Los muros de Ferraz, 70 vuelven a vivir otra jornada para la historia. Inédita. Por muchos motivos. Nunca antes un secretario general del PSOE y presidente del Gobierno había dicho a los suyos, a la ciudadanía, que no puede más y que necesita "parar" y "reflexionar" si le merece la pena continuar en la Moncloa ante el "acoso y derribo" que sufren él y su esposa. Nunca antes se había celebrado un comité federal con el alma de todo un partido en vilo, a la espera de la decisión que tome su líder y comunique 48 horas después. Nunca antes el PSOE había organizado un despliegue de apoyo a su jefe, dentro y fuera de la sede federal. Nunca antes se habían emitido en directo todas las intervenciones de los miembros del máximo órgano de dirección del partido. Nunca antes se habían instalado pantallas en la calle para que miles de simpatizantes y militantes pudieran seguir el debate del comité. Nunca antes el PSOE se había unido para rogar a su rey que no se marche. Que no dimita.

Pero ese será el corazón del comité federal que se celebra este 27 de abril de 2024. Casi la antítesis de aquel del 1 de octubre de 2016, cuando el partido echó al mismo líder al que ahora pide que no dimita: Pedro Sánchez.

Sánchez sigue enclaustrado desde el miércoles, no emite señales. Continúa reflexionando con su familia y mantiene conversaciones muy contadas

Los socialistas llegan a este sábado con el alma en un puño. Con la sensación, ya muy instalada en la dirigencia, de que pese a la extraordinaria movilización de apoyo al presidente que llenará Ferraz, él puede acabar marchándose el lunes. Barones, responsables federales y territoriales, también ministros, trasladan su vértigo, su angustia. Pesimismo. El temor de que Sánchez se irá y que así lo anunciará el lunes. No dejan de ser pálpitos, percepciones, precisan todos y cada uno de los mandos consultados, porque todos, absolutamente todos, insisten en que no saben nada, en que no saben qué hará su líder.

Y no lo saben porque el jefe del Ejecutivo no emite señales. Está enclaustrado en la Moncloa desde el miércoles, cuando escribió la carta a la ciudadanía completamente en solitario, y continúa reflexionando con su familia, manteniendo conversaciones muy contadas. Su núcleo de confianza, además, ha decidido respetar su silencio, su pausa, y ha preferido no importunarle.

Es precisamente esa falta de señales lo que escama a los dirigentes. Lo que les hace pensar que hay poco que hacer ya a estas alturas. "Es que no dice, no habla. Mi percepción es que puede irse, aunque no sé qué hará. La situación es triste. Yo creo que él tiene la decisión tomada, pero por ahora solo la tiene en su cabeza", subraya un alto mando de la cúpula federal, que remarca que el jefe del Ejecutivo no es una persona de impulsos, ni de calentones, sino que rumia y pondera cada decisión. "Yo creo que se va. Por mucho que la gente se manifieste en su apoyo en Ferraz, con gran dolor de corazón, creo que sí", añade otra integrante del comité que conoce muy bien al líder. El mismo razonamiento expone otra responsable territorial: "Estamos hablando de política ficción, pero creo que se va sí o sí. Se va con toda su época, deja a una mujer en la Presidencia del Gobierno y mata al PP". Asimismo, alimenta la impresión de que dará portazo el hecho de que su carta del miércoles, tan diáfana, en la que manifestaba abiertamente sus dudas de si "merece la pena" seguir en la Moncloa, tiene difícil marcha atrás. "Mis sensaciones son las mismas que los demás, malas", confiesa con pesadumbre un ministro.

Sánchez "nunca ha ido de farol"

De ese ambiente algo más negativo les resultaba también difícil sustraerse a los miembros más cercanos a Sánchez. La vicepresidenta primera del Ejecutivo y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, la candidata natural a sucederlo si él dimite, recordaba este viernes en Al rojo vivo (La Sexta), y frente a las críticas de la derecha, que el líder "nunca ha ido de farol", y tampoco esta vez con su decisión de meditar su futuro durante cinco días. La número dos del Gobierno y del partido admitió que no había hablado con él desde el miércoles, y recalcó que su prioridad es intentar por todos los medios que se quede en la Moncloa. "Estoy absolutamente concentrada en cómo entre todos somos capaces de ayudar al presidente a que tenga la fortaleza suficiente, el ánimo suficiente para poder continuar con una tarea durísima —indicó—. Nadie duda de la resiliencia del presidente del Gobierno. Cómo habrán sido los niveles de ataque para llevar a Sánchez a plantearse si esto merece la pena". Montero, de nuevo, le dejó un mensaje directo a través de los medios: "Ánimo y fuerza, presidente, que estamos muchos detrás".

