Pablo Casado quiso ayer cerrar la polémica que abrió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la concentración de Colón del pasado domingo. Pero no lo consiguió. La dirigente regional ha vuelto a las andadas este martes, y ha salido a la palestra asegurando que el presidente de los populares coincide con ella en el hecho de que el Gobierno de España y los independentistas buscan ponerle "una trampa" al Rey haciéndole firmar los indultos.

"Si firma o no firma, haga lo que haga, está en tela de juicio", manifestaba Ayuso a la entrada de un desayuno informativo protagonizado por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. La presidenta madrileña ha asegurado que en esta cuestión ella sigue pensando "exactamente lo mismo". Hay que recordar que el pasado domingo la líder regional puso en una posición comprometida a Felipe VI: "¿Qué va a hacer el Rey a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos", lanzaba, involucrando al monarca en la batalla política.

Las palabras de Ayuso levantaron una auténtica polvareda, también dentro del Partido Popular. Por eso, Pablo Casado decidió cortar la polémica de raíz y trató de zanjar el asunto durante la presentación de la Convención Nacional del PP de este mismo lunes. "La sociedad española sabe que no hay más cómplices de esto que aquellos que lo promueven", aseguró, poniendo los focos en Moncloa y en Sánchez como responsable único de la concesión de los indultos. Y por si acaso no había quedado lo suficientemente claro, reivindicó el "impecable" papel de la monarquía parlamentaria de Felipe VI.

De poco sirvió la contundencia de Casado. Este martes, Ayuso ha vuelto a reivindicar la "absoluta vergüenza" que le supone tanto a ella como al jefe de filas de los populares, según ha expresado, que el Rey "tenga que firmar semejante documento". Ayer, en una rueda de prensa posterior a la ronda de contactos de la presidenta de la Asamblea madrileña con todos los grupos para conocer los apoyos con los que cuenta la única candidata, Ayuso matizó sus palabras y, como Casado, insistió en que la única responsabilidad de lo que suceda con la medida de gracia es de Sánchez y no de Felipe VI. No obstante, hoy ha aclarado que ella no ha rectificado en ningún momento, y ha lamentado el "sonrojo", el "bochorno" y la "humillación" que supone que el Rey tenga que firmar el documento, ya que es la persona que "simboliza la unidad de todos los españoles, que lideró y que arrojó luz y verdad el 3 de octubre".

"He utilizado otras palabras porque, desde luego, la institución está muy por encima de la Comunidad y de mi figura. Siempre haré todo lo que esté en mi mano para proteger su figura", declaraba. De todo esto, ha asegurado, ha hablado con Pablo Casado, quien piensa "lo mismo" que ella.

Las palabras de Ayuso suponen en última instancia un disparo a la línea de flotación estratégica del PP, en cuya dirección reina la premisa de no poner un sólo foco sobre la figura del Rey en la cuestión de los indultos. Fuentes de los populares reconocían este lunes que las palabras de la baronesa del PP fueron "desacertadas", pero confiaban en haber zanjado este lunes esa polémica con el discurso de Casado. Por el momento, nada más lejos de la realidad.

Hasta cinco veces ha sido preguntada por las polémicas declaraciones de Ayuso la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, y cinco veces se ha resistido a valorar las declaraciones de la presidenta madrileña porque "yo no soy comentarista de las declaraciones que hacen otros miembros de mi partido". La dirigente se ha limitado a repetir lo que dijo ayer el presidente del PP, Pablo Casado, y ha subrayado que "hay un único responsable en la tramitación de lso indultos, que es Sánchez. El papel del Rey Felipe VI es el que le marca la Constitución", zanjaba.