Carles Puigdemont ha oficializado hoy su renuncia al acta de diputado en el Parlamento catalán. Una maniobra ya prevista, puesto que su elección como diputado autonómico es incompatible con el acta de diputado en el Parlamento Europeo, que el líder de JxCat quiere mantener "para seguir el trabajo de internacionalización de la causa catalana".

Su partido ha confirmado hoy la renuncia, ya registrada en la secretaría del Parlament, pero no ha aclarado quien ocupará su lugar. Sobre el papel, el siguiente en la lista de JxCat por Barcelona es Josep Costa, ex vicepresidente del Parlament, hombre de confianza de Puigdemont y uno de los representantes del "ala dura" de Junts, como ha demostrado en sus repetidos enfrentamientos con el republicano Roger Torrent.

Suplicatorio aprobado

Puigdemont hace oficial su renuncia a la política catalana el día después de que el Parlamento Europeo votara a favor del suplicatorio cursado por el Tribunal Supremo para retirar la inmunidad a Puigdemont, Toni Comin y Clara Ponsatí, los tres fugados en Bruselas que no han ppodido ser juzgados por el 1-O.

El ex presidente catalán ya afirmó al incorporarse a la candidatura de JxCat a la presidencia de la Generalitat que no abandonaría su acta de de eurodiputado, que le permite seguir en Bruselas, fuera del alcance de la justicia española. Sin embargo, la victoria de Laura Borràs en las primarias de Junts fue determinante para que Puigdemont optara por liderar de nuevo la lista del partido al Parlament.

Frenar a Borràs

Puigdemont dejó en el aire su participación en las últimas elecciones catalanas hasta prácticamente el último momento. Tras auspiciar otras candidaturas dentro de su partido, el líder de Junts había dejado creer a sus correligionarios que buscaba abandonar el primer plano para dar una oportunidad a nuevos liderazgos.

Pero cuando este nuevo liderazgo quedó en manos de Borràs, fuera del núcleo de poder que representan Jordi Sánchez y Elsa Artadi en el partido en construcción, el temor a que ésta consiguiera un buen resultado al margen de ese núcleo de poder llevó a imponer de nuevo a Puigdemont como número uno del partido, por delante del resultado de las primarias. Una opción que siempre se había dejado abierta.