Montero decía este viernes que no había hablado con Sánchez desde el miércoles. "Ánimo y fuerza, presidente", le dice desde La Sexta

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, a su llegada a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, antes de la entrega de despachos a los nuevos letrados de la Administración de Justicia, no quiso precisar si había podido conversar con Sánchez en las últimas horas. "Estamos ante un proceso de reflexión personal del presidente que tenemos que respetar todos", respondió. "No estamos en ningún otro escenario que no sea que el presidente, después de esa reflexión, continúe con su labor porque le han elegido los españoles, que han elegido las Cortes Generales". Óscar Puente, titular de Transportes, confió, desde Barcelona, en que las muestras de "aliento, complicidad y empatía" que está recibiendo Sánchez sean suficientes para que concluya que "tiene que continuar". "Pero, honestamente, no sé qué pasará", reconoció.

Con la intención de que Sánchez opte al final por quedarse, Ferraz se ha afanado en que la cita de este sábado se convierta en un contundente acto de apoyo público. Con sus buenas dosis de drama. Aplazada al martes la aprobación de la lista de las europeas del 9 de junio, se garantiza que todo el foco se sitúe en la proyección de ese respaldo hacia el líder. El comité federal, al que no acudirá el secretario general —otra estampa excepcional—, comenzará sobre las 10.30, se retransmitirá en abierto y de manera íntegra por primera vez, de tal manera que los medios podrán seguir cada una de las intervenciones de los barones e integrantes del órgano, y también podrán escucharlas los militantes y simpatizantes que se desplacen hasta la sede, porque estarán instaladas pantallas gigantes en la calle. Con seguridad, intervendrán Montero, los líderes de PSE y PSC, Eneko Andueza y Salvador Illa, y la cabeza de lista para las europeas, la vicepresidenta Teresa Ribera, que sí será proclamada como número uno del 9-J.

La sala Ramón Rubial de la sede estará llena hasta la bandera: este es un día histórico y nadie quiere faltar. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el barón más crítico con la cúpula y falta asidua a las reuniones del máximo órgano, sí estará. Javier Lambán, expresidente de Aragón y todavía líder de su partido en la comunidad, no viajará a Madrid, en su caso por convalecencia por el último ciclo de quimioterapia. En la calle, se espera una afluencia masiva: autobuses fletados desde las distintas federaciones llegarán hasta el cuartel general para arropar a Sánchez.

En Ferraz se dicen apabullados por el "enorme caudal de apoyo" al líder de estos días: cartas, correos, llamadas, nuevas afiliaciones...

En Ferraz se dicen apabullados por el "enorme caudal de apoyo" al presidente que se está recibiendo en estos días: "Cartas, rosas, correos electrónicos, miles de llamadas, entrada de nuevas afiliaciones... Estamos desbordados. Yo no he visto esto así en mi vida —confiesa un integrante de la ejecutiva—. Nos han llegado incluso cartas que dicen que no votaron a Pedro pero que no están de acuerdo con lo que le están haciendo".

"Preocupación" e "incertidumbre"

La imagen de cohesión y unidad internas y de movilización de las bases será, probablemente, impactante. La duda es si será suficiente para convencer al líder. "Yo estoy en este momento centrada en que Pedro sienta el apoyo e intentar que se quede, aunque desde un plano personal entiendo que decida marcharse —apunta una baronesa autonómica—. Pedro no es una persona que suela expresar sentimientos, de ahí la sorpresa de la carta. Y primero está la persona antes que su condición de secretario general o presidente. De hecho, la carta se refiere a lo personal, y si la persona no puede más o emocionalmente esta tocado... No sé. La salud emocional y mental... Todo forma parte de nuestra salud y si eso falla...".

Pedro no suele expresar sentimientos, de ahí la sorpresa de la carta. Y primero está la persona antes que su condición de secretario general o presidente", señala una baronesa autonómica

Muchos dirigentes consultados reconocen la angustia, la "preocupación" por lo que pueda suceder, la agónica "incertidumbre". Y relatan que en las últimas horas la mancha de pesimismo ha crecido. Otros, en cambio, responden simplemente que no tienen "ni idea" de qué puede suceder y aconsejan no hacer cábalas todavía. Los hay, obviamente, convencidos de que Sánchez echará el freno de mano y continuará al frente del Ejecutivo. "No especulamos. Hay que esperar. La gente está ahora en mandarle mensajes de apoyo y cariño", manifiesta un importante barón regional. "Intento pensar que se quedará. Él es muy responsable. Pero sé que se ha instalado cierto pesimismo", subraya un alto cargo institucional socialista.

