El presidente del Gobierno y el líder del Vox han protagonizado la sesión de control al Gobierno de este miércoles a cuenta de las palabras que el pasado lunes pronunció Pedro Sánchez en un acto en el Ministerio de Igualdad con motivo del 8-M cuando dijo que para la formación de Santiago Abascal las mujeres sólo son "un objeto de disfrute sexual".

Abascal le ha acusado insultar a las diputadas de Vox pero también "a nuestras madres, hijas, abuelas, ¿A quién está insultado usted?, le ha espetado. Como réplica, Sánchez ha considerado que Vox está más cómoda con los principios del Movimiento del franquismo. "Reivindica otros gobiernos fuera de la España constitucional y apuesta por una España 'grande y libre', que no lo era porque se basaba en el exterminio de la diferencia".

Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha exigido a Pedro Sánchez que "rompa" con su socio, Pablo Iglesias tras votar su partido en contra del levantamiento de la inmunidad parlamentaria al Carles Puigdemont. Sin embargo el jefe del Ejecutivo ha preferido obviar toda alusión a la votación de este martes en el Parlamento Europeo, cuando Unidas Podemos se alineó no sólo a los independentistas y nacionalistas sino incluso a partidos de la ultraderecha francesa, italiana y alemana.

En cambio, Sánchez ha preferido insistir en el, a su juico, papel subalterno del PP con respecto a Vox. "Debe dejar de ser el aperitivo del plato fuerte que viene luego. Por eso tiene que hacer una oposición útil, con sentido de Estado y la mano sigue tendida", le ha dicho al líder del primer partido de la oposición, quien, por su parte, ha recordado los malos datos económicos y de empleo de España, una de las naciones más azotadas por la crisis derivada de la pandemia del coronavirus. "La crisis se ensaña con los gobiernos más incompetentes como el suyo", le ha espetado para agregar que nuestro país "va a la ruina y ustedes lo único que hacen es pelearse entre sí".