Pedro Sánchez se volcará en la campaña electoral a la presidencia de la Generalitat en apoyo de su, hasta ahora, ministro de Sanidad, Salvador Illa. Los socialistas están convencidos de que pueden dar un vuelco a las previsiones y hacerse con la victoria, y para ello Sánchez visitará hasta en cinco ocasiones Cataluña en las próximas tres semanas, durante la campaña electoral. Su primera participación será este mismo jueves, con el arranque de la campaña, en un acto simultáneo desde las cuatro capitales catalanas en el que Sánchez participará desde Barcelona.

Así lo ha anunciado este lunes la portavoz del PSC, Eva Granados. La también directora de la campaña ha explicado además que el PSC contará con "tres caravanas electorales": la del candidato, Salvador Illa, la integrada por el resto de miembros de las listas, y una tercera, protagonizada por el presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez también acompañará a Illa en su despedida como ministro. Será en una visita a la Agencia Española del Medicamento, donde Illa y Sánchez quieren transmitir un mensaje de agradecimiento a sus trabajadores por la campaña de vacunación contra la Covid-19.

Apuesta por la victoria

Los socialistas están convencidos de que la sustitución de Miquel Iceta por Illa como candidato a la presidencia les ha otorgado un impulso suficiente como para aspirar a la Generalitat y están dispuestos a agotar todos los recursos para aprovechar esta ocasión. Lo han demostrado en la batalla por el calendario, convirtiéndose en el único partido con representación parlamentaria que ha rechazado oficialmente posponer los comicios al 30 de mayo, como pretendía en Govern. Y lo han ratificado ahora con el apoyo del presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez ya estuvo en Barcelona este sábado, desde donde presidió la reunión del Comité Federal del PSOE, convertida en rampa de lanzamiento electoral de Illa. Junto a las otras cinco visitas previstas en las próximas semanas, los socialistas aspiran a dejar claro que Illa es la única opción viable del constitucionalismo el 14F. El PSC quiere hacerse con todo el voto constitucionalista, y esa apuesta pasa por movilizar al votante del PSOE que años atrás les daba victorias inapelables en las generales.

Aspira a lo mismo que consiguió Inés Arrimadas en 2017, que le reportó más de un millón de votos pero no la mayoría suficiente en el Parlament para echar a los independentistas del gobierno catalán. Ese es también el reto de Illa, que de momento ha conseguido aparecer en las encuestas como empatado con Pere Aragonés (ERC) y Laura Borràs (JxCat) que superaban holgadamente a Iceta.

Pactos poselectorales

En este contexto, Granados se ha zafado hoy del abrazo del oso intentado este domingo por Arrimadas, cuando ofreció un pacto poselectoral a los socialistas. "Preferimos que quien vaya a votar a Cs pensando en pactos poselectorales a partir del 15 de febrero vote a Illa el 14F" ha apuntado Granados, recordando "como se malogró la confianza depositada en Cs" en las elecciones de 2017.

La portavoz socialista ha descartado además, rotundamente, cualquier pacto con Vox. "Vox ha dicho que quiere a Illa en prisión" ha respondido Granados al ser pregunta por la oferta de apoyo lanzada este fin de semana por Javier Ortega Smith.

"No queremos saber nada de la ultraderecha, lo hemos practicado donde Vox tiene escaños, no pueden decir lo mismo otros que se presenta en estas elecciones y gobiernan con ellos" ha apuntado Granados, dejando claro con quién se disputan el voto los socialistas.