un acuerdo con Anticorrupción para reconocer los hechos a cambio de peticiones de condenas de multa económica por las que finalmente fueron condenados.

Bárcenas sabe qué empresarios hicieron donaciones al partido y con qué intención. Según publicó El Mundo el 4 de febrero de 2013, el extesorero fallecido Álvaro Lapuerta y él mismo recibían entregas en metálico en un despacho de la sede del PP de Génova. Así lo reconoció un empresario que detalló cómo entregó billetes a ambos: "Lapuerta los guardó en una caja fuerte de la propia sede y Bárcenas apuntó la cantidad en una libreta", se recogió en la citada información. Unos fondos que habrían servido para pagar "gastos de representación del PP".

Sobresueldos en sobres

El 31 de enero de 2013, El País publicó las anotaciones de la libreta de Luis Bárcenas en las que reflejó el pago de sobresueldos con dinero negro, trimestral o semestralmente, a altos cargos del partido, entre ellos el presidente Mariano Rajoy y la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Precisamente la causa todavía abierta se denomina papeles de Bárcenas por aquellas anotaciones. Los aludidos han negado siempre que recibieran ninguna cantidad en negro, mientras Bárcenas sostiene que pagó a Rajoy y Cospedal hasta 25.000 euros por este método. Habrá que ver si tiene alguna manera de demostrarlo documentalmente.

El pacto del silencio

Según se desprende del sumario de Kitchen, un abogado próximo al Partido Popular trató de convencer a Luis Bárcenas, a través de su esposa Rosalía Iglesias, de que guardara silencio sobre lo que sabía acerca del partido a cambio de dinero. Un ofrecimiento que ésta rechazó. "Arrieritos somos", le dijo al interlocutor, y le transmitió que Bárcenas no filtraría información a la prensa, que quería ir por la vía de la Justicia.

Así lo contó el chófer de la familia Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva, al comisario José Manuel Villarejo, quien le captó como como confidente del operativo "parapolicial" Kitchen, como lo define la Fiscalía Anticorripción, haciéndole entrega de cantidades mensuales con cargo a los fondos reservados del Ministerio del Interior. Villarejo grabó la conversación en la que Ríos le contó el mencionado intento de pacto de silencio por parte de enviados del PP. Bárcenas no ha tenido ocasión de confirmar o desmentir los hechos.

Gastos de campaña

En la sentencia del caso Gürtel Valencia de la Audiencia Nacional se consideró probado que el Partido Popular de dicha comunidad financió las campañas de las elecciones autonómicas y municipales de 2007 y las generales de 2008 de manera irregular por medio de pagos de empresarios con la ayuda de las empresas de Correa. En la pieza 9 del caso Púnica también se investiga si Esperanza Aguirre ideó una caja B en el PP de la Comunidad de Madrid para "fortalecer su figura política" con cargo a fondos públicos. Bárcenas, como tesorero del partido durante los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy, es quien conoce si el partido financió o no también de manera irregular actos de campaña a nivel nacional. Es otro de los puntos sobre los que puede arrojar información.

La reforma de la sede de Génova

Mientras se despeja si Bárcenas aportará pruebas de las "bombas" que conocería y aún no ha desvelado, según consideran fuentes de la acusación de la causa de la caja B consultadas, está muy próximo el juicio por la reforma de la sede central del partido de la céntrica calle Génova para despejar si se pagó con fondos de la caja irregular.

La Audiencia Nacional lo ha fechado a partir del 8 de febrero de 2021 y está previsto que declaren como testigos los expresidentes Aznar y Rajoy, la exsecretaria general Cospedal, el exsecretario general del PP andaluz, Javier Arenas, así como los exministros Ángel Acebes y Rodrigo Rato, entre otros.

Precisamente una de las acusaciones populares de la causa, la ejercida por Izquierda Unida, solicitó que en este juicio se añadan pruebas de donaciones hechas al partido y que se investigan en otras causas. Concretamente, solicitaron incorporar una grabación del caso Lezo que se encontró en casa del exgerente del Canal de Isabel II investigado, Ildefonso de Miguel. Se trata de una conversación en la que el empresario del grupo Degremont, Rafael Palencia, reconoció haber pagado 35.000 euros al PP "para que el partido me ayude en general". En dicha grabación, que se podría habría hecho, según la investigación, con el fin de chantajear a Rajoy, Palencia contó a De Miguel que él mismo llevó a Bárcenas y Lapuerta "folletos" después de hacer el pago, se entiende que para recibir adjudicaciones. Precisamente Bárcenas registró en sus papeles una entrada de dinero por la misma cantidad de la que habló Palencia en 2008. El extesorero también podría aclarar si se corresponde con el pago del empresario y si fue a cambio de alguna adjudicación.