Y también hay cargos que recuerdan que Sánchez es un líder "impredecible, que no se mueve por los cánones habituales", que "no se puede valorar desde pensamientos políticos clásicos". Todo el mundo dice que lo deja, pero nadie lo puede asegurar, todos dicen que con lo que ha hecho sería lo normal, pero lo que hizo tampoco es normal", resume un responsable autonómico.

Una partida del presidente sería tanto como abrir las puertas del abismo para el PSOE. "La viabilidad del Gobierno progresista quedaría comprometida, el horizonte electoral no es halagüeño", "su dimisión tendría consecuencias imprevisibles, sería todo muy volátil", expresan dos mandos de dos federaciones distintas, píldora del temor que anida en el partido ante la opción que ahora parece más plausible: la marcha. Un adiós que generaría un caos institucional y una sucesión que no había estado ordenada. De ahí que todos, dirigencia y bases, estén conjurados para evitarla. "Hay que parar la dimisión como sea", "este partido no se entiende ya sin Pedro, por poco democrático y de izquierdas que suene. Pero ahora estamos en esto y hay que salvarlo", concluyen estos dos dirigentes territoriales.

Una dimisión de Sánchez sería como abrir las puertas al abismo. Tendría "consecuencias imprevisibles, todo sería muy volátil"

No solo se trata de una cuestión de supervivencia política de Sánchez. En el PSOE defienden con vehemencia sus argumentos, coinciden en que lo que está en juego son los límites de la democracia, de la crítica política. Que no vale todo contra el adversario. "Esta es la batalla en defensa de la democracia, y apoyar a Pedro Sánchez es apoyar a la soberanía de los ciudadanos, la dignidad y la democracia frente a la inmoralidad de algunos", aseguraba este viernes el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.

La decisión de Sánchez de parar y reflexionar ha dejado en evidencia, a su juicio, "la estrategia de la derecha política, mediática y económica, que está orquestada y no acepta que gobierne alguien que no sea de los suyos". Y añadió que la imagen que ofrecerá este sábado Ferraz es la de unos cuadros y unas bases que no están dispuestos a aguantar más la "mentira, el fango, el ruido y la difamación". "Cuanto más descalifiquen, más nos vamos a movilizar. En defensa de compañeros de bien. Sí, mañana [por este sábado] nos vamos a movilizar", clamó desde Barcelona, en el acto de campaña con Illa, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, de nuevo ejerciendo de padre de la militancia.

Una "corriente de impulso al 'lawfare'"

Esa "defensa de la democracia" vertebra también el manifiesto que han firmado 2.500 alcaldes, presidentes de diputaciones provinciales, cabildos y consells socialistas y de otros grupos políticos. "La deriva de los discursos y las campañas que venimos conociendo en los últimos años por parte de la extrema derecha y la derecha extrema son incompatibles con los valores democráticos y suponen un peligro para la convivencia. España se construye sobre la concordia y el diálogo. No entendemos la difamación y la mentira como herramienta en el juego político", escriben los firmantes, que advierten de una "corriente de impulso al lawfare que ha tenido ya sus primeros precedentes en Europa", como el caso del ex primer ministro portugués António Costa, o en España, con la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra. El escrito ha sido impulsado por la regidora de A Coruña, Inés Rey.

Los alcaldes socialistas se han movilizado para dar su apoyo a Sánchez, y también líderes internacionales se han solidarizado con él: Lula, Petro o Rama. También el PES o la IS

Sánchez ha recibido, en las últimas horas, también muestras de apoyo de líderes internacionales. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, contó en X que había conversado con el mandatario español para solidarizarse con él. "Su fuerza y ​​su papel son importantes para su país, para Europa y para el mundo", escribió. A través de la misma red social le manifestaron su apoyo el Partido de los Socialistas Europeos (PES), su presidente, Stefan Löfven, y su candidato a las elecciones del 9-J, el luxemburgués Nicolas Schmit. Igual que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, o el primer ministro de Albania, Edi Rama. También la Internacional Socialista (IS), que preside Sánchez desde noviembre de 2022, le defendió frente a los "ataques maliciosos" de la derecha y la ultraderecha, tras los que hay "una estrategia para debilitar la democracia y el Estado de derecho".

La pausa pedida por Sánchez llega a su clímax, a su jornada, con seguridad, más emocional. La de la expresión absoluta de respaldo de los suyos. Un gesto rotundo que busca, además de conmoverle, moverle. Hacerle cambiar de opinión. Pero no está claro que esa poderosa imagen de unidad y defensa del presidente en el epicentro de Ferraz basten para convencerle. Nadie lo sabe.