El discurso que ha pronunciado Pablo Casado este miércoles en la tribuna del Congreso de los Diputados es cuanto menos significativo en el marco de la reciente decisión del jefe de la oposición de soltar amarras con el pasado con decisiones de calado como la de abandonar la sede de Génova, 13. Hace unas semanas, Casado evitaba hacer alusión alguna en público a las etapas de José María Aznar y de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular en mitad de la celebración del juicio por la 'caja B' del PP y de los ataques a la actual cúpula del partido por parte del ex tesorero de la formación, Luis Bárcenas, con el objetivo de desvincular a la actual dirección de los "errores" del pasado.

Pero no es una estrategia que haya mantenido mucho en el tiempo. De hecho, Pablo Casado ha querido corregir hoy su desmarque de etapas anteriores y ha reivindicado en la Cámara Baja el legado de Aznar y, sobre todo, el de Mariano Rajoy respecto a la crisis económica que afrontó el ex presidente del Gobierno, en contraposición con la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero y la del propio Pedro Sánchez. "En 1999, Aznar consiguió que fundáramos el euro, en 2009 Zapatero dejó una devastación económica y una agenda de división moral y territorial, y en 2019, Sánchez se dedicó a la exhumación de Franco y a pactar con batasunos e independentistas. En medio de ambos, Mariano Rajoy logró evitar la quiebra de España", enunciaba Casado.

La decisión del jefe de la oposición de desvincularse de anteriores etapas tenía como objetivo último el de paliar el desgaste que la corrupción de ex dirigentes del Partido Popular estaba provocando en las perspectivas electorales de la formación en las elecciones catalanas. De hecho, Casado llegó incluso a criticar la estrategia que siguió Mariano Rajoy en el desafío independentista y los disturbios del 1-O, una posición que generó cierto malestar en algunos sectores del partido que, de puertas para adentro, enmendaban la estrategia del presidente del partido y reivindicaban la de Rajoy como una "etapa de éxito".

Casado vuelve a tender puentes con Sánchez

La inminencia de un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha aliviado en gran medida las tensiones entre Sánchez y Casado. Frente a la bronca de jornadas anteriores, tanto Sánchez como Casado han acudido hoy con guante blanco al Congreso de los Diputados, en una jornada en que el presidente del Gobierno debía comparecer para dar cuenta del estado de alarma vigente hasta el próximo mes de mayo.

De hecho, pese a comenzar su discurso acusando al jefe del Ejecutivo de "liderar el Gobierno más radical y enfrentado" y de "exigir unidad" cuando "no la tiene" dentro de sus filas -en alusión a los importantes desencuentros entre el PSOE y Unidas Podemos- Casado ha terminado tendiendo puentes con Sánchez, al que, tras reivindicar el éxito del bipartidismo que "no está reñido con el pluralismo político", ha pedido compartir "el espacio de la moderación". "Dejemos atrás las pesadillas para empezar a soñar la mejor España. El futuro de la nación está en nuestras manos", apostillaba.

El acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas para renovar el CGPJ tras meses de bronca y tensión al respecto podría ver la luz esta misma semana. Los equipos negociadores de ambas formaciones trabajan a contrarreloj para anunciar un pacto que podría llegar en las próximas horas. Moncloa hace equilibrio entre la condición del PP, que exige que Podemos no tenga asiento en el órgano de gobierno de los jueces, y la exigencia de los morados de tener representación en el Poder Judicial.